Enrique Pita / Redacción. Madrid
El día 15 de diciembre la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) debe firmar el concierto de prestación sanitaria con las aseguradoras que han presentado la documentación dando fe de estar en condiciones de hacerlo. Sin embargo, son varias las incertidumbres que se ciernen sobre el modelo y que se están tratando de despejar en algunos frentes, especialmente por parte del sindicato CSI-F, que en las últimas semanas ha iniciado una ‘ofensiva’ contrarreloj para intentar convencer a los grupos parlamentarios de la necesidad de apostar por el modelo de mutualismo administrativo, mejorando las condiciones presupuestarias, incrementando la prima y salvaguardando las prestaciones que reciben los mutualistas.
Eliseo Moreno, consejero de CSI-F en Muface (izq.), y Gustavo Blanco, director general de Muface.
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Así, tras reunirse la semana pasada con el PSOE, que se comprometió a presentar una batería de iniciativas parlamentarias para que el Gobierno garantice la calidad de la asistencia sanitaria de los funcionarios, ha mantenido esta semana un encuentro con el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, quien a través de su portavoz en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas, José Alberto Martín-Toledano, ha recalcado al sindicato la posición del Gobierno: la situación presupuestaria de Muface es buena y no corre peligro. Aun así, el diputado popular se ha comprometido a trasladar las propuestas de CSI-F y a un futuro encuentro, en un breve plazo, para volver a abordar la situación. Esta ronda de contactos va a continuar con el resto de grupos del arco parlamentario, comenzando por UPyD este mismo miércoles.
Según ha explicado a Redacción Médica el consejero de CSI-F en Muface, Eliseo Moreno, mantienen una “ligera esperanza”, pero advierten de que la situación es “muy compleja” y no quieren “lanzar las campanas al vuelo”, aunque sí tienen la sensación de que el PP “ha entendido que no exageramos”. En este sentido hay que recordar que recientemente CSI-F presentó un informe sobre la realidad económica de Muface en el que aseguran que el remanente de Tesorería está bajo mínimos, con una aportación del Estado al presupuesto de la mutualidad inferior hoy que en 2009, y ponía en vilo su viabilidad económica. “El modelo se sostiene en un equilibrio frágil” y todos estos recortes “no favorecen que siga adelante”, decía entonces Moreno.
Las propuestas del sindicato, que ha venido desgranando en los últimos meses, pasan por hacer frente a la pérdida de efectivos en el conjunto del colectivo de funcionarios, que se ha visto afectado por la falta de reposición de las bajas dictada por el Ejecutivo, pero también por poner en marcha un modelo económico a medio plazo, no de conciertos anuales como ahora, que permita a las aseguradoras pensar con perspectiva.
Fuentes del sector asegurador consultadas por este periódico consideran “complicado” que se haga en 15 días “lo que no se ha hecho en 10 años”, si bien han mostrado su apoyo a los esfuerzos que está realizando CSI-F, y han señalado que la esperanza es que se pueda alcanzar un acuerdo para plantear unas condiciones válidas para un periodo de tres años. “Hay que arreglarlo bien”, han explicado, al tiempo que han reconocido que la situación es “complicada” y que las compañías “toman decisiones con arreglo a la realidad, y esta dicta que la prima es la que es y hay que trabajar sobre ella”, con cuadros médicos “acorde a lo que la prima permite”.
La preocupación se extiende en la OMC
Los vocales de Medicina Privada por Cuenta Propia y por Cuenta Ajena de la OMC, Manuel Carmona y José María Nieto, respectivamente.
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Las Vocalías de Medicina Privada por Cuenta Propia y por Cuenta Ajena de la Organización Médica Colegial (OMC) representadas por los Manuel Carmona y José María Nieto, respectivamente, también han mostrado su preocupación por el presente y el futuro de Muface, y en un comunicado han instado a que se tomen las medidas necesarias para evitar el deterioro del sistema de asistencia de Muface. Así, han recalcado la “infrafinanciación” del modelo y han mostrado su temor de que, ante la incapacidad de elevar los precios del concierto a cifras razonables, se produzca un trasvase de los funcionarios a los sistemas autonómicos de salud o bien se reduzcan las exigencias a las aseguradoras en su cartera de servicios.
De esta situación “podrían derivar graves consecuencias, entre ellas, el vacío de puestos de trabajo que se producirían caso de pasar los funcionarios públicos a otro tipo de asistencia, que aun cuando goza de la misma calidad sanitaria por parte de los profesionales, no podemos decir lo mismo de la calidad asistencial cuando persisten listas de espera en todas las comunidades autónomas, que conduce a bajas laborales más o menos prolongadas, bajas que afectan tanto a la economía de los funcionarios como a la eficiencia de la actividad pública, al no estar cubiertos los puestos de trabajo y disminuir la productividad de la empresa pública”. Además, critican que “las compañías de asistencia sanitaria, amparándose en la reducción de exigencias del concierto, y con el fin de ajustarse al presupuesto están reduciendo los cuadros médicos de forma alarmante, y a su vez rescinden los contratos con hospitales de excelente categoría, ya que no pueden recurrir como otras veces a bajar los honorarios médicos, congelados desde hace más de 15 años, y que muchas veces no permiten cubrir costes”.
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