Los problemas de sueño y la fatiga crónica también fueron predictores del episodio depresivo.
Un estudio llevado a cabo por investigadores el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid (
UAM) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (
Cibersam) ha confirmado que los
problemas depresivos se vuelven
crónicos en la
edad anciana y se
agravan con la
soledad.
El trabajo, realizado con la colaboración de investigadores del Parc Sanitari Sant Joan de Deu (Barcelona), de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y el King's College London (Reino Unido), dentro del proyecto 'Athlos', que está
financiado por la
Comisión Europea dentro del
marco Horizonte 2020, se ha realizado sobre una muestra de más de
40.000 personas mayores de 65 años, procedentes de
15 países europeos, entre ellos
España, y de
Estados Unidos,
Japón,
Corea del Sur y
México.
"Los participantes fueron encuestados a lo largo del tiempo sobre
aspectos sociodemográficos,
problemas de salud y
factores socioemocionales, como
hábitos de vida y
síntomas depresivos. El estudio comprendía un seguimiento de 18 años, bajo un método estadístico robusto, basado en modelos multi-estado", ha dicho el investigador que lideró el estudio,
Alejandro de la Torre Luque.
Repetición a los dos años
Los resultados, publicados en la revista
Acta Psychiatrica Scandinavica, han destacado que la mayor parte de las personas se muestran
resistentes a las
vivencias cotidianas y
no reacciona con
elevados síntomas depresivos. De hecho, en torno al cinco por ciento de los participantes mostró al menos
un episodio de síntomas depresivos.
"El trabajo presenta importantes implicaciones para desarrollar propuestas terapéuticas hacia factores específicos"
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Al mismo tiempo, existía una probabilidad del 27 por ciento de que el episodio depresivo se repitiera en un posterior momento de seguimiento, generalmente a los dos años. "En otras palabras, en uno de cada cuatro personas con un
episodio depresivo este
persistía en el
siguiente momento de seguimiento", han detallado los autores.
La
soledad principalmente, pero también la presencia de
problemas de sueño y la
fatiga crónica, fueron los predictores con mayor efecto en mostrar un episodio depresivo y en su persistencia. Asimismo,
enviudar también fue un
predictor importante para explicar la
aparición del episodio de
elevados síntomas depresivos, aunque
no para su
persistencia.
"Este trabajo presenta
importantes implicaciones para desarrollar
propuestas terapéuticas hacia factores específicos, como soledad o problemas de sueño, que pueden ser modificables y que lleven a reducir y eliminar la sintomatología depresiva en la edad anciana. En este sentido se aboga por una
mayor concienciación de los
agentes sociales en la importancia de proveer a la persona mayor de
estrategias eficientes para lidiar con la
soledad, dado su
elevado impacto negativo", han zanjado los expertos.
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