"La financiación de Muface es insuficiente, llevamos 10 años de pérdidas"

El mutualismo administrativo corre peligro y desde las aseguradoras sanitarias que la conforman hacen una llamada de socorro para salvarlo. Estas últimas palabras de auxilio las ha dicho Javier Murillo, director general de SegurCaixa Adeslas, que es una de las pocas compañías que todavía está adherida a este modelo de asistencia sanitaria. "La financiación es insuficiente, las aseguradoras que participamos en ella reportamos pérdidas desde hace 10 años y esto se ha traducido en la salida de las empresas", ha asegurado.

Los conciertos de las mutualidades de funcionarios, formadas por la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface), la Mutualidad General Judicial (Mugeju) y el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas), tienen una evolución "peor de la que se estimó" debido a sucesos imprevisibles. Estos se firmaron para 2022, 2023 y 2024 pero requieren de una actualización, en palabras de Murillo.

"La evolución de la siniestralidad es imposible de compensar con las condiciones pactadas. Las revisiones de precios no son suficientes para hacer frente a la demanda asistencial", ha lamentado el director general de SegurCaixa Adeslas.

En este sentido, el modelo "está en riesgo" y su impacto tendría "severas consecuencias" en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS). Si desapareciera, todos los que ahora están adheridos a estas mutuas tendrían que ser atendidos por los dispositivos asistenciales de la sanidad pública, lo que haría que "el gasto público fuera mayor y una peor respuesta asistencial".

"Los mutualistas perderían un sistema sanitario que les ofrece un alto grado de satisfacción, con buena accesibilidad, calidad y eficacia asistencial", ha indicado Murillo, al tiempo que ha añadido que también tendría impactos sobre el sistema sanitario privado porque se reduciría el tejido productivo con pérdida de recursos y capacidades, ya que estos pacientes son "claves para el sostenimiento de la infraestructura local de la sanidad privada".

Además, el mutualismo administrativo tiene sus retos propios como el envejecimiento de los funcionarios. "La edad media se ha incrementado en cinco años en la última década y los jóvenes no eligen este modelo. De hecho, los jubilados han aumentado y suponen el 22 por ciento del colectivo y todo ello hay que tenerlo en cuenta", ha subrayado Murillo.

Aumentan los seguros de salud

Dejando a un lado la preocupación asociada al modelo de Muface y el resto de mutualidades, Murillo ha aportado datos optimistas sobre el seguro de salud. Concretamente, las primas de Salud en 2022 ascendieron a 10.543 millones de euros, siendo el que mayor crecimiento ha experimentado en los ramos no vida.

"Los ciudadanos desean cada vez más tener esta cobertura, uno de cada cuatro cuentan con un seguro de este tipo. Esto se debe, fundamentalmente, a la concienciación de la importancia de la salud y el bienestar de la población, pero también a la mejora de la percepción de la sanidad privada y al reconocimiento del valor social e individual que aporta el seguro", ha argumentado.

No obstante, es importante garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario privado. Para lograrlo, Murillo ha mencionado que las aseguradoras deben alcanzar nuevos equilibrios de costes y primas: "El pago por acto crea incentivos, pero no asegura que sean los servicios adecuados. Debemos ir hacia los sistemas de pago centrados en el paciente para conseguir una atención médica de mayor calidad y más accesible para los pacientes y con costes más eficientes para las compañías".

En esta misma línea, la atención basada en valor se alza como solución para compatibilizar la eficacia sanitaria con la sostenibilidad económica del sistema. "Hay que enfocarse en ella porque se centra en la persona y en las verdades necesidades del paciente", ha concluido Murillo.