El centro ha apostado por un diseño tranquilo y amable de los elementos que integran la habitación.
2 dic. 2016 10:30H
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Las nuevas habitaciones del Hospital Nisa 9 de Octubre están fabricadas con materiales sostenibles que garantizan una utilización económica y ecológica del agua y la energía sin sacrificar el rendimiento. En concreto, la nueva distribución de sus baños y sanitarios mejora la accesibilidad y funcionalidad, ahorrando hasta un 50 por ciento el consumo de agua y energía.
Los materiales elegidos para esta reforma son de fácil limpieza, resistentes a los productos químicos y con propiedades bactericidas cumpliendo con las exigencias en el ámbito de la seguridad contra el fuego. En el diseño además de la higiene, se ha apostado por una continuidad amable de los materiales y un diseño tranquilo y elegante de los elementos incorporados al proyecto.
El pavimento de las habitaciones y de los pasillos es de baldosas cerámicas con recubrimiento de dióxido de titanio que permite reducir la contaminación ambiental y proporciona al material cerámico propiedades bactericidas y de eliminación de malos olores. Los revestimientos verticales, muebles y el cabecero, están hechos con paneles con base en fibra ignífuga que inhibe pasivamente la propagación al fuego.
En caso de incendio, las propiedades de los tableros permite la evacuación segura. Además, cuentan con una gestión forestal sostenible que engloba las prácticas que preservan y protegen la biodiversidad y favorecen la regeneración y la capacidad productiva de los bosques. La certificación de cadena de custodia garantiza que la materia prima proviene de un bosque gestionado de manera sostenible y que los procesos intermedios de producción han sido controlados.
La tapicería utilizada consta de plastificantes que no son cancerígenos ni irritantes según la lista elaborada por el Ministerio de Asuntos Sociales y Empleo. Concretamente la de vinilo contiene menos del 1 por ciento de bario y zinc del sistema de estabilización. No contiene plomo, cadmio ni mercurio. Además, su proceso de fabricación ha sido ecológico, operando según un sistema de gestión medioambiental controlado y con la certificación ISO 14001 y el revestimiento mural es 100 por cien reciclable, tanto en la producción como al final de la vida útil.
La reforma forma parte de un plan director de obras que abarcará durante los próximos años todas las habitaciones del hospital así como varios servicios. El proceso no está exento de complejidad ya que “durante la ejecución de este tipo de reformas en centros hospitalarios es importante minimizar las molestias a los usuarios y necesario seguir prestando servicio a pacientes y profesionales”, asegura José Manuel Guillot, jefe de Ingeniería de Hospitales Nisa.
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