El 23% de estos niños también sufren síndrome de piernas inquietas.
21 mar. 2018 13:20H
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En pacientes con patologías crónicas, sufrir procesos asociados a problemas de sueño pueden agravar su situación o incluso haber colaborado en su desencadenamiento, según ha señalado el miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Sueño (SES), Óscar Sans. Enfermedades como el alzhéimer, la demencia con más frecuencia en España, se relacionan con la apnea del sueño. En cuanto a niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el 70 por ciento de ellos presentan dificultades para iniciar el sueño y el 23 por ciento sufren el llamado síndrome de piernas inquietas.
Por su parte, en las supervivientes de cáncer de mama se ha demostrado que existe un elevado porcentaje de insomnio, que comienza en el diagnóstico de la enfermedad, continúa en ocasiones desencadenado por los tratamientos aplicados, y persiste una vez superada la enfermedad debido al temor de recaídas.
Ritmos circadianos
Los ritmos circadianos se refieren a eventos cíclicos que ocurren en el cuerpo. Los relojes biológicos corporales producen estos ritmos y se ha demostrado que mantenerlos regulares reduce el riesgo de sufrir entre otros, trastornos del sueño, mentales, así como otros problemas de salud.
Estos ritmos son los responsables de que se duerma durante la noche y para mantenerse activos el resto de la jornada. No existe un solo ritmo circadiano, si no que cada persona tendrá el suyo, pudiendo ser este más matutino (personas con mayor facilidad para madrugar) o vespertino (quienes se mantienen más activos durante la tarde-noche).
A estos modelos individualizados se les llama cronotipos. "Es importante que cada uno conozca a qué cronotipo se ajusta más, con el fin de poder adaptar lo máximo posible sus rutinas a él", ha destacado el coordinador del Grupo de Cronobiología de la SES, Javier Albares.
Factores que influyen en el sueño
Se ha demostrado que un sueño insuficiente está relacionado con un aumento del apetito y una mayor sensibilidad a los estímulos alimentarios, con imapactos negativos en la atención, la memoria y el aprendizaje. Además, estudios sugieren que la calidad del sueño, más que la cantidad, influyen en la calidad de vida, además de estar asociados al aumento de peso. Entre los factores que Javier Albares señala que influyen en los ritmos biológicos destacan tres: la luz, el ejercicio físico y la alimentación.
En el caso de la luz, Albares advierte la necesidad de disfrutar de 2 horas de luz natural al día, preferiblemente por las mañanas, lejos de los actuales 30 minutos que, de media, los españoles realizan esta actividad.
En cuanto al ejercicio físico, se recomienda llevarlo a cabo por las mañanas, ya que debido a su acción estimulante mantendrá al individuo activo. En el caso de ancianos, sin embargo, esta actividad es mejor realizarla durante la tarde, ya que las personas mayores tienden a dormir "demasiado temprano" y así conseguirán mantenerse activos más tiempo.
Por último, en la alimentación, se aconseja cenar al menos 2 horas antes de irse a dormir, ya que el sistema digestivo es uno de los que más sufren las alteraciones de los ritmos circadianos.
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