Solo seis regiones siguen sin contar con un plan específico más allá de las estrategias ligadas a la salud mental

Último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
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13 oct. 2024 18:40H
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La ministra de Sanidad, Mónica García, presentó el pasado mes de septiembre los ejes fundamentales en los que se centrará el Plan de Acción para la Prevención del Suicidio a nivel nacional. Principalmente, según aseguró, tratará de fortalecer los sitemas de información y mejorar la coordinación entre los distintos niveles asistenciales.

Aun así, las competencias en salud mental están transferidas principalmente a las comunidades autónomas, que llevan una serie de años ideando planes y medidas en este ámbito y, concretamente, en la prevención del suicidio. En 2022 eran ocho las comunidades autónomas que contaban con planes específicos de prevención más allá de las estrategias ligadas a la salud mental (La Rioja, Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Aragón, País Vasco y Extremadura). Se trata de proyectos concretos que no solo trabajan desde el punto de vista de la salud, sino que también ponen el foco en el papel de la sociedad para detectar los casos a tiempo, así como el papel de los profesionales sanitarios tanto de Atención Primaria como Hospitalaria.

Actualmente, en 2024, solo seis regiones (Murcia, Cantabria, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias) siguen sin contar con un programa o plan específico que aborde este problema fuera del plan de salud mental. El resto de ellas han creado sus propias estrategias y programas a lo largo de estos años.

Andalucía ha sido la última en dar el salto y diseñar su propio programa de prevención de conductas suicidas en 2023. Por su parte, Navarra, tras contar con un protocolo de colaboración desde 2014, está actualizando en estos momentos su documento oficial y perfeccionará sus acciones en prevención, promoción y formación.

En general, los planes más desarrollados analizan en profundidad la situación del problema en la respectiva comunidad autónoma y realizan un diagnóstico de causas principales. Además, añaden acciones respecto a la formación de profesionales sanitarios y no sanitarios. Otro punto importante que abunda en los diferentes textos es la coordinación entre los sanitarios de Atención Primaria y la detección de conductas suicidas.

Murcia


La Estrategia de Mejora de la Salud Mental 2023-2026 de Murcia establece en su primer eje como una de sus líneas estratégicas la prevención del suicidio. Entre sus actuaciones destacan desarrollar el programa de prevención y detección precoz del suicidio, la mejora del abordaje de la conducta suicida, elaborar el protocolo de prevención de la conducta suicida en Urgencias Hospitalarias y desarrollar un proyecto de acompañamiento a personas supervivientes.

Hay que destacar que en la región murciana se ha puesto en marcha la Guía de prevención del suicidio en el ámbito escolar, dirigida a profesionales del ámbito educativo y sanitario y cuyo objetivo principal es orientar y dirigir el proceso de detección e intervención ante conductas suicidas en centros educativos. Además, pretende conseguir otros objetivos como proporcionar información sobre la ideación y la conducta suicida, ayudar a promocionar un ambiente escolar y social protector y orientar el adecuado manejo frente a las señales de alerta.

Cantabria


Las líneas estratégicas del Plan de Salud Mental de Cantabria 2022-2026 se centran en la salud mental en Atención Primaria, en el trastorno mental grave y en la prevención y el abordaje de la conducta suicida. Este último apartado recoge actuaciones de humanización, como la difusión de recursos de ayuda (024 y teléfono de la esperanza) en la promoción y en la prevención y en la equidad.

Por otro lado, el Servicio de Psiquiatría del Hospital de Valdecilla lleva años desarrollando el programa CARS de prevención de la conducta suicida. Gracias a esta iniciativa, “se proporciona atención especializada en un margen de 24 horas desde que se produce el ingreso a través de Urgencias de una persona que ha intentado suicidarse o que ha acudido a nosotros pidiendo ayuda” y, después, “continúa de manera intensiva e integral, durante un año” en el que a los pacientes se les facilita “tratamiento farmacológico y herramientas útiles para manejar sus pensamientos suicidas”, según Jesús Artal, jefe del Servicio de Psiquiatría de Valdecilla.

Principado de Asturias


En Asturias, las acciones encaminadas a reducir la incidencia, la prevalencia y el impacto de la conducta suicida, se incluyeron en el Plan de Salud Mental de Asturias 2023-2030, bajo la denominación de Agenda Única. Algunas de las acciones recogidas son realizar y difundir informes epidemiológicos detallados sobre la conducta suicida con una periodicidad anual o incorporar la prevención del suicidio a las líneas prioritarias de ayudas a la investigación desde las instituciones públicas.

En el ámbito de la atención sanitaria, dicha comunidad autónoma cuenta desde 2018 con un Protocolo de detección y manejo de caso en personas con riesgo de suicidio. Además, actualmente se está conformando un grupo motor que liderará la elaboración de la Agenda Única, en línea con la Organización Mundial de la Salud y con el Plan de Acción de Prevención del Suicidio del Ministerio de Sanidad, en el que se está trabajando.

Castilla-La Mancha


En Castilla-La Mancha existe el Plan de Salud Mental 2018-2025. Si se profundiza en su contenido, el documento refleja un apartado dedicado a Estrategias para la prevención del suicidio y la intervención ante tentativas autolíticas. Dichas líneas de actuación están elaboradas por psicólogos clínicos, psiquiatras, enfermeras, trabajadores sociales y diferentes altos cargos de la Administración manchega.

Los datos que se recogen en el texto oficial (tasas o variables sociodemográficas) muestran la situación del suicidio hasta 2015 en la región. Uno de los apartados incluso profundiza en los números existentes de fallecimientos por suicidio en cada una de las ciudades.

Las estrategias de intervención se sustentan en cuatro líneas principales, que tienen como objetivos desde mejorar el conocimiento sobre el suicidio en Castilla-La Mancha hasta favorecer la coordinación entre niveles asistenciales y del ámbito sociosanitario para intervenir “de forma efectiva en situación de riesgo”. Hay que destacar que tres de ellas se focalizan en la prevención a base de conocimiento.

Establecer sistemas de coordinación entre los EAP (Medicina de Familia y Pediatría), ofrecer formación a los profesionales de la salud de Atención Primaria en evaluación y gestión de las conductas suicidas u ofrecer y divulgar servicios de ayuda son ejemplos de acciones que se proponen.
 

Castilla y León


Por su parte, Castilla y León también ha creado una Estrategia de prevención de la conducta suicida 2021-2025, dentro del IV Plan de Salud de Castilla y León. En este caso, se presentan los diferentes métodos de suicidio empleados en la comunidad. Los números muestran que en esta región la tasa ajustada de mortalidad por suicidio es mayor en hombres (9,98 por ciento en 2019) que en mujeres (3,75 por ciento en 2019). Por ello, se podría considerar que se desarrolla un amplio diagnóstico de causalidad. De hecho, la estrategia de la Junta investiga en los factores de riesgo individuales, familiares y del entorno que pueden llevar a una persona a tener una conducta suicida.

El principal objetivo de esta iniciativa, tal y como se refleja en el documento, es disminuir al máximo la incidencia y la prevalencia del suicidio en Castilla y León, garantizando una atención adecuada de la persona y sus allegados, mediante el abordaje integral del proceso de prevención, atención y seguimiento de la conducta suicida.

Entre las medidas de prevención universal destacan reducir el acceso a medios letales, así como el consumo de alcohol, fomentar prácticas informativas responsables en los medios de comunicación y mejorar la información y reducir el estigma. La formación de profesionales sanitarios respecto al suicidio es uno de lo flancos principales del texto, aunque también se le da una gran importancia a fomentar la investigación epidemiológica, clínica y social.

Canarias


Canarias cuenta con el Programa de Prevención de la Conducta Suicida en Canarias, que forma parte del Plan de Salud Mental de Canarias 2019-2023. En el documento, de más de 300 páginas, se reflejan los factores de influencia y las señales de alerta respecto al suicidio.

Los objetivos principales son siete. Uno de ellos es mitigar el probable efecto negativo de la pandemia por SARS-CoV-2 en la conducta suicida de la población, lo que indica que ha existido una actualización tras el estado de alarma vivido, sobre todo, en 2020. Otros puntos clave son mejorar la actuación clínica en situaciones específicas de riesgo y complejidad, formar y sensibilizar a colectivos profesionales no sanitarios y realizar acciones de carácter preventivo.

Entre las acciones elegidas por el Ejecutivo canario destacan la coordinación entre el Servicio Canario de Salud (SCS) y los Institutos de Medicina Legal para el desarrollo de posibles mejoras en los registros e información epidemiológica sobre suicidio o la planificación de una Unidad de Internamiento Ultrabreve por provincia para pacientes con riesgo suicida "considerable e incierto".

Además, recientemente se ha presentado el Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias, que se implementa en las aulas del archipiélago desde este curso 2024-2025. Como complemento, el SCS puso en marcha hace un año una web con información, materiales y asesoramiento para personas con ideación suicida, personas en riesgo y familiares. 

Comunidad de Madrid


En 2022, se ideó el Plan de Prevención del Suicidio de la Comunidad de Madrid 2022-2026. El texto recoge los objetivos y actuaciones que, mediante un enfoque de carácter multisectorial, va a desarrollar la Comunidad de Madrid en los próximos años para la prevención de la conducta suicida. Aun así, desde el Gobierno autonómico se lleva trabajando desde hace más de 10 años en líneas estratégicas.

El documento ha sido elaborado de forma participativa con los diferentes ámbitos de la administración regional y local, y con la necesaria participación de la sociedad civil organizada, en forma de asociaciones y entidades públicas y privadas, planteando acciones en los sistemas de salud pública, sanitaria y social, así como de educación, empleo, seguridad y justicia. Entre los múltiples factores que pueden desencadenar el suicidio, la región ha elaborado guías y materiales para analizar los síntomas, tanto por los propios pacientes, como por familiares, o educadores.

Andalucía


El Programa de Prevención de la Conducta Suicida en Andalucía 2023-2026, se puso en marcha durante el verano de 2023. Su objetivo es reducir la incidencia y prevalencia de la conducta suicida a través de estrategias y acciones, concienciar acerca del suicidio como un problema global y establecer medidas para disminuir el sufrimiento de las personas que presentan un intento de suicidio y de sus familias.

Concretamente, el programa se desarrolla en siete áreas de actuación basadas en los niveles de prevención recomendados por la Organización Mundial de la Salud, tal y como ha asegurado la Junta de Andalucía. Dichas áreas engloban la formación y sensibilización y la capacitación de referentes en prevención y profesionales en el 061 y Salud Responde, la formación de las enfermeras referentes escolares o la atención infanto-adolescente. De hecho, el documento plantea la implementación de un Código Suicidio en Andalucía y un programa de alta intensidad para determinados perfiles de personas.

Navarra


En el caso de Navarra, el Protocolo de colaboración interinstitucional de Prevención y actuación ante conductas suicidas (Julio 2014) tiene como objetivo principal reducir la mortalidad y mejorar la respuesta ante las conductas suicidas de la población navarra a través de prevención, intervención, seguimiento y coordinación de todos los recursos.

Una de las herramientas destacadas de este plan es el Código Suicidio, que facilita la identificación y el seguimiento de personas en riesgo a través de una atención terapéutica de carácter preferencial. Actualmente, el protocolo se encuentra en un proceso de actualización, liderado por la Comisión Interinstitucional del Suicidio (Napresui).

Dicho documento establece un sistema de coordinación entre los profesionales de salud, educación, servicios sociales, emergencias, policía, medios de comunicación y agentes sociales y conceptualiza el suicidio como un problema que afecta a todas las instituciones, incluida la sociedad civil, y no únicamente a las sanitarias. Por este motivo, se está revisando y actualizando y, tras ello, se elaborará una estrategia que tiene como principal objetivo ser más eficaces y mejorar las líneas de actuación llevadas a cabo durante los diez años de actividad de la comisión. 

Radiografía del suicidio en España (2018-2022)


Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la comunidad autónoma con una menor tasa de suicidio en 2022 fue Madrid, con un 5,92 por ciento. Muy de cerca le siguen Cataluña y País Vasco, con un 7,84 por ciento y un 7,87 por ciento respectivamente.

Por el otro lado se encuentran el Principado de Asturias, con una tasa del 12,53 por ciento y Galicia, con un 12,16 por ciento. La tercera región con peores datos es Canarias (10,59 por ciento), y la cuarta, Castilla y León (10,17 por ciento).

Si se realiza una comparación con los datos de 2018, Cantabria es la comunidad autónoma cuya tasa más ha crecido en los cuatro años (+5,23 por ciento), seguida de Baleares (+3,05 por ciento) y La Rioja (+2,36 por ciento). De hecho, solo hay dos regiones en las que la tasa de suicidio ha cedido en dicho periodo: Asturias y Aragón, donde ha bajado un 0,94 por ciento y un 0,58 por ciento respectivamente.

Prevención del suicidio

 
En España, el Plan nacional de actuaciones sobre el suicidio es una de las prioridades a las que se destinarán los Presupuestos Generales del Estado de 2025 en materia sanitaria. Según confirmó José Antonio Luengo, vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España, el Plan Nacional Antisuicidio deberá abordar un modelo de intervención exhaustivo de salud mental en Atención Primaria, profundizar en el Área de Servicios Sociales y trazar un plan en el ámbito educativo.

Si una persona necesita ayuda, existe la línea de atención a la conducta suicida del Ministerio de Sanidad (024), el teléfono de la esperanza (717 003 717) o el programa de prevención, divulgación y formación de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio.
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