Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea.
El director ejecutivo de la
Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha dado un tirón de orejas a los grupos políticos en general, y a PSOE y PP en particular, por el
“fracaso” de la Agencia de Salud Pública, proyecto que el pasado marzo naufragó en la votación definitiva en el Congreso a consecuencia del ‘no’ de los populares y de Junts per Catalunya. El economista subraya el carácter “esencial” de una estrategia destinada a mejorar la respuesta de España ante posibles futuras pandemias, cuya caída, manifiesta, “pone de manifiesto la
incapacidad” de los partidos “para llegar a acuerdos incluso en cuestiones de interés generan en las que no hay diferencias sustantivas entre ellos”.
“Por el bien del país, ambos deberían recapacitar”, sentencia De la Fuente en su
análisis sobre las reformas del Plan de Recuperación y otras medidas estructurales enviadas a las Cortes Generales que ha hecho público este lunes Fedea. Un documento en el que señala a la citada Agencia Estatal de Salud Pública como uno de los proyectos malogrados más sensibles para España, dado su carácter “esencial para mejorar la respuesta a posibles futuras pandemias”.
El director de la fundación económica cataloga de
“sorprendente” que la Ley de creación de este ente decayeran en el pleno del Congreso “pese a la práctica unanimidad existente sobre la necesidad de una entidad de este tipo”. De hecho, apenas días antes de que el pleno lo tumbara, el proyecto había recabado el
apoyo casi unánime de la Comisión de Sanidad (solo Vox votó en contra).
Veto del Congreso a la Ley de desperdicio alimentario
El porqué del
rechazo de PP y Junts a la Agencia Estatal de Salud Pública no radica tanto en sus diferencias sobre el contenido de esta Ley como en la deriva de otras negociaciones paralelas. En concreto, fuentes de la Cámara Baja apuntaron a la norma sobre
prevención de pérdidas y el desperdicio alimentario, dado que las enmiendas que populares y nacionalistas habían pactado en el Senado fueron vetadas a su llegada a la Cámara Baja.
Desde el Partido Popular apelaron, sin embargo, a los flecos pendientes de la Agencia, incluida la falta de concreción sobre la designación de su director (denunciaron que el Gobierno estaba allanando la candidatura del epidemiólogo
Fernando Simón); así como al tono bronco de la ministra de Sanidad,
Mónica García, quien durante su defensa de la Ley acusó a los conservadores de pretender
“invisibilizar” la ciencia mediante “arrebatos”.
Sea por una razón u otra, dicta De la Fuente, el fracaso de esta norma y de otras como la
Ley del suelo (para evitar retrasos innecesarios en la construcción de viviendas) evidencia “la incapacidad” de los diputados y del conjunto de la clase política de llegar a acuerdos “incluso en cuestiones de interés general en los que
no hay diferencias sustantivas entre ellos”.
El 'sí' a la Agencia de Salud Pública no está asegurado
En todo caso, la Agencia de Salud Pública tendrá una segunda oportunidad después de que el
Consejo de Ministros volviera a dar luz verde a la iniciativa para su traslado a las Cortes.
A priori, nada hace presagiar que los grupos que sostienen al Gobierno (PSOE y Sumar) no puedan llegar a un entendimiento con la oposición para, esta vez sí, dar luz verde a la Agencia, aunque la sorpresa del pleno celebrado el 20 de marzo obliga a contemplar cualquier escenario posible.
Los
populares, por su parte, mantienen que su apoyo al proyecto está supeditado al acercamiento en los cabos que quedaron sueltos en la anterior negociación.
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