El adelanto electoral no afecta a la auditoría de la AIReF a Muface

La revisión del modelo Muface, a cargo de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) mantendrá su 'planning' inicial a pesar del adelanto electoral al próximo 23 de julio. Esto significa que el estudio, pedido por el Gobierno socialista, se presentará tras un posible cambio en el Ejecutivo. Esta auditoría, encargado por el Ejecutivo el año pasado, es una herramienta para revisar el gasto de Muface, Mugeju e Isfas para el periodo 2022-2026.

Según ha podido confirmar Redacción Médica, el adelanto de los comicios no afecta al desarrollo del estudio, pues el encargo ya está formalizado y por ello se desarrollará como esta previsto en un primer momento.

El año pasado el Gobierno encargó este informe con el objetivo de analizar la eficiencia técnica y económica de este modelo. Según se explicó en el documento preliminar publicado por la AIReF, la idea es realizar “un estudio en profundidad de la eficacia de los dirigidos y procedimientos”. Además, se indica que los resultados “contribuirán a dotar de información a los gestores públicos para orientar su acción de apoyo de manera más coordinada y asignar los fondos a aquellos instrumentos que se demuestran más eficaces”.

Análisis del modelo en dos grandes bloques

El análisis se realizará en dos grandes bloques. Según se estableció desde la AIReF, en primer lugar, hay un primer área que se centra en los servicios sanitarios proporcionados a través del mutualismo. Dentro de este hay dos partes a analizar, por un lado la gobernanza y eficiencia técnica de los servicios, y por otro un análisis centrado en la eficiencia económica de los servicios sanitarios. 

En el segundo bloque determinado se analiza las prestaciones farmacéuticas y complementarias. Esta parte cuenta con un área que se centra en la gobernanza y eficiencia técnica de las prestaciones. Además, se pone el foco sobre la organización y operadores; la cobertura de los mutualistas; el acceso a medicamentos y productos, e incluso las políticas de copago.

Desde la misma AIReF se explicó que la auditoría seguirá cinco grandes pasos. El primero es un análisis documental de los contratos, conciertos y diseño del mecanismo de concurrencia; en segundo lugar, se hace una cuantificación de precios y primas con las características establecidas por la normativa vigente; el tercer paso es el establecimiento de ratios de eficiencia; en cuarto lugar, se tulizarán técnicas fronteras (DEA, frontera estocástica) para el análisis de la eficiencia técnica y económica; y por último se hará un modelo de estimación de costes.

La viabilidad de Muface ha sido uno de los temas más ‘delicados’ durante esta última legislatura del Gobierno. En este contexto se pidió la auditoría, que tiene como objetivo tener una imagen completa de la situación. En este caso, el modelo para estos mutualistas ha sido causa de 'división' entre el Gobierno de coalición. Mientras que el eje socialista ha defendido mantener el modelo y lo consideran sostenible, el eje de Unidas Podemos aboga por ir desmontando el modelo hasta eliminarlo. Como contó este medio en su momento, la formación morada presentó una Proposición no de Ley en el Congreso para blindar el acceso de nuevos mutualistas y derivarlos al régimen general del Sistema Nacional de Salud.

Posición sindical 'pro-Muface'

Por parte de los sindicatos esperan que el estudio genere una mayor confianza en las mutuas. En su momento desde CCOO se comentó que el informe “va a mostrar la realidad” del modelo de Muface y, en consecuencia, confían en que esta evaluación sirva para “aumentar la dotación en los Presupuestos Generales del Estado (PGE)”.

El aumento del presupuesto para Muface es una de las peticiones constantes desde el ámbito sindical. Las partes defienden que el presupuesto “no llega” a cubrir las necesidades de este modelo. En la actualidad, se espera una subida del presupuesto ligada a la inflación. En la actualidad, la cifra destinada para el periodo entre 2022 y 2024 es de 3.521 millones de euros, y cuenta con una prima incremental que puede llegar a alcanzar el 10 por ciento, unida directamente con el incremento de la inflación. Este aumento del 10 por ciento ha sido tildado por los sindicatos como “necesario pero insuficiente”.