Dormir menos de 9 horas afecta al desarrollo cognitivo de preadolescentes

Un periodo insuficiente de sueño nocturno puede afectar las funciones cognitivas y causar problemas de comportamiento en preadolescentes. Así lo determina un estudio publicado en la revista científica The Lancet y que determina como esencial un mínimo de 9 horas de sueño para menores de 9 a 12 años.

Fan Nils Yang, Weizhen Xie y Ze Wang, los tres investigadores responsables del estudio, explican que el comienzo de la adolescencia es un periodo crucial para el desarrollo neurocognitivo. Por eso, se plantearon como objetivo investigar cómo la falta de sueño afecta a la salud mental, la cognición, la función cerebral y la estructura cerebral durante dos años en niños de entre 9 y 12 años.

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"Los niños entre 9 y 12 años deben dormir al menos 9 horas para su correcto desarrollo"

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El estudio comenzó en 2016. De ese año a 2018 los investigadores recopilaron los datos de 11.878 personas, de las cuales 8323 fueron elegibles e incluidas en este estudio. 4.142 participantes formaron el grupo de sueño suficiente y 4.181 el grupo de sueño insuficiente. Los datos de seguimiento se recopilaron entre 2018 y 2020. Identificaron 3.021 pares emparejados de sueño suficiente-sueño insuficiente al inicio y 749 pares emparejados a los 2 años de seguimiento, y observaron diferencias similares entre los grupos en su comportamiento y medidas neuronales.

Incentivo de depresión y problemas del pensamiento

Así, al comparar los datos de ambos grupos, han observado que el sueño insuficiente tiene una incidencia negativa sobre la depresión, problemas del pensamiento e inteligencia cristalizada. Sobre esto último, además, han indicado que las propiedades estructurales del lóbulo temporal anterior ejercen una mediación del efecto del sueño insuficiente sobre la inteligencia cristalizada.

"Estos resultados proporcionan evidencia del efecto duradero del sueño insuficiente en el desarrollo neurocognitivo en la adolescencia temprana", aseguran y destacan el valor que puede tener una intervención temprana en los patrones de sueño de niños y adolescentes para mejorar su correcto desarrollo a largo plazo.