Gerentes de sistemas sanitarios analizan las medidas que aplicarán para absorber a contrarreloj esta demanda

Las regiones sondean la paradoja de más conciertos privados si Muface cae
Alfredo Martínez, Luis Carretero, Javier Ureña y Violeta Martínez Pindado.


6 oct. 2024 16:00H
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La última propuesta del Gobierno con la que pretendía dar carpetazo a la crisis actual entre Muface y las aseguradoras que proporcionan atención sanitaria no ha sido suficiente. Desde el Ejecutivo ofrecieron aumentar un 14 por ciento el presupuesto del nuevo concierto asistencial, pero desde las aseguradoras (Asisa, Adeslas y DVK) han rechazado la oferta, afirmando que lo que necesitan es una mayor inyección presupuestaria.

Ante esta incertidumbre sobre si la situación se resolverá antes de que finalice el actual concierto -el 31 de diciembre-, se abren nuevas incógnitas donde la más preocupante es qué va a ocurrir con el más del millón de funcionarios que reciben asistencia sanitaria de Muface. Desde las administraciones de los distintos servicios de salud autonómicos lo tienen claro: se deberán explorar todas las fórmulas posibles porque lo primero es dar cobertura sanitaria; entre ellas se podría dar una paradoja por la que el fin de un concierto sanitario público-privado estatal como es Muface, derivaría en otros autonómicos para poder absorber esta nueva demanda de pacientes.

En este sentido, Alfredo Martínez, director gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, ha afirmado a Redacción Médica que hay que recurrir a los conciertos público-privados porque los recursos “son limitados” y es necesario optimizar cualquier herramienta sanitaria disponible. “En estos momentos no queda otro remedio. Incluso sin ni siquiera contemplar la gestión de los pacientes atendidos actualmente por Muface”, ha subrayado

En Navarra, según ha añadido, la experiencia de colaboración con la mutualidad en determinados pacientes ya la tienen. En su región abordan la Atención Primaria en los ámbitos rurales con un convenio ya establecido con Muface, incluso empiezan a ser proveedores de atenciones terciarias de hospitales de referencia cuando no hay hospitales privados que les puedan atender.

Colaboración a tres bandas en la gestión sanitaria


Por tanto, esa colaboración a tres bandas entre Muface, el servicio público de salud y otros entes privados sanitarios “ya está”. “Habrá que ajustarlo a las disponibilidades reales que estén presentes en cada momento, y que pueden ser distintas en cada comunidad autónoma”, ha detallado.

En el caso de Javier Ureña Morales, director general del Servicio de Salud de las Islas Baleares, ha afirmado que lo primordial es satisfacer la necesidad de los pacientes. Y, en relación a ese hipotético nuevo concierto autonómico, ha explicado que en su comunidad, la colaboración público-privada es un elemento que ya está implantado y “que funciona”. “Tenemos tanto una red de asistencia convertida mediante convenios singulares, como una privada en la que también hay colaboraciones que funcionan, ya sea por convenio o contrato”, ha resaltado.

Por tanto, si hubiese una necesidad “urgente” de atender a nuevos usuarios, Ureña considera que se tendrían que utilizar “todos los elementos” a su disposición tanto en la red pública como privada.

¿Cómo abordar la 'muerte' de Muface?


Una opinión que ha compartido Luis Carretero, director gerente del Servicio Cántabro de Salud. Eso sí, con matices. Y es que este alto cargo reconoce que habría que analizar aspectos como la capacidad que tiene su región para colaborar con el ámbito privado, a sabiendas de que sus mecanismos de contratación pública llevan cualquier decisión “mucho más lejos de los tres meses que se plantean”. “Creo que es necesaria una mayor responsabilidad y seriedad cuando se plantean estas cosas”, ha incidido.

Lo que sí tiene claro Carretero es que es una “mala noticia” si de verdad hay que asumir Muface en tan pocos meses. “Tampoco ha sido óptimo ir ahogándolo en los últimos meses en el plano financiero. Entonces, si de verdad tenemos que asumirlo, perderíamos diversidad en el Sistema Nacional de Salud (…) y pondríamos encima de la mesa un problema para la gestión pública del SNS. Tendríamos que trabajar para darle servicio a todas esas personas, pero, evidentemente, no es el mejor marco”, ha resaltado.

Analizar la caída de Muface desde el punto de vista jurídico


En el caso de Violeta Martínez Pindado, gerente del Sacyl, que se pudiese dar esa paradoja sobre el cese de un concierto público-privado estatal para crear uno autonómico es una situación que se debería analizar porque, en este momento, “no es posible de prever”. “Habría que verlo también desde el punto de vista jurídico. Es una situación que acaba de plantearse con este alcance y que nunca antes se había visto, aunque sea temporal esta ruptura del entendimiento. Habría que analizarlo”, ha subrayado.

Aun así, Pindado todavía confía en que haya una posibilidad de que se resuelva esta situación entre Muface y las aseguradoras. Eso sí, si al final no se consigue solventar esta crisis y el sistema sanitario tuviera que hacer frente a la asistencia de todas esas personas, esta gestora tiene claro que “se haría”. “Entiendo que habría otros mecanismos económicos de compensación para que las otras entidades gestoras pudieran derivar una serie de fondos al SNS. Para que, desde las comunidades autónomas, pudiéramos hacernos cargo de esa asistencia. Desde luego mecanismos habría que arbitrar porque la asistencia sanitaria tiene que estar garantizada para todos los ciudadanos”, ha concluido.
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