Repasamos todo lo sucedido con la mutualidad en las últimas semanas: así se fraguó la crisis

La imagen de una oficina de Muface con cierre echado refleja la realidad de la mutualidad de funcionarios.
La oficina delegada de Muface en Madrid, con el cierre echado.


14 nov. 2024 13:25H
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Muface se ha convertido en un terremoto. Sus remolinos han empezado a arrasar con todo a su paso. Por el momento, ha causado más de 1,5 millones de víctimas. Y sus efectos colaterales no han tardado en herir a uno de sus ‘hermanos’, Mugeju. Ahora, todo cuanto rodea a la mutualidad se ha convertido en una incógnita sin respuesta.

Así se fragmentó Muface


El modelo sanitario se fracturó el pasado 5 de noviembre. Esa era la fecha marcada en el calendario de las aseguradoras, el Gobierno y los funcionarios adscritos a Muface. Fue entonces cuando las tres entidades que dotan de asistencia sanitaria al concierto (Asisa, Adeslas y DKV) dejaron desierto el proceso de licitación de cara al siguiente bienio (2025-2026) de la mutualidad.

Cada aseguradora empezó a confirmar su ‘no’ a cuentagotas. Minutos después de las 10.00, hora en la que las compañías tenían que dar una respuesta, llegaron los comunicados. La primera fue DKV.

Adeslas fue la segunda en confirmarlo. En un extenso texto enviado a los medios de comunicación, la aseguradora aclaraba su disposición a continuar en Mugeju -que proporciona asistencia sanitaria a jueces, fiscales y trabajadores de la Administración de Justicia- y en Isfas -que hace lo propio con las Fuerzas Armadas y la Guerra Civil-. Pero, ¿dónde estaba Muface?

Redacción Médica llamó en ese momento a la compañía. Rechazaron continuar en el concierto por motivos económicos. Aludieron a la infrafinanciación del concierto. El mismo argumento que había explicado DKV.

La hora rozaba las 10.30 y aún quedaba Asisa por dar una respuesta. El nerviosismo ya latía entre los sindicatos, los funcionarios y los propios medios. En esta ocasión, fue la compañía la que se puso en contacto con este medio. “No vamos a seguir en Muface, pero sí en Isfas y en Mugeju”, declararon en una llamada que duró unos segundos.

La llegada de la Operación Salvar Muface


El anuncio de las aseguradoras suscitó un gran nerviosismo. La Dirección General de Muface emitió esa misma mañana un comunicado en el que anunciaban que el Gobierno ya trabajaba en una nueva licitación para el concierto. Además, la insistencia de los sindicatos en buscar una solución derivó en una reunión urgente del Consejo General de Muface.

La convocatoria tuvo lugar dos días después, el jueves. En ella, la directiva aclaró que el Gobierno garantizaría la asistencia sanitaria a las cerca de 1,5 millones de personas. ¿Cómo? Solo aseguraron, como filtraron los sindicatos a este medio, que el Ejecutivo disponía de los “mecanismos” suficientes -dispuestos en la Ley de Contratos del Servicio Público-.

En una extensa revisión de la norma, la única herramienta presente a la que podría acogerse el Gobierno es la prórroga forzosa. Con ella, el Ministerio para la Función Pública [el encargado de Muface] puede obligar a las aseguradoras a continuar prestando sus servicios hasta nueve meses después de la finalización del contrato. Es decir, hasta septiembre de 2025.

“Habrá un nuevo Muface”


“No nos abandonarán”. Esa fue una de las primeras reacciones de varios de los funcionarios adscritos a Muface tras conocer la noticia. Desde los más jóvenes hasta los jubilados mostraron su confianza plena en el futuro de la mutualidad de cara al siguiente bienio. “Encontrarán una solución. Habrá un nuevo Muface”, explicaron a este medio en un reportaje.

Además, pusieron sobre la mesa que, ahora, la solución a la crisis está en manos del Gobierno. “Son ellos los que tienen que proponer una oferta ajustada a las necesidades de las aseguradoras y que éstas puedan dar la mejor cobertura”.

“Habrá huelga en enero si esto sigue así”


El rechazo de las aseguradoras fue el detonante para que CSIF, el sindicato mayoritario de los sindicatos, anunciase una movilización frente al Ministerio de Hacienda y Para la Función Pública. En ella, la organización clamó por una solución. Además, advirtió: “Habrá huelga en enero si esto sigue así". Por el momento, el próximo 16 de diciembre está prevista una segunda convocatoria.

Mugeju, víctima de la crisis Muface


La incertidumbre que ha rodeado a Muface desde hace meses ha ocasionado que Mugeju, uno de los ‘hermanos’ de la mutualidad, haya sido un efecto colateral. La semana pasada, cuando acababa el plazo de presentaciones de las aseguradoras para seguir en este concierto, Sanitas y DKV anunciaron que no seguirían. Las causas fueron las mismas que alegaron las aseguradoras de Muface: la infrafinanciación del modelo. El lunes llegó el último ‘no’ por parte de Mapfre. La compañía argumentó los mismos motivos. Así, el modelo judicial perdió a la mitad de sus aseguradoras.

Asisa, Adeslas y Nueva Mutua Sanitaria son las entidades que continúan. Disponen de una cartera de más de 92.000 mutualistas. Además, han aclarado a Redacción Médica que, a pesar de la salida de tres compañías, no van a tener problemas en seguir prestando servicios.

Isfas, el superviviente


La mutualidad de las Fuerzas Armadas y la Guerra Civil es la única que ha salido bien parada. Conserva a sus dos aseguradoras, Asisa y Adeslas, para una cartera que roza los 600.000 mutualistas.

Las negociaciones para Muface: así fueron


El vaivén entre el Gobierno y Asisa, Adeslas y DKV comenzó hace meses. A principios de verano, la Dirección General de Muface deslizó que la prima para el siguiente concierto rondaría el 27 por ciento. Esa cifra ya estaba por debajo del 40 por ciento que solicitaban las compañías para sufragar sus pérdidas.

La primera semana de octubre el Ejecutivo lanzó su primera propuesta. Esta vez, oficial. Un 14 por ciento para los dos años. Las tres entidades rechazaron la prima en unanimidad. Además, la sanidad privada y los sindicatos tacharon este movimiento como un “plan deliberado para dejar morir a Muface”.

La última propuesta llegó a mediados del mismo mes. Un 17,2 por ciento, la prima más alta de la historia de la mutualidad. Asisa, Adeslas y DKV ya alertaron entonces: “No es suficiente”.

Ahora el futuro de Muface pende de la decisión que tome el Gobierno. Utilizar la prórroga forzosa, apremiarse en la licitación exprés y ajustarse a las condiciones de las aseguradoras o dejar morir al modelo. Mientras, 1,5 millones de personas -entre titulares y beneficiarios- siguen sumidas en el terremoto de Muface a la espera de que acabe el temporal.
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