Receta electrónica privada: el "empujón definitivo", en manos del Gobierno

La implantación de la receta electrónica privada busca dar un paso más allá. Este proyecto, que ya ha empezado a funcionar en varias cadenas hospitalarias privadas en Madrid, ahora persigue conseguir un “empujón político” desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que encabeza Dolors Montserrat.

Así lo ha explicado Luis Mayero, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), que ha reconocido a Redacción Médica que las primeras impresiones que se han visto han sido “muy positivas” pero que este proyecto innovador, en el que han trabajado Muface, Mugeju e Isfas, también debe contar con el apoyo de la Administración Sanitaria. “Desde la Organización Médica Colegial (OMC), el Consejo General de Farmacia y el IDIS queremos presentárselo a la ministra y que se dé el empujón definitivo para ponerlo en marcha”, ha explicado.

El objetivo es que para finales de este año o principios de 2019 el proyecto esté perfectamente operativo y, por ello, Mayero ha confesado que están intentando que Montserrat les reciba cuanto antes. 

Mayero ha detallado que además del apoyo del Ministerio también falta el de las demás aseguradoras y grupos hospitalarios. Actualmente, hay dos grupos que ya lo han puesto en marcha y “los demás están en línea de colaborar”. En este sentido, ha valorado muy positivamente que “el IDIS haya conseguido aglutinar y poner cierto orden y que vayamos todos a una para dar esa imagen de unidad”.

“Realmente es un proyecto necesario que va enganchado a la seguridad del paciente, del farmacéutico y a la del médico en cuanto a la toma de medicación adecuada, dosis, complejidad de los tratamientos, etc. Lo único que le falta es ese discurso político del Ministerio y del sector”, ha añadido.

Interoperabilidad de la historia clínica

Por otro lado, el máximo representante del IDIS ha destacado que  la implantación de la receta electrónica privada es un proyecto que está “más que finiquitado” y que desde el instituto buscan ir más allá en lo que se refiere a la interoperabilidad como base de la historia clínica y que pretenden conseguir que el paciente pueda llevar desde el móvil su historial, lo que generará menos gasto, menos pruebas innecesarias y más seguridad para paciente y profesional sanitario.