Alfredo Martínez, Luis Carretero, Javier Ureña y Violeta Martínez Pindado.
La última propuesta del Gobierno con la que pretendía dar carpetazo a la
crisis actual entre Muface y las aseguradoras que proporcionan atención sanitaria no ha sido suficiente. Desde el Ejecutivo
ofrecieron aumentar un 14 por ciento el presupuesto del nuevo concierto asistencial, pero desde las aseguradoras (
Asisa, Adeslas y DVK) han rechazado la oferta, afirmando que lo que necesitan es
una mayor inyección presupuestaria.
Ante esta incertidumbre sobre si la situación se resolverá
antes de que finalice el actual concierto -el 31 de diciembre-, se abren
nuevas incógnitas donde la más preocupante es
qué va a ocurrir con el más del millón de funcionarios que reciben asistencia sanitaria de Muface. Desde las a
dministraciones de los distintos servicios de salud autonómicos lo tienen claro: se deberán explorar todas las fórmulas posibles porque lo primero es dar cobertura sanitaria; entre ellas
se podría dar una paradoja por la que el fin de un concierto sanitario público-privado estatal como es Muface,
derivaría en otros autonómicos para poder absorber esta nueva demanda de pacientes.
En este sentido,
Alfredo Martínez, director gerente del
Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, ha afirmado a
Redacción Médica que
hay que recurrir a los conciertos público-privados porque los recursos “son limitados” y es necesario optimizar cualquier herramienta sanitaria disponible. “
En estos momentos no queda otro remedio. Incluso sin ni siquiera contemplar la gestión de los pacientes atendidos actualmente por Muface”, ha subrayado
En Navarra, según ha añadido, la experiencia de colaboración con la mutualidad en determinados pacientes ya la tienen. En su región abordan la
Atención Primaria en los ámbitos rurales con un convenio ya establecido con Muface, incluso empiezan a ser
proveedores de atenciones terciarias de hospitales de referencia cuando no hay hospitales privados que les puedan atender.
Colaboración a tres bandas en la gestión sanitaria
Por tanto, esa colaboración a tres bandas entre
Muface, el servicio público de salud y otros entes privados sanitarios “ya está”. “Habrá que ajustarlo a las disponibilidades reales que estén presentes en cada momento, y que pueden ser distintas en cada comunidad autónoma”, ha detallado.
En el caso de
Javier Ureña Morales, director general del
Servicio de Salud de las Islas Baleares, ha afirmado que lo primordial es
satisfacer la necesidad de los pacientes. Y, en relación a ese hipotético nuevo concierto autonómico, ha explicado que en su comunidad,
la colaboración público-privada es un elemento que ya está implantado y “que funciona”. “Tenemos tanto una red de asistencia convertida mediante convenios singulares, como una privada en la que también
hay colaboraciones que funcionan, ya sea por
convenio o contrato”, ha resaltado.
Por tanto, si hubiese una
necesidad “urgente” de atender a nuevos usuarios, Ureña considera que se tendrían que utilizar “todos los elementos” a su disposición tanto en la red pública como privada.
¿Cómo abordar la 'muerte' de Muface?
Una opinión que ha compartido
Luis Carretero, director gerente del Servicio Cántabro de Salud. Eso sí, con matices. Y es que este alto cargo reconoce que habría que
analizar aspectos como la capacidad que tiene su región para colaborar con el ámbito privado, a sabiendas de que sus mecanismos de contratación pública llevan cualquier decisión “
mucho más lejos de los tres meses que se plantean”. “Creo que
es necesaria una mayor responsabilidad y seriedad cuando se plantean estas cosas”, ha incidido.
Lo que sí tiene claro Carretero es que es
una “mala noticia” si de verdad hay que asumir Muface en tan pocos meses. “Tampoco ha sido óptimo ir ahogándolo en los últimos meses en el plano financiero. Entonces, si de verdad tenemos que asumirlo, perderíamos diversidad en el Sistema Nacional de Salud (…) y
pondríamos encima de la mesa un problema para la gestión pública del SNS. Tendríamos que trabajar para darle servicio a todas esas personas, pero, evidentemente, no es el mejor marco”, ha resaltado.
Analizar la caída de Muface desde el punto de vista jurídico
En el caso de Violeta Martínez Pindado, gerente del Sacyl, que se pudiese dar esa paradoja sobre el cese de un concierto público-privado estatal para crear uno autonómico es una situación que se debería analizar porque, en este momento,
“no es posible de prever”. “Habría que verlo también
desde el punto de vista jurídico. Es una situación que acaba de plantearse con este alcance y
que nunca antes se había visto, aunque sea temporal esta ruptura del entendimiento. Habría que analizarlo”, ha subrayado.
Aun así, Pindado todavía confía en que haya una posibilidad de que
se resuelva esta situación entre Muface y las aseguradoras. Eso sí, si al final no se consigue solventar esta crisis y el sistema sanitario tuviera que hacer frente a la asistencia de todas esas personas, esta gestora
tiene claro que “se haría”. “Entiendo que habría
otros mecanismos económicos de compensación para que las otras entidades gestoras pudieran derivar una serie de fondos al SNS. Para que,
desde las comunidades autónomas, pudiéramos hacernos cargo de esa asistencia. Desde luego mecanismos habría que arbitrar porque la asistencia sanitaria tiene que estar garantizada para todos los ciudadanos”, ha concluido.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.