Agustín Medina, neumólogo del Hospital Parque.
Cerca del 80 por ciento de los pacientes con
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) desconoce que padece dicha patología respiratoria, por lo que el diagnóstico precoz a través de la realización de una
espirometría a partir de los 40 años se convierte en una herramienta fundamental para su detección, afirma el neumólogo de Hospital Parque, Agustín Medina.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial la
EPOC, insiste en la necesidad de dar visibilidad a una enfermedad "
frecuente, irreversible, potencialmente limitante y mortal, pero, sobre todo, prevenible, a través de un diagnóstico y tratamiento tempranos que permitan retrasar la progresión y mejorar los síntomas". Esta patología, considerada
una de las cuatro primeras causas de fallecimiento en los países avanzados, conlleva una limitación crónica del flujo aéreo, que se incrementa en el tiempo, siendo su causa principal el consumo de tabaco.
Medina explica que uno de los principales motivos de la
elevada tasa de infradiagnóstico de la enfermedad viene motivado porque el paciente no acude al especialista ante la presencia de síntomas que los atribuye otros factores, como
fumar, la edad, la falta de ejercicio, la confusión con el asma bronquial o la coexistencia de una cardiopatía, entre otros aspectos. Añade que la realización de una espirometría a partir de los 40 años resulta clave para medir el
flujo de aire que exhala el paciente y su velocidad, lo que permite diagnosticar si existe una obstrucción y determinar su alcance.
Prevalencia de EPOC
El neumólogo de Hospital Parque destaca la elevada prevalencia de esta enfermedad, que
afecta al 12,4 por ciento de la población de más de 40 años y que evidencia una tendencia al alza. En este sentido, destaca el impacto en varones, aunque, apunta, en los últimos años se está detectando una mayor presencia en mujeres.
Esta patología conlleva, por un lado, la
inflamación de la vía área, mediante una bronquitis crónica, que se traduce en la expectoración diaria de manera continuada. A esto se suma el enfisema pulmonar, como consecuencia de la destrucción del parénquima pulmonar.
Todo ello, precisa, provoca una obstrucción de la vía aérea de manera no totalmente reversible, lo que conduce a que los pacientes tengan
dificultad para exhalar todo el aire que han inhalado, tanto con las agudizaciones como con el ejercicio. Esto se traduce en un amplio abanico de síntomas y de gravedad, que afectan de forma significativa a la calidad de vida del paciente,
limitando el ejercicio e incrementando su dependencia.
El neumólogo de Hospital Parque señala que la detección temprana de la enfermedad permite mejorar los resultados del tratamiento,
centrado en el empleo de broncodilatadores, así como la adopción de medidas preventivas, como dejar de consumir tabaco en todos sus formatos, evitar contaminantes ambientales y realizar actividad física regular. A esto se suma además la vacunación contra la gripe, la Covid-19, el virus respiratorio sincitial y el neumococo. Puntualiza que, en los casos más avanzados, los pacientes se someten a
tratamientos de oxigenoterapia domiciliaria, rehabilitación respiratoria, así como técnicas endoscópicas o quirúrgicas, incluido el trasplante pulmonar.
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