Josep Santacreu, CEO de DKV.
Una de las frases más repetidas en esta pandemia de
coronavirus Covid-19 es que el
virus no entiende de fronteras, ni de ideologías. Es cierto, pero es que, además,
tampoco entiende de la titularidad de los centros sanitarios. Tanto la sanidad pública, como la sanidad privada se han enfrentado a esta amenaza.
En las trincheras de la
sanidad privada, uno de los principales agentes de lucha han sido las aseguradoras. Es por ello que su aportación también es fundamental de cara a dibujar el
Sistema Nacional de Salud posCovid-19.
DKV es una de las mutuas que presta asistencia en
Muface, y es una de las aseguradoras sanitarias más importantes a nivel nacional. Sin la visión de su consejero delegado,
Josep Santacreu, el especial
'Lección del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)', el documento que
Redacción Médica pone a disposición de la reformulación del Sistema Nacional de Salud para evitar situaciones similares a la causada, no estaría completo.
¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?
En lo que respecta a los aciertos, destacaría la velocidad de adopción del teletrabajo en organizaciones y empleados que han demostrado una gran capacidad de adaptación a las circunstancias y el gran impulso que ha tenido la telemedicina y que ha contribuido a reducir el riesgo de contagio y a evitar un mayor colapso de las urgencias en los momentos más críticos.
En DKV nuestras prioridades de actuación han sido claras desde el principio: garantizar la seguridad de las personas (empleados y clientes) y la continuidad del negocio. Creo sinceramente que las medidas que hemos puesto en marcha para lograr ambos objetivos han sido exitosas y han supuesto un gran acierto porque han asegurado la tranquilidad y satisfacción tanto de empleados como de clientes.
"Uno de los aprendizajes de la pandemia es la importancia de la Salud Pública, no solo a nivel público, sino a nivel privado"
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En relación a la telemedicina, hemos facilitado que nuestros proveedores pudieran ofrecer este servicio. Además, hemos potenciado nuestra plataforma propia, Quiero cuidarme más, y la hemos abierto a la ciudadanía en general a través de la iniciativa solidaria #MédicosfrentealCOVID. Gracias a ella, y con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina Interna y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria más de 850 médicos voluntarios se han registrado y han sido atendidas más de 16.000 consultas, entre clientes y ciudadanía en general.
Otras iniciativas solidarias que hemos impulsado, y que incluiría entre los aciertos, son #NingúnMayorSolo, para prestar atención psicológica y emocional a personas mayores a través de llamadas telefónicas, que ha contado con la colaboración del Consejo General de la Psicología de España, la Plataforma del Voluntariado de España y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología; la web dkv.es/misaludemocional con el objetivo de dotar de información y herramientas a las familias para cuidar su salud emocional; o el apoyo al fondo de 37 millones de euros para proteger a los sanitarios que se enfrentan a la Covid-19 impulsado por UNESPA (la mayor póliza colectiva de la historia, ya que más de 700.000 profesionales tendrán cobertura).
En cuanto a los errores, destacaría la deficiente coordinación entre las diferentes administraciones o desde el llamado Mando Único. Creo que se podrían haber aprovechado mucho mejor los recursos.
Aunque la Covid-19 ha sido un tsunami que ha cogido desprevenido a todo el mundo, es evidente que se podría y se debería haber actuado antes, que se podrían haber hecho las cosas de manera diferente para dotarnos de EPIS y el material necesario y haber tomado otras decisiones. Pero ya llegará el momento de hacer el análisis, las críticas y los cambios necesarios para que esta crisis nos sirva a todos para aprender, mejorar y salir reforzados.
Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión / organización?
En mi opinión, uno de los aprendizajes de esta pandemia es la importancia de la salud pública y de la prevención, no solo a nivel público, sino a nivel privado. Esto es algo que tenemos claro en DKV y llevamos años trabajando con campañas de educación para la salud y en productos y servicios, y que ahora ha venido para quedarse.
"Tener una red sanitaria privada y muchos ciudadanos con seguro privado han sido elementos importantes para amortiguar el colapso del sistema sanitario"
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También nos ha enseñado cómo el cambio climático puede acelerar o acentuar las pandemias producidas a través de zoonosis.
En cuanto a la gestión y los recursos materiales, como decía, se debería tener en cuenta una mejora de la coordinación, especialmente con el sector privado para poder aprovechar mejor sus capacidades y, de este modo, estar más preparados para afrontar las crisis.
Por último, en relación a las personas, tenemos claro que aprovecharemos los aprendizajes del teletrabajo e intentaremos reducir aún más los viajes en el futuro. En esta crisis hemos podido constatar nuestra capacidad de operar virtualmente y de mantener un altísimo nivel de servicio a nuestros clientes gracias a dos factores. El primero, los avances en digitalización que hemos realizado en los últimos años; el segundo, el grado de compromiso y profesionalidad de todos los miembros de nuestro quipo que han puesto lo mejor de ellos mismos para adaptarse rápidamente a esta situación imprevista.
¿Qué podría haber aportado su entorno empresarial sanitario que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis?
La sanidad privada ha puesto a disposición de las autoridades sus recursos desde el primer momento, por lo que la lealtad institucional y la generosidad han estado a la altura y fuera de dudas. Otra cosa es que la coordinación entre las diferentes administraciones o desde el llamado Mando Único con el sector privado haya sido óptimo.
Me gustaría resaltar que el hecho de tener una red sanitaria privada y un importante número de la población con cobertura de seguro privado ha sido un elemento importante para amortiguar el colapso del sistema sanitario.
Creo que, después de esta experiencia, es hora de dejar de demonizar el sector privado porque entre todos hemos atendido miles de casos –más de 20.000- y hemos evitado que la situación fuera mucho peor.
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