Un adolescente mirando su teléfono móvil.
Los equipos de Psiquiatría infantil son consultados a menudo para la evaluación de niños y adolescentes si se detectan indicios de intentos de suicidio o autolesiones. Desde la
pandemia por Covid-19, los expertos de esta área en Estados Unidos, han visto como cada vez llegaban más casos de adolescentes y niños con lesiones no intencionales, incluso experiencias cercanas a la muerte, que se atribuían a
desafíos de TikTok que habían salido mal.
Onomeasike Ataga y Valerie Arnold, del departamento de Psiquiatría infantil y adolescente de la
Universidad de Tennesse (EE.UU), no solo han estudiado la tipología de dichas lesiones sino también sus repercusiones a corto plazo en el estado emocional de los menores, al ser capaces de desencadenar un trastorno depresivo mayor.
De hecho, el 38 por ciento de las lesiones puede desembocar en una "
depresión a los seis meses" y
trastorno de estrés postraumático en entre el 10 y el 22 por ciento de los casos, según expone el estudio titulado
'Los retos de TikTok-Lesiones no intencionales vs intentos de suicidio'. Unos datos que llevan intrínsecamente un aumento del riesgo de muertes intencionales, ya que en comparación con la
población general de EE.UU, "los pacientes lesionados tienen más probabilidades de
suicidio", han explicado las especialistas, al detallar las consecuencias de una exposición a un acontecimiento traumático, sobre todo en el contexto de factores de riesgo biopsicosociales.
En su artículo, publicado en la un artículo de la revista JAMA Psychiatry, las expertas se refieren concretamente al "factor precipitante" que puede derivar de esta red social al haber vivido alguna "
experiencia cercana a la muerte" ligada con un reto viral, algo que han tildado de "perturbador" pero que es necesario que sea evaluado por los profesionales.
Problema de Salud Pública
El documento señala una serie de 'challenges' entre los que figuran el"
desafío del desmayo", donde hay una privación de aire por ahogamiento hasta desmayarse; el "
reto Benadryl (difenhidramina)", en el que se consume en grandes cantidades de este medicamento para inducir alucinaciones o la "
prueba del fuego", donde las personas que participan vierten algún líquido inflamable en una superficie o el propio cuerpo humano para que arda.
"Es importante identificar a los pacientes que han experimentado una respuesta de estrés traumático y proporcionar una intervención de salud mental temprana", declaran ambas autoras. Lo más adecuado, a su modo de ver, es reconocer este escenario como "un problema emergente de Salud Pública", debido a los grandes problemas que causa en la
población infantil y adolescente.
Las expertas ponen sobre relieve la dificultad que supone en ocasiones "
descifrar el contexto real de las lesiones", ya que han afirmado recibir niños que llegaban con lesiones inducidas por estas prácticas virales, pero que ya tenían ideas suicidas previas. Ponen como ejemplo el caso de una niña de 10 años, encontrada inconsciente en su habitación. La pequeña les había dicho que estaba haciendo "
el reto del desmayo", y, aunque en un principio dicha situación se iba a relacionar con
TikTok, una entrevista posterior reveló que la menor era víctima de
bullying y había tenido pensamientos autolíticos.
Medidas para prevenir estos retos
Como primer paso para procurar que los menores
eviten estos retos extremos, las expertas han invitado a proporcionar "psicoeducación" a las familias sobre el uso seguro de redes sociales, motivando así a los progenitores a que hablen con sus hijos sobre ellas y supervisen el contenido que visualicen.
Desde el punto de vista del profesional, ambas psiquiatras explican la importancia de preguntar a los jóvenes sobre su uso de redes sociales, además de considerar los factores de riesgo intrapersonales (
biológicos, psicológicos…) y los ambientales. En los casos en los que proceda, también recomienda la hospitalización "cuando haya riesgo o
condiciones comórbidas", entre otros.
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