Asegura que la privada debe “trabajar de forma paralela y complementando al sector público”



19 feb. 2013 17:59H
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Hiedra García Sampedro. Madrid
La Asociación Española de Psiquiatría Privada (Asepp) se constituyó hace cuatro años para representar a los psiquiatras que trabajan en el ámbito privado, un colectivo que hasta ahora “ha vivido aislado en sus despachos”, según el presidente de la Asepp, Salvador Ros, quien ha enumerado en esta entrevista las ventajas de la psiquiatría privada, como la facilidad de acceso a la innovación o la posibilidad de realizar una medicina “más personalizada”.

¿Cuál es el germen de creación de esta asociación?

La asociación es muy joven, hace cuatro años que se constituyó y habrá elecciones de nuevo para la junta directiva en el próximo congreso de la Asepp, que será en mayo en Sitges. La Asepp surge por iniciativa de siete psiquiatras de Barcelona, que plantean generar una asociación que englobara a profesionales con una actividad privada y que se extendiera a todo el Estado. Los psiquiatras de la privada viven muy solos, aislados en sus despachos, y por tanto, la idea era crear un órgano que les representara, para defender intereses, buscar iniciativas y trabajar en conjunto. En estos momentos la Asepp intenta ser complementaria con otras asociaciones que ya existen en el estado.

Salvador Rus, presidente de la Asepp.

¿Cuál es el calado de la psiquiatría privada en el tejido de la asistencia sanitaria?

Tenemos datos de un estudio que se realizó en 2003 de una asociación de entidades de seguro libre. En concreto, señalaba que la psiquiatría privada representaba el 30 por ciento del total de la atención psiquiátrica en el país. Además preveían un crecimiento de un 10 por ciento anual.

Hasta ahora, ¿qué iniciativas ha llevado a cabo la Asepp?

Ha sido una época de consolidación. En primer lugar, tenía que ser viable económicamente, hubo que crear una secretaría técnica y por supuesto hacer que creciera el número de asociados. Ahora tenemos cerca de 500 socios y se han ido distribuyendo tareas, se han creado comisiones interesantes, como por ejemplo de legislación y de ética en la práctica médica, de formación continuada e investigación. Además, se han puesto en marcha servicios a los asociados como asesoría jurídica 24 horas, y se han iniciado relaciones con otras asociaciones, incluso algunas relaciones políticas, por ejemplo, nos recibió hace unos meses el presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los diputados. Nos hizo ilusión que pensara en una asociación tan humilde como es la nuestra.
Por otro lado, tenemos un congreso anual. Ya se ha celebrado en Madrid, en Sevilla, en Murcia, en Barcelona. Son foros de debate para psiquiatras, un lugar de encuentro donde intercambiar conocimientos.

El próximo congreso será en Sitges, ¿qué destacaría del programa de este año?

Hay un aspecto muy importante, que es la puesta a punto de los conocimientos. Sabemos que en Medicina la información va cambiando constantemente y es importante actualizar conocimientos. En nuestro caso, hacemos hincapié en aquellos terrenos donde el psiquiatra tiene un papel fundamental y a veces es desconocido. Por ejemplo, tenemos varias mesas sobre el abordaje y la terapéutica de las demencias, el abordaje de la disfunción sexual, el papel del psiquiatra en el plan del dolor o en la terapéutica del tabaquismo. Tenemos además el escaparate de nuevas moléculas que van a salir al mercado en este año en nuestro país, nuevos antidepresivos, nuevos fármacos para el tratamiento de los pacientes psicóticos, o la utilización de marcadores farmacogenéticos para una mejor orientación terapéutica en los pacientes que atendemos.

Hay espacios para jóvenes profesionales sobre formación en el manejo de medios de comunicación, sobre cómo presentar una exposición, sobre formación jurídica para poder declarar como peritos o testigos en un acto jurídico.

En cuanto a formación e investigación, ¿qué papel desempeña la psiquiatría privada en estos aspectos no asistenciales?

En estos momentos, una de las áreas que se ha desarrollado en la psiquiatría privada es la participación en investigaciones clínicas a nivel internacional. Por ejemplo, ya hemos participado a lo largo de este año en tres ensayos clínicos en fase 4 de calado internacional. Tenemos una ventaja que la sanidad pública no tiene, aunque hay que decir que es excelente, pero difícilmente puede asumir el acceso a algunas tecnologías. En la privada, tenemos posibilidades de utilizar marcadores biológicos en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer o en el TDAH infantil o de adultos. También podemos acceder a estudios farmacogenéticos, que van a ser muy interesantes a la hora de la terapéutica porque nos previene o nos predice qué comportamiento va a tener un fármaco, puede anticipar qué efectos secundarios va a tener o cuál es la dosis oportuna.

Se lleva hablando ya bastante tiempo de hacer más sostenible el sistema sanitario, ¿qué puede aportar la psiquiatría privada en este sentido?

Nosotros debemos trabajar de forma paralela y complementando al sector público. Podemos descargar a la pública y dar servicio en lo que no puede cubrir o proveer. De hecho, el sector privado pretende ser excelente, el sector público ya lo es también. Las ventajas son que el paciente puede escoger especialista, es más intensa la privacidad y la confidencialidad y el acceso al especialista es durante las 24 horas. Es una medicina más personalizada. La desventaja es el costo para el paciente, que tiene la opción de seguir escogiendo la sanidad pública, que por supuesto es universal, o tener estas ventajas que aporta la sanidad privada.

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