El médico que anuló la gripe A en España avala la gestión del coronavirus

Generar confianza en una crisis ¿es posible? Esta es la pregunta que se hace el exportavoz de Sanidad del PSOE en el Senado, José Martínez Olmos, en último libro, en el que “desde la experiencia” da las claves de una comunicación efectiva en una crisis sanitario, como la que fue la gripe A.

“Para hacer una comunicación más eficaz y generar confianza en la población es imprescindible ofrecer una información veraz y transparente sobre cualquier episodio relacionado con este tipo de hechos”, explica Martínez Olmos a Redacción Médica, que desde recuerda perfectamente la etapa en la que le tocó lidiar con la crisis de la gripe A cuando fue secretario general de Sanidad en el ministerio.

“Hasta ahora ya hay algunas semejanzas en la dirección que llevó la OMS con respecto a la gripe A y el coronavirus. También hay similitudes en la respuesta que está dando el Sistema Nacional de Salud, una respuesta coordinada, que en mi opinión se está haciendo muy bien”, subraya Olmos. 

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"Hay semejanzas en la dirección que llevó la OMS con respecto a la gripe A y el coronavirus"

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En su opinión hay tres claves que se deben de seguir en una crisis de esta envergadura.
“Primero tiene que haber transparencia. Eso significa que cualquier interés que tenga un medio de comunicación en una crisis sanitaria debe de ser resuelta". 

"El segundo aspecto es la accesibilidad. Es decir, el sistema tiene que ser accesible también para los expertos en la materia. Algo que ahora se está haciendo muy bien; y por último, modular la información en tiempo real”, enumera.

Errores y aciertos

Estos tres factores, según Martínez Olmos, genera un sentido de “confianza” en la población que “ayuda sin duda a gestionar cualquier crisis sanitaria”.

Aunque, seguir estos tres consejos, no siempre es fácil. “El error más típico que se comete en las crisis sanitarias es que el que habla sobre el tema en cuestión no es experto en la materia. Siempre hay un espacio para que hable los responsables públicos, y hay otro para que hablen los expertos, y a veces ese equilibrio no se consigue”, critica.

Por otro lado, el segundo error que más a menudo se comete “es que a veces hablan más los clínicos que los epidemiólogos. Es necesario conocer la situación del paciente, pero también es necesario la opinión del epidemiólogo en la evolución del virus. Esa modulación de la información es vital para que la información fluya de forma idónea”, concluye.