Concepción Sánchez Pina, presidenta de la Aepap.
Más de
100 médicos se han reunido en
Madrid durante dos días en el marco del
IX Curso Práctico Aepap para
Residentes de
Pediatría organizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (
Aepap), para actualizar conocimientos en patologías pediátricas y protocolos preventivos en asistencia.
Según
Juana María Ledesma,
Itziar Martín y
José Callejas, coordinadores del curso y pediatras de
Atención Primaria, los principales objetivos de esta actividad son que los residentes conozcan los
aspectos asistenciales propios de la Pediatría de la Primaria, animándolos y entusiasmándolos con su específico
desarrollo profesional, para que sea una posible opción a la hora de elegir trabajo cuando finalicen su residencia.
"El uso de antibióticos y la inducción de resistencias microbianas es un problema global"
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El curso consta de cuatro seminarios y cuatro talleres, con
contenidos eminentemente
prácticos, que incluyen formación sobre actividades preventivas, detección de factores de riesgo y patologías prevalentes en las consultas de Atención Primaria, así como la adquisición de habilidades que puedan ser
útiles en la atención del niño y adolescente.
Los seminarios y talleres son impartidos casi en su totalidad por
pediatras de Atención Primaria de
diferentes comunidades, que forman parte de los distintos grupos de trabajo de Aepap, así como por especialistas de reconocido prestigio en sus respectivas áreas de conocimiento.
La inauguración del curso ha contado con la participación de la presidenta de la Aepap,
Concepción Sánchez Pina, quien ha
animado a los
residentes de
Pediatría a trabajar en Atención Primaria, "especialidad que dentro de la Pediatría atiende al niño y a su familia de una forma transversal e integral desde el recién nacido hasta la adolescencia".
El uso racional de antibióticos
Por quinto año consecutivo, y en el marco de la semana europea del
uso racional de
antimicrobianos y dada la buena acogida por parte de los alumnos en las ediciones anteriores, se ha abordado este tema. Los miembros del grupo de Patología Infecciosa de la Aepap,
Rosa Albañil y
Rafael Jiménez Alés, han afirmado que "la
práctica de la
Medicina actual solo es posible porque existen antibióticos. Sin estos, y la disminución que producen en la morbiomortalidad causada por infecciones bacterianas, no sería posible realizar procedimientos quirúrgicos, transplantes de órganos, atención a enfermos críticos, prematuros, tratamientos de enfermedades neolplásticas...etc."
El uso de antibióticos, han explicado, siempre supone un
impacto sobre la
flora bacteriana,
patógena y
colonizadora del organismo al que se administran. Estos seleccionan el crecimiento de
cepas resistentes y pueden inducir la adquisición de resistencias a su acción, por parte de bacterias inicialmente sensibles, mediante mutación o por adquisición de genes por transferencia desde otra bacteria resistente.
La resistencia puede hacerse extensiva a distintos antibióticos y familias de antibióticos existiendo bacterias panresistentes (PDR) con resistencia a todos los antibióticos disponibles. "El uso de antibióticos y la inducción de resistencias microbianas es un problema global que excede a la
práctica médica e incluso al
uso humano, porque su utilización en veterinaria, agricultura y ganadería tiene los mismos efectos que éste en cuanto a la aparición, ropagación y persistencia de microorganismos resistentes", han explicado los expertos.
Según Albañil y Jiménez Alés, un mejor uso de antibióticos puede
disminuir las
tasas de
resistencias bacterianas. "El objetivo para los médicos debe ser conseguir un uso prudente de antibióticos maximizando el impacto terapéutico y minimizando la toxicidad y el desarrollo de resistencias", han indicado.
Nutrición infantil
El curso también ha acogido un seminario sobre
nutrición infantil, en el que los pediatras de Atención Primaria
Luis Blesa y
Juana Ledesma, explicaron que la alimentación humana es muy compleja, dado que se mezclan entre otros, aspectos individuales y ambientales, conductuales y económicos, costumbres, mitos y modas, la fisiología individual con la producción regional de alimentos...
Además, durante la sesión han insistido en la importancia de la
lactancia materna (LM), que sigue siendo el estándar de oro de la alimentación durante los seis primeros meses por sus ventajas, especialmente desde el punto de vista nutricional e inmunológico. "A medida que se conoce más a fondo la composición y fisiología de la leche materna, más evidencias disponemos sobre su importancia para los primero meses de vida", han aclarado los expertos.
"Los profesionales sanitarios debemos tener actitud y método para educar"
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Así, han presentado a los residentes el método '
Baby Lead Weaning' (BLW) de introducción de la
alimentación complementaria, frente al método tradicional. Mediante este método, que debe ser indicado por el pediatra atendiendo a las
peculiaridades de cada lactante, el pequeño podrá conocer pronto los sabores y adaptarse a las distintas texturas de los alimentos, aprendiendo a autorregular la energía que toma. Esto posiblemente sea un factor protector frente a la
obesidad, aunque según comentan los especialistas, se necesitan
más estudios que ayuden a confirmarlo.
Blesa y Ledesma han recordado que en la actualidad existe evidencia suficiente para no recomendar el consumo de bebidas azucaradas en los niños, incluidos los zumos naturales, debiendo promocionarse el consumo de fruta entera y de agua natural, para poder intervenir y reducir la epidemia de obesidad que sufren muchos niños y adolescentes.
Menores con asma en la consulta
Para tratar la educación en el niño con
asma y su familia, las integrantes del grupo de Patología Respiratoria de la Aepap,
Maite Asensi y
Gimena Hernández, han desarrollado un taller en el que a través de casos clínicos, han abordado este tema, para un mejor control de la enfermedad.
Como en otras
patologías crónicas, se trata de un proceso continuo de
aprendizaje sobre las características de la enfermedad, sus manifestaciones y desencadenantes, la detección de los empeoramientos, el uso adecuado de los fármacos y el entrenamiento para realizar de forma correcta la técnica de
inhalación, evitando, en lo posible, los efectos secundarios del tratamiento y el deterioro futuro de la función pulmonar.
La
educación persigue que el niño, según su edad y la familia, sean capaces de tomar
decisiones autónomas y correctas para alcanzar y mantener el control de la enfermedad. "Para conseguirlo, los profesionales sanitarios debemos tener no solo conocimientos sobre el diagnóstico y el tratamiento, sino también
actitud y
método para educar, lo que implica desarrollar
habilidades de comunicación, entender el impacto que el diagnóstico causa en el paciente y su familia, conocer la influencia de las
creencias, los
miedos a la enfermedad y su tratamiento, la importancia de las ideas y experiencias previas y el temor al
estigma social", han concluido.
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