El estudio ha sido desarrollado por el Hospital Gregorio Marañón

El riesgo genético de sufrir esquizofrenia y psicosis, mayor en las mujeres
Los investigadores Javier González y Álvaro Andreu dan respuesta a las relaciones genéticas entre la esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos


8 feb. 2022 18:00H
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Un estudio publicado en la revista Nature Communications que ha sido realizado por el equipo del director del Instituto de Psiquiatrı́a y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón y jefe de grupo del Centro de investigación médica de Salud Mental (Cibersam), Celso Arango, afirma que el aislamiento y la soledad va ligada con la esquizofrenia.

El estudio, dirigido por Javier González Peñas en colaboración con Álvaro Andreu Bernabéu, ambos investigadores del Marañón, ha contado además con la colaboración de diferentes grupos del Cibersam que participan en el Consorcio de Genómica Psiquiátrica. Las conclusiones sugieren que existe un riesgo genético unido entre soledad y esquizofrenia y que éste puede tener un papel más importante en mujeres que en hombres. Esta conclusión daría fuerza que la experiencia subjetiva del aislamiento social, que ha aumentado debido a la pandemia, podría tener más consecuencias negativas en las mujeres, incluido el riesgo de desarrollar psicosis.


"El aislamiento social ha aumentado debido a la pandemia"


Los investigadores del Marañón y el Cibersam han utilizado una muestra de 3.488 personas (1.927 con esquizofrenia y 1.561 controles sanos) para demostrar la contribución genética de la soledad y aislamiento social al riesgo de sufrir esquizofrenia. Para lograrlo se ha analizado el aislamiento social objetivo (falta de relaciones sociales) como el aislamiento percibido (la soledad, un sentimiento subjetivo de angustia asociado a la falta de relaciones significativas, independientemente de la cantidad de contacto social).

El riesgo genético, más común en mujeres que en hombres


Pese a que es común que las personas aisladas se sientan solas, este aislamiento no siempre está ligado a sentimiento de soledad, pese a que ambos son considerados factores de riesgo para la aparición de posibles trastornos mentales.

Tal y como explica el director del trabajo, Javier González Peñas, “subdividimos el riesgo genético que predispone a esquizofrenia en función de su efecto en la soledad y el aislamiento, encontrando que el riesgo genético que era común tanto a esquizofrenia como la soledad y aislamiento era mayor en mujeres que en hombres. Además, este riesgo genético común correlaciona con depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dependencia del alcohol y autismo.”

"Subdividimos el riesgo genético que predispone a esquizofrenia en función de su efecto en la soledad y aislamiento"


Así pues, tal y como comenta el primer firmante del trabajo, Álvaro Andreu Bernabéu, “nuestros resultados indican que este riesgo genético compartido entre esquizofrenia y soledad podría ayudarnos a entender las relaciones genéticas entre la esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos complejos como el trastorno bipolar, la depresión mayor o el trastorno obsesivo-compulsivo”.

Para finalizar, tal y como indica Celso Arango, que también ha colaborado activamente en el estudio, “estos hallazgos abren la posibilidad de desarrollar intervenciones frente la soledad y el aislamiento para la prevención y mejora de la evolución clínica de trastornos de espectro de la esquizofrenia, sobre todo después de las condiciones de aislamiento social a la que nos hemos visto obligados por la pandemia y el confinamiento”.

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