Carmen Sebastià, radióloga del Hospital Clínic de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
Los
medios de contraste que se usan en las pruebas radiológicas ayudan a los especialistas a diferenciar distintos órganos y tejidos, además de "
detectar con mayor facilidad todo tipo de lesiones y patologías". Estas son las palabras de
Carmen Sebastià, radióloga del Hospital Clínic de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM), que, junto con Fenin, pone de manifiesto la importancia de que "el diagnóstico del paciente no se demore por el simple hecho de
evitar el contraste", velando así por la seguridad del enfermo.
Para entender cómo funcionan los medios de contraste y cuáles son sus
beneficios en el paciente, Sebastià, que también es miembro del Contrast Media Safety Committee de la European Society of Urogenital Radiology, aclara que "estos se emplean en las pruebas radiológicas con finalidades diagnósticas por su capacidad de absorber más o menos rayos X, tener una señal distinta por
resonancia magnética (RM) o diferenciarse por su distinta ecogenicidad en exploraciones de ultrasonidos de las estructuras corporales adyacentes".
Además, según señala Sebastià, "el aumento de
contraste entre tejidos circundantes ayuda a los radiólogos a diferenciar distintos órganos y tejidos y detectar con mayor facilidad todo tipo de lesiones y patologías". Para saber más acerca de las sustancias que los componen y cómo se utilizan, la radióloga explica los tres tipos de contraste que existen:
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Los contrastes para pruebas que utilizan rayos X. Estos a su vez se dividen, por un lado, en contrastes positivos para exploraciones que utilizan rayos X: Contraste yodado no iónico, que se administra por vía intravenosa e intraarterial y se utiliza en la tomografía computarizada (TC o escáner), la urografía intravenosa (UIV o pielografía) y las exploraciones de angioradiología (cardíacas, vasculares eintervencionistas); y contrastes intestinales, que se administran por vía oral o rectal, respectivamente gastrografin y bario. Y, por otro lado, los contrastes negativos para exploraciones que utilizan rayos X: Aire, que se utiliza por ejemplo en la colonoscopia virtual por TC para distender el colon. Y agua, que se utiliza por vía oral o rectal para distender las estructuras intestinales.
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Los contrastes para pruebas de resonancia magnética: Dentro de estos se encuentran el gadolinio, que se administra por vía intravenosa; los contrastes órgano-específicos que se administran por vía endovenosa y se depositan específicamente en ciertas células o se excretan específicamente por ciertos órganos lo que nos permite conocer mejor la estirpe celular de la patología a estudiar y nos permite contrastar mejor órganos y sistemas. Existen contrastes órgano específicos para el hígado y con excreción específica por la vía biliar. Y los contrastes para estudios intestinales que se utilizan cuando queremos distender una víscera hueca, como por ejemplo, el agua o el zumo de piña para contrastar el intestino delgado en las enterografías por RM o el agua o el gel ecográfico que se utiliza para distender la vagina o el recto en estudios pélvicos.
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Los contrastes ecográficos. Existen distintas moléculas, todas ellas se inyectan por vía intravenosa.
¿Se puede eliminar el contraste del organismo?
Uno de los puntos que se cuestionan a la hora de hablar de contraste es saber si este se puede eliminar o no del organismo. A este respecto, Sebastià añade que "el tiempo que tarda un
contraste administrado por vía intravascular (contraste yodado y gadolinio) depende de la función renal del paciente". En este sentido, pone el ejemplo de pacientes con función renal normal en quienes "estos contrastes
se eliminan en menos de cuatro horas por la vía urinaria. Si el paciente presenta insuficiencia renal aguda o crónica, el tiempo de excreción se alarga pudiendo demorarse hasta 48 horas, en el caso del contraste iónico, y 7 días, en el caso del gadolinio".
Además, la radióloga asegura que "los
pacientes en diálisis eliminan estos contrastes en una sola sesión y en principio no debe realizarse sesiones de diálisis extraordinarias, aunque se aconseja en el caso de administración de gadolinio que se haga la prueba con contraste el día anterior o el mismo día que tenga pautada la diálisis".
"No se habla de alergia a los contrastes radiológicos, sino de reacciones medicamentosas adversas"
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Sebastià también detalla las posibles contraindicaciones del uso de contraste. En este sentido, la radióloga aclara que, a día de hoy, "no se habla de alergia a los contrastes radiológicos, sino de
reacciones medicamentosas adversas. El principal efecto medicamentoso adverso del contraste yodado es el
empeoramiento de la función renal en pacientes con función renal previamente alterada, actualmente esta asociación se denomina lesión renal aguda post-contraste (
LRA-PC)".
De hecho, la radióloga subraya que "estudios recientes han demostrado que la
prevalencia de la LRA-PC ha sido históricamente sobrevalorada, basando los resultados en los efectos secundarios de los primeros contrastes yodados (iónicos e hiperosmolares) que ya no se utilizan porqué presentaban una importante toxicidad. Los contrastes yodados que se utilizan actualmente (no iónicos e iso- o hiposomolares) tienen una toxicidad extremadamente menor que puede ser prácticamente soslayada si se hidrata correctamente al paciente antes y
después de la prueba ya sea por vía oral o endovenosa".
En cuanto al gadolinio, Sebastià detalla que "se puede decir que la
fibrosis nefrogénica sistémica (FNS) que aparecía en pacientes con insuficiencia renal, a los que se administraba este contraste, está prácticamente erradicada desde que se han dejado de utilizar los quelatos lineales del gadolinio, en la actualidad solo tienen esta molécula los contrastes órgano-específicos previamente mencionados que no se asocian a la FNS".
"Las 'alergias' al gadolinio son excepcionales y deben tratarse igual que las reacciones adversas al yodo"
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El estudio de los efectos del gadolinio
En cuanto a los posibles efectos del gadolinio, la radióloga aclara que, en estos momentos, "se está estudiando
qué ocurre con el depósito de gadolinio en los núcleos de la base que se observa tras la administración continuada de gadolinio. Hasta ahora,
no se ha asociado este depósito a ningún síntoma clínico. Es importante recalcar que estos depósitos se asocian a la administración continuada de gadolinio y no tienen relación con la
función renal. También existe controversia sobre la contaminación medioambiental asociada al gadolinio una vez excretado por el cuerpo humano. El contraste ecográfico no presenta efectos secundarios, es inocuo y muy seguro, la única contraindicación que se contempla actualmente es la insuficiencia cardiaca".
En cuanto a lo que hasta hace poco se denominaban "alergias al yodo, muchas de ellas como las náuseas momentáneas, mareos y la aparición de una o unas pocas ronchas cutáneas
no requieren premedicación ni control posterior. En el caso de reacciones más graves, ninguna medicación profiláctica previene que esta se repita y el hecho de que se haya inyectado contraste una vez sin problemas, no previene de que pueda existir una reacción grave en una inyección posterior".
Igualmente, Sebastià añade que "en caso de aparición de reacciones adversas al contraste, son los Servicios de Alergología y Anestesia los que
determinan el tipo de reacción (leve, moderada, o grave) y si puede o no volver a inyectarse contraste yodado y en qué condiciones. En general, como medida más efectiva, todos los servicios de radiología deben tener un circuito perfectamente coordinado y revisado de forma periódica para poder actuar de forma premura y con efectividad, si aparece una de estas reacciones graves".
Actualmente "se aboga por cambiar el tipo de contraste ante una reacción leve o moderada a la realización de premedicación profiláctica. La '
alergias' al gadolinio son excepcionales y deben tratarse igual que las reacciones adversas al yodo", manifiesta la radióloga.
Indicaciones del contraste para niños y adultos
Sebastià también ha diferenciado cuáles son las
indicaciones del contraste en niños y en adultos. De hecho, ha recalcado que "puede utilizarse en los dos grupos poblacionales y para las
mismas indicaciones". Lo único que se ha de tener en cuenta es "ajustar la dosis al peso del paciente y que el cálculo de la función renal se hace de forma distinta".
Por un lado, "
nunca debe demorarse el diagnóstico de un paciente negándole el contraste, si hacerlo puede empeorar su pronóstico vital impidiendo un correcto diagnóstico o demorando su tratamiento. Y, por otro lado, debe valorarse siempre si ese mismo diagnóstico puede hacerse con otra técnica o protocolo radiológico que no utilice radiaciones ionizantes, ni contraste con la misma exactitud".
Finalmente, la radióloga añade que "esta segunda norma es de
especial importancia para los niños, por lo cual se utiliza siempre que sea posible la ecografía que tanto, sin o con contraste ecográfico, no presenta ninguna contraindicación ni se ha descrito ningún efecto secundario del contraste ecográfico en
pacientes no cardiópatas que a su vez no se excreta por el riñón si no por la vía respiratoria", concluye.
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