La gran mayoría de la información que llega al cerebro proviene de la vista.
El 85 por ciento de la información que recibe el cerebro proviene de la vista, que cumple un rol fundamental en nuestro organismo y en nuestra vida. No obstante, desde Miranza señalan que es frecuente
no prestar a la salud ocular la atención que necesita, según se desprende del
II Barómetro de Bienestar Ocular, presentado el pasado mes de octubre, a partir de una encuesta a un millar de personas.
Para mejorar este dato, los expertos de Miranza proponen empezar el nuevo año con 12 buenos propósitos para cuidar la
salud ocular con sencillas rutinas que pueden prevenir numerosas patologías.
12 buenos propósitos para cuidar la visión en 2023
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Llevar un estilo de vida saludable, manteniendo un buen descanso, dejando el tabaco y evitando o moderando el consumo de alcohol.
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Cuidar la alimentación, apostando por una dieta rica en alimentos con alto contenido en vitaminas A y C, favorables para la vista.
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Realizar ejercicio físico para prevenir algunas enfermedades que pueden tener consecuencias en nuestra vista, como la diabetes o la hipertensión, y contribuir a una adecuada oxigenación de los ojos.
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Usar corrección óptica adecuada, comprobando la graduación cada año.
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En caso de usar lentillas: realizar un mantenimiento e higiene correctos.
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Evitar el abuso de pantallas y, al usarlas, realizar un parpadeo consciente y lubricar la superficie ocular para evitar el ojo seco, además de seguir la regla 20-20-20, que equivale a descansar los ojos cada 20 minutos, durante 20 segundos, mirando a 20 pies (a lo lejos).
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Evitar la exposición prolongada al sol y utilizar unas gafas homologadas frente a la radiación ultravioleta, incluso en los meses de invierno.
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Consultar de forma urgente con un especialista si hay síntomas oculares como pérdida de visión, destellos, visión borrosa, dolor ocular...
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Utilizar protección ocular en actividades que requieran una atención especial, como puede ser la práctica deportiva o determinadas actividades laborales o de bricolaje.
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Prestar atención a los antecedentes familiares de patología visual como el glaucoma, cataratas o distrofias corneales, que pueden tener un componente genético.
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Mantener una buena iluminación para evitar forzar los ojos y prevenir la fatiga visual, sobre todo en la oficina o a la hora de leer o estudiar.
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Acudir a los expertos ante cualquier duda y mantener revisiones oculares anuales, preferiblemente desde los tres años, para diagnosticar cuanto antes una posible patología. Un tratamiento a tiempo podría evitar futuras complicaciones oculares.
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