Convocados por CSIF, los funcionarios claman que el Gobierno suba la prima "entre el 27 y 40%" para mantener el modelo

La crisis de Muface toma las calles: "Habrá huelga si esto sigue así"
Un momento de la movilización en Madrid.


11 nov. 2024 12:40H
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“En Muface menos discursos y más recursos”. Con ese lema dio comienzo la movilización de este lunes en Madrid frente a la sede del Ministerio de Hacienda para evitar el fin de la mutualidad. El sindicato mayoritario de los funcionarios, CSIF, que ha sido el responsable de esta convocatoria, ha reunido a varios centenares de personas para reclamar al Gobierno una solución a la situación de la mutualidad, que afecta a cerca de 1,5 millones de personas, en la que no se ha llegado un acuerdo con las aseguradoras para dar asistencia sanitaria privada de cara al nuevo concierto sanitario.

Miguel Borrá, presidente de CSIF, ha sido el primero en hacer declaraciones. Ha tachado la actitud del Ejecutivo de "caciquera" en las negociaciones con las aseguradoras. Asimismo, ha instado el Gobierno a aumentar la prima: “Tiene que ser entre un 27 por ciento, como prometió la Dirección General de Muface en verano, y el 40 por ciento que piden Asisa, Adeslas y DKV".

Tras la lectura del manifiesto de la movilización, también se han exigido mejoras en las condiciones laborales de los empleados. Entre los lemas, no obstante, ha primado la declaración de intenciones finalizar con la crisis de Muface. “El mutualismo no se vende, el mutualismo se defiende”. Además, Borrá ha dicho que si esto sigue así, habrá huelga el próximo mes de enero.

Por otro lado, el presidente del área sanitaria del sindicato ha incidido en que las movilizaciones continuarán. "El 16 de diciembre tenemos programada la siguiente y no descartamos convocar más", ha subrayado. En este sentido, no ha especificado cuando serán estas fechas, pero sí que se irán realizando hasta que el Gobierno llegue a una oferta "justa" con las aseguradoras.


¿Qué ha pasado con Muface?


Muface se vuelve a enfrentar a su propia cuenta atrás. Como si de un reloj de arena se tratase, la mutualidad tiene, de nuevo, el tiempo corriendo en su contra. Todo tras el rechazo de las tres aseguradoras que hasta ahora dotaban de asistencia al concierto (Asisa, Adeslas y DKV), que la semana pasada no se presentaron para continuar en el modelo de cara al siguiente bienio (2025-2026).

Las compañías relataron, tanto en densos comunicados como en conversación con Redacción Médica, que veían insuficiente la oferta del Gobierno para la prima del próximo periodo. Ésta era del 17,2 por ciento, la más alta de la historia de la mutualidad, con una cuantía total de 303.949.078 millones de euros. “Es inviable dar una buena cobertura con estas condiciones. Íbamos a tener pérdidas millonarias”, declararon fuentes de las aseguradoras.

La respuesta de Asisa, Adeslas y DKV supuso un punto de inflexión para el concierto sanitario. El ‘no’ de las compañías suscitó un gran nerviosismo entre los sindicatos y, ante ello, la Dirección General de Mufaceconvocó una reunión de urgencia. Así, dos días después del inicio de la que probablemente sea la mayor crisis histórica de la mutualidad hasta el momento, se celebró el Consejo General de Muface.

A esta convocatoria acudieron la directora general de Muface, Myriam Pallarés, la secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, y representantes de los tres sindicatos presentes en el Consejo (CSIF, CCOO y UGT). Fuentes de estas organizaciones explicaron a Redacción Médica los resultados de esta reunión: “El Gobierno ha asegurado que se garantizará la asistencia sanitaria por la Ley de Contratos Públicos mientras sale la nueva licitación, pero no ha dado ningún detalle sobre los plazos a seguir”. De hecho, tras el Consejo, el Ejecutivo publicó que disponía de “los mecanismos suficientes” para hacer frente a esta crisis de Muface.

En este sentido, la mutualidad se enfrenta a dos escenarios: la supervivencia o la muerte. En el primero Muface sobrevive gracias a una licitación exprés en la que ya está trabajando el Gobierno. Pero también cabe otra opción: el Ministerio para la Función Pública puede acogerse a la norma de Contratos Públicos y escudarse en una prórroga forzosa a través de la cual las compañías tendrían que seguir prestando sus servicios los nueve meses siguientes a la finalización del concierto. Es decir, al acabar éste el 31 de diciembre, Asisa, Adeslas y DKV tendrían que continuar hasta septiembre de 2025.

El otro escenario es el de la muerte de Muface. En él, el Gobierno y las aseguradoras no llegan a un acuerdo. No aceptan la licitación exprés. Y no se pone sobre la mesa la prórroga forzosa -o si, pero finaliza sin nuevas ofertas de las compañías-.

Ahora que Muface ha vuelto a poner su reloj de arena en marcha se decidirá el futuro del modelo. Cerca de 1,5 millones de personas -entre mutualistas y beneficiarios- esperan que movilizaciones como la celebrada hoy en Madrid sirva para que el Gobierno tome cartas en el asunto y ofrezca mejores condiciones a las aseguradoras. Mientras, la arena sigue cayendo. Y a Muface se le acaba el tiempo.
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