Una imagen de datos extraídos por el ojo virtual.
El
proyecto VEMos (Virtual Eye Model System), puesto en marcha con la finalidad de desarrollar un modelo de
ojo virtual integrado en un software validado clínicamente por datos reales de pacientes, ha sido finalizado satisfactoriamente por el
grupo de Oftalmología Miranza. Este nuevo método "reduce los efectos adversos de la
cirugía refractiva" y mejora la salud ocular de los pacientes, tal y como señalan desde el grupo de especialistas.
Esta investigación ha sido publicada recientemente en la revista
Diagnostics del Multidisciplinary Digital Publishing Institute (MDPI). En ella se ha visto como el software ha sido capaz de realizar predicciones y simulaciones de diferentes escenarios, mediante algunos parámetros como la longitud del ojo, el grosor e irregularidades de la córnea o la sensibilidad de contraste. "El simulador hace lo mismo que haría el ojo cuando entra la luz y llega hasta la retina", explica
Marina José Martínez,
ingeniera biomédica del Proyecto VEMoS.
La cirugía refractiva común tiene varias técnicas, por lo que el cirujano usa la que considera más adecuada en función de los parámetros y datos, como "los índices de refracción, las irregularidades oculares o la morfología corneal", explica
Alejandra Rodríguez Zunino,
coordinadora de I+D+i en Vissum Grupo Miranza. Una situación que para la experta acarrea ciertos riesgos, ya que "la complejidad de estos datos y su dependencia de fórmulas teóricas y estudios de cohorte pueden exponer al cirujano a fallos en la predicción". Este no es el único reto que hay que sobrepasar, puesto que también es necesario tener "diversos equipos para obtener toda la
información ocular del paciente".
Estos problemas son algo que puede arreglarse con el
ojo virtual creado por los expertos del grupo, debido a que es un "dispositivo integral" que cuenta con todas las mediciones necesarias para la "toma de decisiones del cirujano" y, no solo eso, además también permite "
estandarizar la técnica", tal y como explica Zunino. Precisamente, uno de los principales objetivos de la investigación es aplicarlo a la "práctica clínica diaria", como una herramienta útil para las "decisiones prequirurgicas" y la "minimización de los
errores de cálculo", según señalan desde la entidad.
Discapacidad visual
Este proyecto, financiado por la
Unión Europea a través del programa Horizon 2020, está alineado con la iniciativa "VISION 2020: El derecho a la Visión" que fue impulsada por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB). VEMos busca, entre otras cosas, mejorar los índices de
discapacidad visual, así como aumentar la calidad de vida de los pacientes. Se estima que cerca de 1.300 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de deficiencia en los ojos, algo que según el grupo de
investigadores "pone de manifiesto la importancia de realizar acciones para
contrarrestar la tendencia".
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