Educar a los niños y a los propios padres desde la ciencia, la evidencia y el rigor científico. Esa es la razón por la que la popular médica, escritora y conferenciante Lucía Mi Pediatra se ha animado a lanzar un nuevo libro, aunque esta vez ha sido en formato cuento con divertidas ilustraciones. Dentro de su gira de promoción, la pediatra ha concedido una extensa entrevista a Redacción Médica para hablar sobre temas de actualidad como la vacuna del meningococo B, el colapso de las Urgencias, la figura de la enfermera escolar, qué perfiles pueden hablar de conocimientos de salud y hasta se ha aventurado a proponer qué haría si fuese ministra de Sanidad.
Este es tu cuarto libro, pero no es como el resto porque se trata de un cuento. ¿Por qué has decidido hacer este formato para niños y romper con el anterior?
Después de la trilogía de 'Lo mejor de nuestras vidas', 'Eres una madre maravillosa' y 'El viaje de tu vida', después de terminar el último, sentí que había cerrado el círculo. Entonces, la editorial (Planeta) me propuso los cuentos infantiles. La verdad es que al principio me sorprendió, pero luego dije: "Me levanto con niños, como, trabajo con ellos, me acuesto con niños que son mis hijos. Estoy todo el día haciendo payasadas, hablando con lenguaje infantil, charlando con padres y sus críos. Esto es perfecto".
Entonces me puse y me resultó tan fácil, divertido y útil porque me parece maravilloso; no solamente acompañar y educar a los padres, sino también llevar la ciencia a los niños y que ellos aprendan desde pequeños cómo funciona su cuerpo, qué hacemos los pediatras con ellos, qué es un virus, qué es una bacteria o qué es una vacuna. Me parece que es un abordaje súper interesante.
¿Crees que hay un exceso de información sobre la lactancia, la maternidad o el cuidado de los niños?
Creo que hay unexceso que en ocasiones desinforma porque no toda la información es veraz, ni es rigurosa, ni está avalada. Como no existe ningún filtro a la hora de depositar la información en la red, se ha generado mucho más miedo del que había, mucha más confusión, más ideas dispares y más radicalismos.
Pienso que ahí los profesionales sanitarios tenemos que tener un papel protagonista a la hora de divulgar y de difundir ciencia y evidencia porque hasta hace muy poco parecía que las pseudociencias y los movimientos radicales, que no tenían ningún tipo de aval, nos habían comido el terreno en internet.
Lucía Mi Pediatra habla del autismo en su cuento.
Creo que ha llegado el momento en el que debemos alzar la voz y digamos que, sobre salud, hablamos nosotros. Somos los que nos hemos preparado para ello y que cada uno se vaya haciendo un hueco en lo que verdaderamente se ha formado.
¿Llegan a la consulta de Lucía, Mi Pediatra muchos padres diciendo lo que han leído en Doctor Google (síntomas, bulos, etc...? ¿Cómo se afronta?
Sí, vienen continuamente con este tipo de cuestiones, pero es natural. No podemos reñir a los padres porque consulten en internet, ni siquiera les podemos decir que no lo hagan porque miramos todos. Cualquiera de nosotros si tenemos que buscar información de algo que desconocemos no vamos ya a la biblioteca, ni cogemos la enciclopedia de nuestros padres.
No les puedo pedir a mis pacientes que no miren. Donde sí que les puedo ayudar es a distinguir entre una fuente fiable y una no fiable, les puedo ayudar a discriminar y recomendar páginas web junto con un montón de herramientas que van a complementar a la información que yo les dé en la consulta. Me parece que desaprovechar esa oportunidad sería de tontos, pero no podemos reñir nunca a los padres por consultar en internet. Es completamente natural que lo hagan.
¿Entonces dónde colocamos a las redes sociales: en aliado o enemigo?
No, en aliado. Mi mensaje se lo puedo contar a 25 familias en una mañana, pero es que en dos minutos puedo llegar a millones y millones. ¿Cómo vamos a desaprovechar esto? No podemos dejarlo pasar. Las redes sociales han venido para quedarse y lo que tenemos que hacer es poner cada cosa en su lugar y, cuando volquemos información, que cada uno hable de lo que realmente conoce. Con un aval científico detrás y con fuente bibliográfica. En definitiva, las redes sociales traen muchas más cosas positivas que negativas.
"Debemos dar pautas claras a los padres de cuándo ir a Urgencias"
¿Crees que hay una imagen distorsionada sobre lo que es la maternidad? ¿Con qué miedos llegan los padres a la consulta?
La verdad es que cuando escribí 'Lo mejor de nuestras vidas', lo hice desde ese momento en el que a mí me habían descrito una maternidad idealizada, maravillosa y estupenda. Pero ni siquiera a mí como pediatra me había llegado la cara B de la maternidad y de la paternidad. Escribí ese primer libro como terapia personal porque la maternidad es maravillosa, pero tiene muchas sombras con muchos túneles y dificultades. Hay muchas cosas de las que nadie habla y hay que abordarlas. A medida que iban (y van) pasando los años yo veo, veía y sigo viendo en la consulta a muchas familias que les pilla completamente por sorpresa muchos temas, como por ejemplo el posparto, que parece que se mantiene ahí como tabú. Entonces, decidí escribir sobre todo lo que a mí me hubiese gustado que me hubiesen contado cuando estaba embarazada.
Ahora veo que cada vez se muestra una imagen más real de la maternidad y de la paternidad. Aún así creo que tenemos que darle todavía más espacio a las sombras, a las dificultades, a la diversidad, a las familias que no lo han tenido tan fácil, a la enfermedad, al duelo, a la pérdida o a la discapacidad... Por fin creo que la gente puede encontrar cómo sentirse identificado con un mensaje.
Actualmente parece que hay mucho padre/madre temeroso que frecuentemente va a las Urgencias, ¿cómo afrontar la saturación en estos servivios de esos padres primerizos, que están temerosos porque el niño tiene unas décimas? (Por ejemplo, en el cuento cuando la protagonista tiene que ir a la visita del pediatra la madre está tranquila...)
Eso es, mamá tranquila, niña tranquila. Si los padres están temerosos o si tienen miedo es porque se sienten inseguros y si están así es porque no se ha establecido una relación de confianza lo suficientemente fuerte con su pediatra. Tenemos que empezar a educar a nuestros pacientes desde la primera visita del recién nacido y tenemos que intentar transmitirles tranquilidad y serenidad.
Lo que cuento aquí, explicado para niños, es lo mismo que le digo a los padres. No lo hago ni una vez, ni dos, ni tres, lo tengo que hacer 20 veces para que los padres entiendan que no hace falta ir a Urgencias cuando el niño tiene 38 de fiebre. Esto pasa por hablar y solucionar todos los problemas que tienen los padres primerizos, que a veces parece que se les echa la bronca por consultar. Todo lo contrario. Los padres tienen que preguntar y deben resolver todas sus dudas porque si no lo hacen se sienten inseguros y, si se sienten así, a la primera de cambio van a Urgencias. Nuestra función como profesionales es tranquilizar, guiar y darles pautas claras de cuándo ir a Urgencias y cuándo pueden mantener al niño en casa.
Las vacunas, el sueño o la alimentación son algunos de los temas que Lucía Mi Pediatra ha incluido en el cuento.
¿Crees que la sociedad tiene una buena imagen sobre los pediatras?
Yo pienso que sí. Me siento querida por mis pacientes. La figura del pediatra es entrañable. Igual me equivoco y después de la entrevista salen un montón de haters (risas).
Yo pienso que el pediatra está en las conversaciones familiares día sí y día también. Es una figura muy bonita que va a lo largo del crecimiento de los niños. Estamos con ellos 14 años y al final no nos encargamos solamente de mocos, catarros y diarreas. Abordamos problemas mucho más complejos y hacemos un apoyo emocional a los padres que a mí me reconforta muchísimo.
En el cuento tratas temas como el autismo, la alimentación o las vacunas. ¿Por qué escribir sobre estos temas?
Inicialmente hice un listado de los 'Top 10' de las dudas que con más frecuencia me plantean los padres en la consulta y entonces vi claro los temas de los que tenía que hablar. De esos 10 saqué cinco que son: el sueño, la alimentación, las vacunas, la fiebre, los mocos y, en el caso del sexto, tenía muchas ganas de dar ese espacio a la diversidad. En todos mis libros siempre hay historias muy potentes de familias maravillosas que merecen todo nuestro apoyo y toda nuestra lucha y toda nuestra voz.
Aquí no podía dejar de hacerlo. Entonces fue con el hermanito de Lola, Tony, que tiene un trastorno de espectro autista, que es un trastorno muy frecuente. Creo que es responsabilidad personal, moral y humana sensibilizarnos con estos temas, en darles toda la visibilidad del mundo, en normalizar y educar a nuestros hijos en que realmente las diferencias son lo que nos convierten en seres extraordinarios y que estos niños están aquí con nosotros y que tienen exactamente los mismos derechos que los demás.
¿Qué hacemos con el fenómeno ‘antivacunas’? Porque educamos a los niños pero, ¿qué hacemos con los padres que siguen esa filosofía?
También les educamos, (risas), poco a poco. Pues mira, fenómeno antivacunas como titular de prensa vende mucho, muchísimo. Pero en España afortunadamente tenemos un movimiento antivacunas que es testimonial, es muy pequeñito. Creo que nos podemos sentir muy orgullosos de la labor que estamos haciendo entre todos. Profesionales sanitarios, familias y medios de comunicación vamos todos en bloque. Esto a mí la verdad es que me emociona cuando vemos que todo el mundo va hacia el mismo lugar. Y realmente lo que sí que nosotros nos encontramos es gente que tiene reticencias con algunas vacunas o que tienen algunas dudas, ciertos miedos y que escuchan mucho ruido. Es por ello por lo que las puertas de nuestras consultas siempre tienen que estar abiertas para todo tipo de pacientes y para estos, más todavía.
"Todos los niños tienen derecho a estar protegidos hayan nacido en la CCAA que hayan nacido"
Sí, efectivamente. Han tenido que tomar esta medida extrema pero porque sus cifras no tienen nada que ver con las nuestras. Ellos tienen unas cifras de brotes de sarampión que traspasan ya todas las líneas rojas. Entonces, ante grandes problemas, grandes medidas para combatirlo. Eso es un problema de salud pública y al final tienes que mirar por el bien del resto de los niños y de la sociedad.
Nosotros actualmente en España, la inmensa mayoría de los pediatras, opinamos que es mejor convencer que obligar, que la historia previa nos dice que obligando a las familias por ley a vacunar se genera un movimiento contrario a la vacunación mayor del que antes existía. Estamos bien. Las familias actúan con responsabilidad y vacunan a sus hijos. Hay focos muy pequeños. Pensamos que no es necesario obligar por ley a los padres a vacunar, pero también que en el momento en el que surja un brote o un problema de salud pública, si hay que cambiar de estrategia, habrá que hacerlo.
¿Cómo ves tú que Sanidad excluya la vacuna del meningococo B con el argumento de que no hay evidencia de su efectividad?
Evidencia hay. Me parece mal, francamente. Me parece mal y me parece todavía peor que haya comunidades donde ahora va a estar incluida y CCAA en las que no. Todos los niños tienen derecho a estar protegidos hayan nacido en la comunidad autónoma que hayan nacido. Entonces, me parece tremendamente injusto que por haber nacido en una comunidad un niño tenga más riesgo de tener una sepsis meningocócica que un niño que haya nacido en otra comunidad.
"Me parece tremendamente injusto que la vacuna del meningococo B no esté financiada a todos los niños de España".
Se trata de una enfermedad grave, potencialmente mortal -tiene una mortalidad entre un 10-12 por ciento-, que esto es mucho en los niños. Con un porcentaje de secuelas de entre un 20 - 30 por ciento. Estamos hablando de secuelas muy graves (cicatrización amplia de por vida, amputaciones de grandes miembros, sordera permanente, problemas cognitivos, neurológicos). Es una enfermedad que genera mucho impacto en las familias. El año pasado hubo más de 300 casos en total de enfermedad meningocócica invasiva, que pueden parecer pocos, pero mi experiencia profesional y personal (porque yo soy superviviente de una sepsis meningocócica cuando tenía cinco años) me dice que cuando te pasa a ti o le pasa a uno de tus hijos da igual que haya habido X casos porque es tu hijo y la vida de tu hijo es insustituible.
Si tenemos una vacuna que es segura, eficaz, que se está utilizando en otros países con buenos resultados, me parece tremendamente injusto que aquí no esté financiada a todos los niños de España.
En uno de los capítulos del cuento hablas de cómo le cuesta quedarse dormida a la niña porque ha estado jugando con la tablet. Ahora que se habla de generación Touch (niños ya nacidos en la era digital), ¿cómo tratar esto si los propios padres utilizan los smartphones o tabletas para distraerles?
La verdad es que cada vez vemos más trastornos del sueño en los niños y buena parte de ellos es debido a esto: a la estimulación lumínica que producen las pantallas unos minutos antes de dormirnos. Si nosotros antes de dormir nos exponemos a una luz muy intensa, nuestro cerebro lo que interpreta es que no ha llegado la noche y que tenemos que estar despiertos. Esto produce un retraso en el inicio del sueño. A nosotros los adultos quizás no nos afecte mucho, pero a los niños sí que les puede trastocar mucho sus hábitos y su día a día. Esto hay que explicarlo porque si no se hace ellos no tienen por qué saberlo y a los niños también se les argumenta por qué dos horas antes no puedes jugar a la tablet. Nuestros hijos nos ven con pantallas todo el día, pero ahí estamos nosotros para poner unos límites.
"Me parece que la enfermera podría hacer mucho más que curar una pupa y podría llevar todo el sentido de su profesión a las escuelas"
Me parece bien. La verdad es que en los patios de los 'coles' pasa de todo y me parece que es una figura que podría ayudar mucho. No solamente ante accidentes infantiles o que los niños se pongan enfermos estando en el colegio y que ellas hagan una primera valoración, sino también como educación sanitaria. Yo si tuviese esa oportunidad en un colegio y, encontrase esa manera de abordarlo, me enfocaría también a que de alguna manera les pudiera dar charlas a los niños de educación sanitaria, alimentación, primeros auxilios... Me parece que la enfermera podría hacer mucho más que curar una pupa y que podría llevar todo el sentido de su profesión ahí al terreno con los niños, y fíjate si se pueden hacer cosas.
Se aproximan elecciones generales, ¿qué le pides al nuevo Gobierno en materia sanitaria?
¡Uh! Buena pregunta.. Pues mira, justamente hoy Unicef lanza una propuesta al futuro Gobierno en favor de la conciliación porque hoy en día padres y madres trabajamos y llevamos un ritmo de locura. Si no están en casa nuestros hijos no se crían igual o si papá y mamá están estresados, agobiados o tienen insomnio por la cantidad de estrés laboral que sufren, es imposible que eduquemos a nuestros hijos de una forma sana y emocionalmente equilibrada.
De manera que para el nuevo Gobierno yo me sumo a la petición de Unicef y les pediría bajas maternales y paternales de seis meses; si tenemos que mantener la lactancia materna durante seis meses, que es lo que nos dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque es lo mejor para nuestros niños, no tiene ningún sentido que a los cuatro meses nos tengamos que incorporar.
Y en materia de salud pues la verdad es que mis colegas de loscentros de salud en Primaria están verdaderamente colapsados, con unos cupos imposibles en los que con cinco minutos por paciente es imposible hacer una adecuada educación sanitaria. Así que eso es un tema a abordar también.
¿Qué haría Lucía, Mi Pediatra si fuese ministra de Sanidad?
Nunca me lo he planteado. Creo que luchar por los derechos de los niños, poner el bienestar de los niños por encima de casi cualquier cosa, ser absolutamente intransigente con el tema de los abusos sexuales a menores como medida urgente. En definitiva, un abordaje integral a la infancia y a nuestros niños que son el futuro.
Imagen de Lucía Mi Pediatra junto a su último libro.
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