Redacción. Madrid
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha autorizado a Amplicel, el laboratorio de terapia celular de la Clínica Cemtro, para iniciar la investigación y el cultivo celular con mioblastos. Su utilización, que se encuentra en fase de investigación a nivel mundial, permitiría revolucionar el tratamiento de las roturas fibrilares, además de otras enfermedades como la incontinencia urinaria, la distrofia muscular y las cardiomiopatías.
Pedro Guillén, jefe del Servicio de Traumatología de la Clínica Cemtro. |
Pese a lo innovador de la iniciativa, Cemtro ya cuenta con experiencia en un campo muy similar al ser referencia mundial en el cultivo e implante de condrocitos autólogos para el tratamiento de lesiones de cartílago. “La utilización de estas células musculares podría complementarse con la de condrocitos para el tratamiento de lesiones en las que estén implicados tanto el músculo como el cartílago”, ha indicado la directora técnica de Amplicel, Elena Rodríguez.
Rodríguez se ha referido al uso de mioblastos, cuyo uso como agente terapéutico se encuentra en fase de investigación, destacando su valor más allá del tratamiento de enfermedades muculares. “Va mucho más allá, y se pretende dar tratamiento también a otras patologías en donde los músculos juegan un papel importante”, ha afirmado.
El proceso de terapia celular con mioblastos es muy similar al aplicado para tratar las lesiones de cartílago con condrocitos autólogos. En ese caso se comprueba mediante una artroscopia que el paciente es susceptible de recibir el implante, y en caso de que los resultados sean afirmativos se le realiza una biopsia para tomar muestras que se manda a cultivo, donde permanecen hasta que se cuenta con un número suficiente de células para realizar el implante en una segunda cirugía.
La Clínica Cemtro es el único centro español y el segundo europeo que dispone de su propia sala blanca para poder realizar el cultivo de condrocitos. Esto permite “asegurar un mayor control sobre todo el proceso de producción y potenciación de las células, así como abaratar costes. Antes había que realizar el cultivo en el extranjero lo que empeoraba las condiciones del implante”, ha indicado el jefe del Servicio de Traumatología de la clínica, el doctor Pedro Guillén.