Keith Conners, uno de los especialistas en TDAH de fama mundial, es autor del test que se ha utilizado en un estudio crítico con el DSM-V.
Revés para el
manual diagnóstico de enfermedades psiquiátricas estadounidense, el DSM-V.
Un nuevo estudio que publica Revista de Neurología tacha de “imprecisos” los términos meramente
clínicos que delimitan la
enfermedad en esa guía de
referencia mundial, y concluye que resultan
insuficientes para aclarar el diagnóstico.
Aparte de la
evaluación preceptiva del psiquiatra, la investigación pone el acento en que el niño con sospecha del
trastorno sea examinado desde el punto de vista
neuropsicológico.
Para ello, propone test específicos como el
Conners Continuous Performance Test (CPT-II), patente del médico
Keith Conners, quien está reconocido como uno de los especialistas punteros en el TDAH que se centra en medir con precisión la capacidad del menor
para controlar sus impulsos (lo que se conocer como control inhibitorio).
Asimismo, el trabajo utiliza otros dos test diseñados para delimitar distintos síntomas de la patología: el de
Stroop, que mide la inteligencia y la memoria de trabajo, y la escala de inteligencia de
Wechsler para niños.
50 niños, 12 mujeres y 38 varones
Los autores del estudio sometieron a esas tres pruebas a
50 personas, 12 mujeres y 38 varones, con edades comprendidas entre los ocho y los diez años. De ese modo obtuvieron información de las
funciones ejecutivas de los niños que aportan luz sobre su condición neuropsicológica más allá de la mera definición del trastorno que se publica en los manuales.
Al contrastar los resultados de los test con los seis síntomas descritos en el DSM-V para el TDAH, los autores confirman esas “imprecisiones” en la definición oficial del trastorno y
lo que sucede en la realidad.
Para ser precisos, vieron que no había diferencias importantes en la memoria de trabajo en dos grupos de pacientes estudiados. Asimismo, las niñas presentaban
mejores habilidades en flexibilidad cognitiva que los menores varones, y los pequeños con diagnóstico de TDAH en efecto tenían más dificultades en el control inhibitorio.
“Criterios sin definir con claridad”
“Confirmamos que las definiciones del TDAH en el DSM-V son imprecisas; se trata de
una escasa enumeración de síntomas clínicos del trastorno, sin definir con claridad criterios propios de él”, aseguran.
De acuerdo con sus conclusiones, resulta necesaria una evaluación neuropsicológica de las
funciones cerebrales superiores del niño, y no solo una lectura del manual diagnóstico más o menos corroborada durante la entrevista clínica.
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