Una receta, una espera excesiva o un
mal diagnóstico. Cualquier situación puede ser válida como excusa para un paciente que decide
agredir a su médico o enfermera. Esto ha hecho de las agresiones a profesionales sanitarios un problema endémico en la sanidad, al que ni siquiera el confinamiento ha conseguido restar fuerza.
En el denominado 'año covid', se rozaron los 8.400 ataques, de acuerdo con el 'Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2019-2020'. Unas 80 se concentraron en los seis primeros meses del año, a pesar de los días de confinamiento de la población.
Esto significa que en 2020,
se produjeron de media más de 23 agresiones diarias. Cerca de una cada hora.
Los ataques físicos y verbales se suceden, casi mensualmente, en las consultas y las cifras no paran de crecer.
La Organización Médica Colegial (Omc) ha revelado que las agresiones han aumentado en 2021 acercándose a las cifras previas a la pandemia. Un total de 612 faciltativos han denunciado ataques en sus respectivos lugares de trabajo , es decir, 121 más que el año anterior. La Enfermería, por su parte, ni siquiera notó un receso durante 2020.
Según datos del Consejo General de Enfermería (CGE), los ataques a enfermeros aumentaron un 12,5 por ciento en los meses más duros de la pandemia.
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Las mujeres siguen siendo un mayor foco de agresiones, registrando casi siete de cada diez incidentes notificados durante 2021.Para
Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), esta tendencia responde principalmente a dos motivos. Por un lado, a una
feminización notable de la profesión médica. Ellas son más en las consultas y por lo tanto, el porcentaje de ataques que reciben es mayor. Sin embargo, Cobo sostiene que
existen prejuicios que hacen a la mujer más vulnerbale para los pacientes y sus familiares.
En 2021, la cifra de denuncias registradas por la Policía Nacional en España fue de 225, un 14 por ciento más que el año anterior. La recuperación paulatina de la presencialidad en hospitales y centros de salud y el colapso sufrido en los momentos críticos de las últimas oleadas, como la sexta, podrían estar detrás de este repunte, así como la vigilancia del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias por el Covid-19.
¿Cuántos ataques a sanitarios son invisibles?
Desde la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts),
señalan una gran diferencia entre las agresiones notificadas y las que realmente ocurren. Aseguran que los sanitarios no notifican este tipo de acontecimientos por miedo, por desconocimiento del procedimiento a seguir o por haber interiorizado dichos episodios como una realidad cotidiana en su profesión. Consideran que los protocolos establecidos actualmente no son eficaces, y que la mayor prueba de ello es, precisamente, el bajo porcentaje de denuncias que se registran.
Solo se notifica una de cada diez agresiones que sufre el personal sanitario en nuestro país.
Las Consejerías de Sanidad de todas las comunidades autónomas cuentan con servicios jurídicos a disposición de los profesionales sanitarios en caso de agresión. Estos servicios, enmarcados en el protocolo de atención y asesoramiento a los profesionales, ofrecen atención y asesoramiento, psicológicos como jurídicos, a los trabajadores que han sufrido una agresión.
Sin embargo, en opinión de Manuel Yanguas, interlocutor policial sanitario de la Policía Nacional, todavía quedan páginas por escribir cuando se trata de proteger al personal del Sistema Nacional de Salud. En concreto, desde su departamento consideran que debe haber mayor formación y cierta heterogeneidad en la contratación de directores de seguridad que evalúen los riesgos y dispongan medidas tales como 'botones del pánico' o cámaras.
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