ASPE incide en que los funcionarios "optan mayoritariamente por la sanidad privada"

Carlos Rus, el presidente de ASPE, insta al Gobierno a encontrar una solución para Muface.
El presidente de ASPE, Carlos Rus.


13 ene. 2025 13:10H
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Muface sigue en vilo. A la mutualidad, que en los últimos meses vive sumida en una crisis sin precedentes, le quedan dos semanas para conocer su futuro. Todo después de que Moncloa moviese ficha y, ante el temor de que la licitación (cuyo plazo de presentaciones finalizaba este 15 de enero) volviese a quedar desierta, ampliase el proceso hasta el 27 del mismo mes. En medio de todo este contexto, con Asisa valorando si continuar o no en el modelo, la sanidad privada se ha mostrado firme. La patronal del sector, ASPE, ha enviado este lunes un mensaje dirigido al Gobierno. En él, instan al Ejecutivo a poner en el centro las necesidades sanitarias de los funcionarios públicos y a sus beneficiarios, los principales afectados por la situación que vive el modelo. 

ASPE se ha hecho eco de la palabra que, desde hace meses, repiten casi a diario los mutualistas y sus beneficiarios: incertidumbre. La patronal del sector dice que, a cada día que pasa, aumenta esta sensación entre los funcionarios públicos, los pacientes, que ven peligrar su asistencia sanitaria. "Más allá de las lógicas consideraciones económicas empleadas en las negociaciones, ASPE muestra su inquietud por la atención de los pacientes, que merecen tener certezas sobre su asistencia sanitaria", incide la organización en un comunicado.

El presidente de la patronal, Carlos Rus, se ha mostrado tajante: "Queremos poner en valor un modelo de colaboración público-privada que ha demostrado su vigencia y éxito durante tantos años”. Así, el directivo de la patronal de la sanidad privada ha hecho referencia a los 50 años de vigencia del modelo sanitario, que fue creado con el objetivo de dotas de asistencia sanitaria a los funcionarios públicos del Estado en 1975. En este sentido, Rus ha hecho hincapié en el hecho de que, desde entonces, estos empleados "han optado de forma mayoritaria y reiterada por la atención médica en la sanidad privada". 

La historia de Muface, crisis a crisis


Para trazar la historia de Muface hay que remontarse a hace poco más de cincuenta años. Corrían los años sesenta cuando el Gobierno empezó a ser consciente de la necesidad de aglutinar a todos los funcionarios en un mismo sistema asistencial para no colapsar la sanidad pública. Algunos de estos empleados, de hecho, lo recuerdan como "un experimento". 

La 'prueba' empezó a dar sus primeros pasos en 1975. Fue entonces cuando se creó Muface, al que poco después le siguieron sus 'hermanos', Mugeju (que dota de asistencia sanitaria a jueces, fiscales y al resto del personal de la Administración de Justicia) e Isfas (que hace lo propio con la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas). 

Desde entonces han sido varias las aseguradoras que han pasado por el modelo. Y que lo han dejado. Sin embargo, el primer vaivén se remonta a los 90. Fue entonces cuando Sanitas reiteró que las condiciones económicas no eran viables y deslizó que iba a abandonar el concierto. Entonces el Gobierno cedió y aumentó ligeramente la prima. A principios de los 2000, Muface contaba con Asisa, Adeslas, Sanitas, Caser Seguros, Mapfre, DKV, e Igualatorio Cantabria (que en 2021 compró Axa).

La primera crisis llegó en 2009. Mapfre y Caser Seguros abandonaban el concierto por la "infrafinanciación" a la que se había visto expuesto. Llegó el primer gran escollo de la mutualidad. 

La segunda fue en 2013. Esta vez fue Sanitas, quien 20 años antes había advertido que la situación económica del modelo no permitía que Muface siguiese adelante, abandonó la mutualidad. 

Y en 2021 Igualatorio Cantabria dijo 'adiós' al concierto sanitario. “Nos resulta imposible garantizar un servicio a los mutualistas con las condiciones que fija el próximo convenio y, de la misma forma, mantener la sostenibilidad de la compañía”, explicaron desde la aseguradora.

No obstante, ninguna de estas crisis ha tenido tanta envergadura como la actual. Desde el pasado octubre, cuando se intensificaron las negociaciones entre las aseguradoras (Asisa, Adeslas y DKV) y el Gobierno por el nuevo Muface, el futuro de la mutualidad sigue en el aire. La primera licitación del modelo quedó desierta. Ahora, al segundo proceso solo hay una entidad que sigue en duda: Asisa. Adeslas y DKV ya han rechazado continuar. Además, en un intento de dar mayor plazo a la propia Asisa y a otras entidades que deseen participar, Moncloa ha ampliado en dos semanas el plazo de licitación hasta el 27 de enero. Mientras, el futuro de Muface sigue en el aire, y con él la asistencia sanitaria de un millón y medio de personas. 
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