Varias investigaciones ya han demostrado que las embarazadas transfieren anticuerpos contra el Covid a los fetos, especialmente si la infección se produce al inicio del proceso de gestación. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado una
fuerte secreción de anticuerpos IgA e IgG específicos del SARS-CoV-2 en la leche materna durante seis semanas después de la vacunación.
El 20 de diciembre de 2020, Israel inició un programa nacional de vacunación contra el Covid-19. Uno de los grupos prioritarios fue el de los trabajadores sanitarios, entre los que había una gran catidad de mujeres que estaban lactando. A pesar de que el ensayo de la vacuna no incluyó a esta población y no se habían publicado otros datos de seguridad relacionados con la vacuna, s
e animó a las mujeres que amamantaban y que pertenecían a grupos de riesgo a recibir la vacuna.
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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también han recomendado que
se inmunice a las mujeres que amamantan de
los grupos objetivo de la vacuna. Varios investigadores israelíes quisieron saber si la inmunización materna da como resultado la secreción de anticuerpos del SARS-CoV-2 en la leche materna y evaluaron cualquier evento adverso potencial entre las mujeres y sus bebés.
Así, realizaron un estudio de cohorte prospectivo de una muestra de conveniencia de mujeres que amamantan (ya sea de forma exclusiva o parcial) pertenecientes a grupos destinatarios de la vacuna que eligieron vacunarse. Las participantes fueron reclutadas por todo Israel entre el 23 de diciembre de 2020 y el 15 de enero de 2021, a través de
anuncios y redes sociales. Todas ellas recibieron
dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech con 21 días de diferencia. Se recolectaron muestras de leche materna antes de la administración de la vacuna y luego una vez a la semana durante 6 semanas comenzando en la semana 2 después de la primera dosis. Se mantuvieron congeladas en espera de análisis.
En el momento de la inscripción, se recopiló
información demográfica materna e infantil, seguida de cuestionarios semanales junto con la recolección de leche materna. El estudio fue aprobado por la Junta de Revisión Institucional del Centro Médico Shamir y contó con el consentimiento informado por escrito de las madres. En total,
84 mujeres completaron el estudio, que proporcionaron un total de 504 muestras de leche materna. Tenían de media de 34 años y los lactantes de 10,32 meses.
Los niveles de anticuerpos se elvaron dos semanas después de la primera dosis
Los
niveles medios de anticuerpos IgA específicos anti-SARS-CoV-2 en la leche materna aumentaron rápidamente y se elevaron significativamente 2 semanas después de la primera dosis, cuando el 61,8 por ciento de las muestras dieron positivo, aumentando al 86,1 por ciento en la semana 4 (una semana después de la segunda vacuna).
Los niveles medios permanecieron elevados durante la duración del seguimiento, y en la semana seis, el 65,7 por cientode las muestras dieron positivo. Los anticuerpos IgG específicos anti-SARS-CoV-2 se mantuvieron bajos durante las primeras tres semanas, con un aumento en la semana cuatro, cuando el 91,7 por ciento de las muestras dieron positivo, aumentando al 97 por ciento en semanas cinco y seis.
Ninguna madre o bebé experimentó ningún evento adverso grave durante el período de estudio. Cuarenta y siete mujeres (55,9 por ciento) informaron un evento adverso relacionado con la vacuna después de la primera dosis de vacuna y 52 (61,9 por ciento) después de la segunda dosis, siendo el dolor local la queja más común.
Cuatro bebés desarrollaron fiebre durante el período de estudio 7, 12, 15 y 20 días después de la vacunación materna. Todos tenían síntomas de infección del tracto respiratorio superior que incluían tos y congestión, que se resolvieron sin tratamiento excepto un lactante que ingresó para evaluación de fiebre neonatal debido a su edad y fue tratado con antibióticos a la espera de los resultados del cultivo. No se informaron otros eventos adversos.
Con todo, los investigadores explican que el estudio, publicado en la revista
JAMA, tiene limitaciones. Primero, no se realizaron ensayos funcionales. Sin embargo, estudios anteriores han mostrado capacidades neutralizantes de los mismos anticuerpos que se midieron para este trabajo. Y, en segundo lugar,
no se realizaron pruebas de anticuerpos séricos ni PCR, lo que habría proporcionado correlaciones interesantes.
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