Redacción. Barcelona
El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (Comb) ha advertido de los efectos negativos de la “guerra comercial” iniciada hace tres años entre las compañías que comercializan seguros médicos, y que en algunos casos ofrecen precios de pólizas más bajos sin informar correctamente a los ciudadanos sobre los servicios contratados. Los datos, extraídos de una encuesta entre los 6.000 médicos de Barcelona que trabajan a tiempo parcial o completo en la medicina privada, recogen el “descontento” de los profesionales, que ven aumentar la burocracia en sus consultas y encuentran más trabas al pedir pruebas complementarias.
Jaume Padrós.
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El 74 por ciento de médicos creen que empeorará el servicio que ofrecen en relación con los honorarios que perciben, lo que contrasta con que las aseguradoras privadas han mejorado sus ingresos un 11 por ciento en los dos últimos años (hasta 1.445,7 millones de euros en 2012) y han aumentado en 101.000 el número de abonados (hasta los 2 millones de pólizas contratadas, el 26,5 por ciento de la población catalana).
Según ha indicado el vicepresidente primero de la Junta de Gobierno del Comb, Jaume Padrós, la guerra comercial se basa “en retribuir peor a los médicos y encarecer el proceso de tramitación de solicitud de pruebas”, lo que es un riesgo para el tiempo de atención que dedican a cada paciente. “El reconocimiento económico del profesional no se ajusta a las expectativas que el paciente tiene” de ser atendido, ha resumido Padrós, que ha pedido a la ciudadanía informarse bien de lo que contrata y ser consciente de la letra pequeña, ya que ha señalado que se han dado casos de personas con dolencias no cubiertas o incrementos de la póliza considerables a los dos años de suscribirla. Adicionalmente, las compañías que sí ofrecen un buen servicio, aunque sean más caras, salen perdiendo, y aquellas que apuestan por la calidad están en inferioridad de condiciones, ha lamentado Padrós.
El Comb ha descartado que las críticas de los profesionales tengan que ver con el nivel de retribución, aunque ha lamentado que existen salarios “indignos”, sino con una pérdida de competitividad de la medicina privada y, a la larga, el riesgo de supervivencia de un sector que consideran muy importante, no solo por la actividad económica que genera, sino también por el valor añadido que ofrecen a la sanidad en general.
Desgravación fiscal del seguro
Además, Padrós ha recordado la petición de los colegiados para que el Estado reconozca a este sector como un generador de riqueza y que aquellos ciudadanos que tienen contratada una mutua se beneficien de una “desgravación directa a través del IRPF”, una propuesta defendida por el conseller de Salud, Boi Ruiz, cuando llegó al cargo, pero que fue descartada por la Generalitat posteriormente. Dicha bonificación no solo permitiría una inyección al sector, sino que serviría para “descargar un sistema público que ya está bastante tensionado”, ha considerado Padrós, que ha insistido en que la reivindicación no es solo en defensa del colectivo médico, sino también de la profesión en general.
El Comb ha destacado también que los riesgos para el sector de los seguros médicos pasan también por un envejecimiento paulatino de los profesionales, aunque el Comb se ha mostrado convencido de que éste será un “sector de oportunidades” para los profesionales más jóvenes.
Por su parte, el presidente de la Sección de Seguro Libre del Comb, Ramon Torné, ha especificado que la encuesta refleja que el 62 por ciento de los médicos de la privada trabajan en un consultorio propio; un 77 por ciento de los pacientes pagan a través de su seguro frente al 22 por ciento que lo hacen ellos mismos y el 1 por ciento que lo hace a través de seguros terceros; y que la actividad asistencial de los profesionales se ha reducido en un 30 por ciento, se ha mantenido en un 54 por ciento y ha aumentado en un 16 por ciento.
Asimismo, ha destacado la importancia de la confianza en el sector, y ha explicado que el 44 por ciento de ellos trabajan por fidelidad a los pacientes, un 30 por ciento por la libertad para organizar sus horarios y un 26 por ciento por los ingresos económico, lo que representa que la mayor justificación para emplearse en este sector (el 36 por ciento lo complementa con la sanidad pública) es vocacional.
En relación con la nota que los mismos médicos ponen a cada aseguradora, y que se basa en la existencia previa de una masa crítica suficientemente representativa, destaca el 7,7 de Asistencia Sanitaria Colegial y el 7,3 de Mutua General de Catalunya; frente al suspenso que obtienen Adeslas, Sanitas, Caser, l'Aliança y Asisa.
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