Alba Vergés, consejera catalana de Salud, y Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad madrileño.
La
campaña de vacunación contra el Covid-19 ha vuelto a abrir el debate entre la
colaboración de la sanidad privada y la sanidad pública. Por un lado, se encuentra el bajo ritmo de vacunación, con una tasa de inyección que ronda el 60 por ciento de las dosis recibidas, y por el otro, la disposición de los centros privados para acelerar la velocidad de vacunación sin acarrear un coste extra para las administraciones.
Los epidemiólogos han dejado claro que cuanto antes se alcance la inmunidad de grupo, antes se vencerá al Covid-19. Sin embargo, en el inicio de la campaña y ante el ofrecimiento de la sanidad Privada, el ministro de sanidad Salvador Illa aseguró que l
a sanidad pública tiene “los recursos suficientes para poder administrar las dosis” que se van recibiendo.
La mayoría de la Comunidades Autónomas han seguido la hoja de ruta marca por el titular de sanidad salvo
Cataluña y Madrid, que han decido
colaborar con la sanidad privada para agilizar el proceso de vacunación.
La primera de ellas tiene el control de la sanidad privada tras decretar, a finales de año y en plena segunda ola del Covid-19,
el mando único sanitario. Por ello, desde el principio de la campaña contó con los centros privados. “El personal formado trabaja en distintos dispositivos del CatSalut, también en el ámbito privado y sociosanitario. Por lo que
la vacunación también se hará en los centros privados y desde los propios centros de salud privados”, respondía a
Redacción Médica, Alba Vergés, consejera de Salud, en una rueda de prensa.
En el caso de la
Comunidad de Madrid, el Ejecutivo regional ha optado por utilizar un
contrato de emergencia y ha habilitado a
Cruz Roja para que apoye a las labores de vacunación contra el coronavirus.
Este contrato tiene un importe total de 804.098,53 euros y una duración de seis meses. De forma que, cada mes la región pagará a la entidad cerca de 133.000 euros.
Una medida que puede extenderse a más centros privados, ya que el consejero de sanidad, Enríquez Ruiz Escudero, ha insistido en reiteradas ocasiones que se ha recurrido a la sanidad Privada durante toda la pandemia y que
se continuará haciendo "sin ningún problema" cuando la situación lo requiera.
Cabe recordar, que, según los datos facilitados por el Ministerio de sanidad, la Comunidad de Madrid es la segunda comunidad autónoma que menos vacunas ha puesto de las recibidas con una tasa del 41,6 por ciento. Por su parte, Cataluña es de las que más cantidad ha administrado, pero su porcentaje es del 56,8 por ciento.
Otras tres comunidades no lo descartan
Según ha podido saber
Redacción Médica a través de las diversas consejerías de salud,
Castilla y León, Comunidad Valenciana y Andalucía no descartan colaborar con la sanidad privada en el futuro si el ritmo de vacunación no mejora.
En ese sentido se ha manifestado
Verónica Casado, consejera de Castilla y León: “No estamos en situación de desechar ni desoír ninguna de las ayudas que podamos tener. Tenemos que poner al alcance de los ciudadanos todos los recursos que tengamos para poder hacer mejor las cosas”.
Mientras que desde la
Comunidad Valenciana aseguran a
Redacción Médica que
“no se descarta ninguna opción, pero de momento no es necesario”. Por su parte,
Andalucía se abre a colaborar con la sanidad privada
"si llegan grandes remesas de dosis".
11 comunidades declinan colaborar con la privada
Por el contrario,
hasta 11 comunidades autónomas han declinado el ofrecimiento de la sanidad privada. La mayoría argumentan que con el personal sanitario de sus servicios de salud, que han formado para administrar la vacuna, es suficiente.
Es el caso de
Asturias: “Confiamos en el plan diseñado y hemos formado 50 equipos con 148 enfermeros y enfermeras”. O de
Baleares: “El Servicio de Salud formó un total de 150 profesionales de Atención Primaria y del Servicio de Prevención y Riesgos Laborales del Servicio de Salud para llevar a cabo la vacunación en todas las islas”.
Castilla-La Mancha también se manifiesta en el mismo sentido: "El personal de los centros colabora con los equipos de Atención Primaria, compuestos por enfermera y médico (203 equipos), apoyados por los 35 equipos sociosanitarios que se crearon para el apoyo en la atención de centros sociosanitarios en la primera oleada de la pandemia". Algo similar argumentan desde
Canarias: "Tenemos la planificación marcada con medios del SCS de momento y se va cumpliendo objetivos marcados e incluso por encima".
Mientras que, en otras comunidades como
Navarra, lo descartan a no ser que la situación empeore: “Tenemos establecido el diseño para utilizar recursos propios, pero si hiciera falta colaboración externa no tendríamos problema en hacerlo. En todo caso, agradecemos fervientemente las ofertas de colaboración que estamos recibiendo”.
Aragón también lo descarta pero solo "de momento", ya que para poner las dosis actuales es suficiente con "la red pública".
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