Hospital Vithas Castellón.
La unidad de neurofisiología del
Hospital Vithas Castellón ha colaborado recientemente en la
cirugía de dos exeresis tumorales de
nervio periférico a través de la
monitorización neurofisiológica intraoperatoria: una tecnología capaz de detectar posibles complicaciones durante la cirugía, permitiendo reducir el riesgo de lesiones neurológicas. Esta técnica consiste en la presencia en el quirófano, durante una intervención quirúrgica, de un neurofisiólogo. Este profesional será el encargado de
detectar principios de lesión neurológica antes de que sean irreversibles, para que se puedan corregir.
Las intervenciones de exeresis tumorales de nervio periférico, una de nervio ciático y la otra de nervio cubital, han sido realizadas en Vithas Castellón, por los neurocirujanos
Oscar Cortés y
Jesús Merino, con la ayuda, en el caso de la intervención de nervio ciático, de
Alejandro Calvente, traumatólogo. En ambas operaciones, la
Susana Casaña, neurofisióloga de la unidad, ha monitorizado en tiempo real, las intervenciones realizadas controlando las diversas funciones neurológicas del paciente para evitar lesiones irreversibles, como la
pérdida de fuerza muscular (déficit motor) o alteraciones en la sensibilidad.
Ventajas de la técnica
"Con la monitorización se consigue una cirugía más avanzada y segura"
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Tal como explica Casaña, “mientras el cirujano realiza su trabajo, yo monitorizo mediante electrodos, la parte del sistema nervioso susceptible de ser dañada, lo que me permite comprobar la correcta función y sus posibles daños in situ”, y agrega “la monitorización neurofisiológica intraoperatoria
asiste al equipo quirúrgico en la toma de decisiones, permitiendo disminuir la incidencia de daño neurológico permanente postoperatorio. Implica sin duda un
apoyo al cirujano pues al monitorizar la función nerviosa durante la cirugía, se evitan posibles lesiones neurológicas, por lo tanto, se disminuye la morbilidad y mejora el manejo quirúrgico”.
Según Merino, “la monitorización nos aporta dos beneficios muy importantes: en primer lugar, en
las cirugías accedemos a zonas por donde pasan nervios, por lo que necesitamos saber si durante la intervención estamos lesionando o no la parte sana del nervio y eso se consigue con la monitorización. Además, con esta técnica, se comprueba la funcionalidad antes, durante y a final de la cirugía, es decir, si es preferible o no parar dependiendo de las lesiones que se puedan producir en los nervios”.
Casaña subraya que, “con la monitorización neurofisiológica intraoperatoria de nervio periférico se consigue una cirugía más avanzada y segura; realmente
conseguimos evitar muchas complicaciones neurológicas que, dependiendo del área que esté en riesgo podría ir desde una falta de sensibilidad en una zona muy concreta a alteraciones motoras importantes que invaliden al paciente de por vida”.
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