Los objetivos de esta consulta son: identificar a personas que por sus antecedentes familiares tengan un riesgo aumentado de desarrollar un cáncer, diagnosticar las alteraciones genéticas que dan lugar a esta predisposición e indicar las medidas de prevención que permitan evitar la aparición de tumores o detectarlos de forma precoz.
Esta consulta está abierta a cualquier persona que tenga antecedentes familiares con cáncer, pero es especialmente recomendable cuando esas personas fueron diagnosticadas de esta enfermedad a edades tempranas, existen múltiples casos de cáncer en la misma rama familiar o que hayan desarrollado varios tipos de tumores.La responsable de la Consulta de Cáncer Familiar, Nuria Romero, asegura que “el conocimiento que tenemos de los distintos síndromes de cáncer hereditario y familiar ha crecido de forma exponencial en los últimos años”. Por este motivo se pueden adaptar mejor las recomendaciones generales a casos y familias concretas: “Existen situaciones en las que bastará con aumentar la frecuencia con que se realizan pruebas como la colonoscopia o la mamografía, mientras que en otras podemos llegar a plantear intervenciones quirúrgicas preventivas, como la extirpación de ovarios”, aclara.
En este sentido, si en una familia se ha identificado una alteración genética que predisponga a cáncer, como por ejemplo, mutaciones en los genes BRCA 1 o BRCA 2, “todos los miembros de la familia deben consultar y plantearse la realización de un test genético para conocer si son portadores o no de esas alteraciones y así poder determinar las medidas adecuadas en cada caso”, concluye Romero.