PSOE y Sumar rediseñarán la Ley de Equidad con diálogo en la concertación

La futura Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), proyecto estrella de la exministra de Sanidad Carolina Darias que quedó en agua de borrajas, está abocada sufrir modificaciones respecto al texto promovido en su momento por la ahora alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria para superar los pertinentes trámites camerales. Es algo de lo que es consciente la actual titular del departamento, Mónica García, pero también los dos partidos del Gobierno de coalición, PSOE y Sumar. No hay un cómo, pero sí un qué, y pasa por llegar a un acuerdo global en el que esté incluido Podemos, el -casi- inesperado primus inter pares del foro protestatario contra el Ejecutivo que ya dejó clara a Redacción Médica su intransigencia en lo que a dejar la puerta abierta a la “privatización de la sanidad” se refiere. Y en eso, al menos, la fuerza de Ione Belarra coincide con García.

La Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del SNS en la que trabajó el gabinete de Darias venía a “ampliar y devolver a la ciudadanía derechos que gobiernos anteriores habían suprimido”, según explicó la propia exministra en 2022. Se refería al Real Decreto 16/2012, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS, aprobado en la era gubernamental de Mariano Rajoy, en plena crisis económica. Aunque se introdujeron modificaciones a través del Real Decreto-ley 7/2018, sobre el acceso universal al SNS, determinados colectivos sociales siguieron -siguen- siendo excluidos de esa universalidad, especialmente, los inmigrantes indocumentados.

Aunque el anteproyecto de ley llegó a recibir el visto bueno del Consejo de Ministros en junio de 2022, la normativa no salió adelante por las desavenencias en el seno del propio Ejecutivo. La propia Darias había destacado que la ley establecía “excepciones” para habilitar “la gestión indirecta” de la sanidad “bajo una visión complementaria y de apoyo, nunca sustitutoria, siempre motivada objetivamente y solo cuando no sea posible la gestión directa”.

El entonces socio de Gobierno del PSOE, Unidas Podemos, presentó once enmiendas enmiendas parciales buscando aumentar los límites a la activación de conciertos sanitarios. Desde el partido se argüía que esas “excepciones” aludidas por Darias no eran sino eufemismos de una llamada a la “privatización” del SNS. Hubo intentos para alcanzar puntos de encuentro entre finales de 2022 y primeros de 2023, pero resultó imposible.

Casi un año después, la postura de Podemos -ahora en el Grupo Mixto- respecto a la llamada ley Darias se mantiene inamovible, y la intención de García tras desempolvar el proyecto es salvar lo que en su momento fue un escollo infranqueable. "Vamos a poner freno a la privatización de la sanidad, no a la sanidad privada”, dejó claro a este periódico recientemente para apaciguar los ánimos del sector privado, de lo que cabe deducir que el texto que había en el cajón tendrá cambios.

Optimismo del PSOE para llegar a acuerdos en sanidad

La cuestión es si la futura norma que prepara Sanidad contará con el ‘sí’ socialista, en primer lugar, y, en segundo, si el Gobierno pondrá de acuerdo a todas las partes necesarias para que supere la tramitación parlamentaria y no le obligue a seguir puliendo su técnica cameral de encaje de bolillos para reunir los votos favorables suficientes, más allá de cuestiones bien partidarias, bien partidistas.

“En sanidad tiene que haber siempre el máximo consenso, y creo que lo podemos conseguir”, vaticina a Redacción Médica la portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso, Carmen Castilla. “Estamos hablando de universalidad. Pienso que nos acabaremos entendiendo”, agrega.

La socialista, aunque cauta, sí que se atreve a deslizar que el texto de la Ley de Equidad de Darias no será intocable: “Ahora estamos en otro momento. Todos los grupos tenemos que hacer aportaciones, y esperemos que sea para crecer. Otra cosa no tiene sentido”.

Sumar reafirma su "extinción progresiva" de las mutualidades

Su homólogo de Sumar, Rafael Cofiño, recuerda que tanto la hoja de ruta sanitaria como el programa electoral para el 23J de Sumar incluyen otra de las puntas de lanza de Podemos contra el proyecto de Darias -aunque no acabara formando parte del acuerdo de Gobierno de coalición firmado en octubre-: la extinción progresiva del modelo de mutualidades. “Integraremos […] de forma paulatina, escalonada y programada, bajo la prestación sanitaria del sistema sanitario público” a “las personas que reciben actualmente prestación sanitaria bajo mutuas de prestación sanitaria privada”, reza el programa.

En este último punto incide Cofiño: “No se trataría de cambiarlo de la noche a la mañana, sino de forma progresiva, para hacerlo bien”, resalta a este medio. Hay que recordar que tanto él como la propia Mónica García han manifestado que la eliminación de las mutualidades no era prioritario. La voz sanitaria de Sumar habla de un horizonte “a medio-largo plazo” tanto para ello como para contar con una nueva Ley de Equidad del SNS: “Va a depender de la agenda que marque el ministerio”.