José Luis Escrivá
Los trámites de la
nueva reforma de las pensiones llegaban este jueves a término, con la aprobación definitiva por el Pleno del
Congreso de los Diputados. No sin esfuerzo y ciertas reticencias de la Cámara, el ministerio de José Luis Escrivá conseguía sacar finalmente adelante la primera parte del proyecto para modificar las cuantías de jubilación a partir del año que viene, con 176 votos a favor, 148 en contra y 6 abstenciones.
Esta primera batería de medidas supondrá la
vinculación de la cuantía a la subida del IPC, es decir, un un 2,5 por ciento a partir del 1 de enero calculando la media de noviembre, lo que supondrá casi
67 euros más en el caso de los médicos jubilados, cuya pensión alcanzatá los 2.775 euros brutos mensuales.
Como desventaja, la reforma significará
penalizaciones para aquellos que decidan prejubilarse dentro de diez años. El reajuste de los
coeficientes reductores, en el caso de los médicos, se traducirá en un recorte de hasta el
21 por ciento cuanto se anticipe en dos años la jubilación y unas pérdidas cercanas a los 600 euros en 2032, aunque con mejoras en otros tramos.
Si algo han alabado la mayoría de grupos ha sido la
sustitución del actual factor de sostenibilidad por el
Mecanismo de Equidad Intergeneracional, con el que el ministerio de Seguridad Social pretende crear "un colchón de seguridad" para sufragar las pensiones de la generación del 'baby boom'. Para ello se plantea una
subida de las cotizaciones del 0,6 por ciento. La mayor parte de ese porcentaje, el 0,5 por ciento deberá asumirlo la empresa y el 0,1 por ciento el trabajador.
Teniendo en cuenta el aumento que experimentarán las
bases máximas de cotización a partir del 1 de enero de 2022 hasta los 4.139,40 euros mensuales, los médicos verán incrementada su aportación en 4 euros mensuales y en unos 50 euros más al año en 12 pagas.
La profesión teme que el ministro no cumpla con lo prometido y no acompañe ese
'destope' en la cotización máxima con un aumento de la pensión máxima, por lo que, los profesonales estarían "pagando más para recibir lo mismo" al no aumentar las retribuciones una vez retirados.
'Sí' a la derogación del factor de sostenibilidad
Un mecanismo que no convence del todo a Ciudadanos, al entender que "hipoteca el futuro de los jóvenes". Su propuesta para acompasar la subida de las pensiones al sueldo juvenil y establecer un IPC específico para pensionistas quedaba, no obstante, rechazada en el Pleno, al igual que el resto de enmiendas que aún quedaban vivas tras las votaciones en Comisión.
No es la única formación que mostraba descontento con la denominada ley Escrivá, especialmente en lo relativo al sector juvenil. Partido Popular, Vox y los grupos Mixto y Plural afeaban varios aspectos de la norma, convencidos de que, debido a la alta tasa de desempleo juvenil, no garantizatá la sostenibilidad del sistema. Calculadora en mano, Vox asegura que las medidas propuestas solo ayudarán a compensar como máximo 37.000 millones de euros de los 50.000 que se prevén en gasto de las pensiones, o "incluso menos".
En concreto, hacían referencia al aumento del periodo de cálculo de cotización de 15 a 25 años y hasta 35 si se cumplen las previsiones, lo que podría afectar al cómputo de la pensión final de los médicos próximos a jubilarse.
Aunque reconocen "ciertos avances" con respecto a la reforma emprendida en 2011, consideran una 'línea roja' el
aumento de la edad de jubilación o el mantenimiento de los coeficientes reductores en caso de jubilación anticipada.
Aplauden, por contra, la inclusión de una
auditoría que analizará las cuentas de la Seguridad Social desde 1967 hasta ahora, aportando "credibilidad al proyecto", según apuntaban desde la tribuna socialista.
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