La
mala calidad de la
dieta, la
inactividad física, los
malos hábitos de sueño y los comportamientos
sedentarios se han asociado en distintos trabajos con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH). Sin embargo, ningún estudio prospectivo ha examinado la importancia, tanto de forma independiente como combinada, de cumplir con las recomendaciones de estilo de vida establecidas en la infancia para el trastorno en la adolescencia.
Los expertos realizaron un encuesta sobre el estilo de vida entre 3.436 estudiantes de 10 a 11 años
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Por eso, investigadores canadienses han examinado las asociaciones de
adherencia a las recomendaciones de estilo de vida con la incidencia del TDAH y la utilización de servicios de salud asociados con el el trastorno en un estudio que se ha publicado en
Psychosomatic Medicine.
Para hacer este trabajo, los expertos realizaron una encuesta sobre el estilo de vida entre
3.436 estudiantes de 10 y 11 años que se relacionó con datos administrativos de salud. Después, examinaron las asociaciones entre el cumplimiento de nueve recomendaciones de estilo de vida con el diagnóstico de TDAH y el número de visitas al especialista hasta los 14 años.
Diferencias según el número de recomendaciones seguidas
Los investigadores vieron que antes de los 14 años, el 10,8 por ciento de los estudiantes recibió un diagnóstico de TDAH. Las recomendaciones de reunión para verduras y frutas, carne y alternativas, grasas saturadas, azúcares añadidos y actividad física se asociaron con menos diagnósticos de TDAH.
La promoción de un estilo de vida saludable puede tener beneficios para el TDAH
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En comparación con los niños que cumplieron de una a tres recomendaciones, el cumplimiento de las siete a nueve de estas se asoció con una
incidencia sustancialmente
menor de TDAH y menos visitas al médico relacionadas con el trastorno.
Los investigadores recalcan que existen recomendaciones de estilo de vida para beneficiar el
desarrollo y la
salud física y que su promoción, lejos de provocar algún daño, puede tener beneficios para el TDAH. Aún así, recuerdan que se necesita evidencia experimental para aclarar la posible relación bidireccional entre el TDAH y los comportamientos adversos para la salud.
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