La ministra de Ciencia, Diana Morant, en el Congreso de los Diputados.
El
Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves, con amplio apoyo y sin votos en contra, el proyecto de ley por el que se reforma la Ley 14/2011, de 1 de junio, de la
Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que ahora será remitido al Senado para completar su tramitación. Entre sus principales novedades, se encuentra el desarrollo de una
carrera investigadora para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Se trata de una reforma incluida en e
l Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que está orientada a fortalecer las capacidades del Sistema Público de Ciencia, Tecnología e Innovación de España para mejorar su eficacia, coordinación, gobernanza y transferencia del conocimiento, así como para reducir las cargas administrativas.
Asimismo, este proyecto de ley dota de más recursos, derechos y oportunidades al personal del
ámbito público de I+D+I, especialmente a los jóvenes. Además, garantiza por primera vez una financiación pública de la I+D estable y creciente con el objetivo de que alcance el
1,25 por ciento del PIB en 2030, de conformidad con el Pacto de la Ciencia y la Innovación.
La ministra de Ciencia e Innovación,
Diana Morant, ha destacado que esta norma da impulso a la ciencia y la innovación en nuestro país conectando nuestro sistema con Europa y con el mundo tras una "década de retroceso y recortes" Morant también ha señalado que el proyecto de ley ha sido debatido y consensuado con las
organizaciones científicas y empresariales más representativas, así como con los grupos políticos. El texto recoge más de
100 enmiendas presentadas por los grupos, con aportaciones que han sido pactadas con
11 partidos políticos.
Mejora de la carrera científica y técnica
Entre las medidas para mejorar la carrera científica y técnica en el ámbito de la I+D+I, el texto recoge una nueva
modalidad de contrato indefinido vinculada al desarrollo de actividades científico-técnicas para todo tipo de personal de investigación en el marco de líneas de investigación definidas y en contratos de I+D+I. La contratación no está sujeta a los límites de la oferta de empleo público ni a las tasas de reposición.
Asimismo, el texto aprobado en el Congreso establece un
nuevo itinerario posdoctoral que busca reducir la edad de entrada al sistema y facilitar la incorporación estable al mismo. En concreto, la norma diseña un nuevo contrato de hasta seis años, con una evaluación intermedia que conlleva promoción y una evaluación final, que permite obtener el nuevo
certificado R3.
Este certificado facilitará consolidar
una plaza permanente porque se exime de parte de las pruebas de acceso y porque se reserva un mínimo del 25 por ciento en los puestos en los organismos públicos de investigación y del 15 por ciento en universidades.
El proyecto de ley también garantiza
nuevos derechos laborales a los jóvenes investigadores e investigadoras de nuestro país como una indemnización por finalización de los contratos predoctorales y postdoctorales.
Medidas para estimular la atracción de talento
La norma también recoge medidas para estimular la
atracción de talento a España y la movilidad del personal de investigación, con facilidades para la contratación de personal extranjero y la posibilidad de la doble adscripción en nuestro país y fuera de él.
Además, los quinquenios del personal de investigación de los
Organismos Públicos de Investigación (OPIS) evaluarán y reconocerán por primera vez todos los méritos de investigación realizados anteriormente en el sector público y en cualquier universidad, tanto en España como en el extranjero. Hasta el momento, los quinquenios solo reconocían la experiencia en los OPIS de nuestro país. Asimismo, la norma redefine el
contrato del investigador distinguido para atraer personal científico de prestigio a España.
Más reconocimiento al personal de investigación
El personal técnico de Organismos Públicos de Investigación adquiere nuevos derechos, como la posibilidad de
movilidad profesional, de estancias formativas temporales o de colaboración en empresas tecnológicas. Por su parte, se mandata a las comunidades autónomas para que incorporen categorías específicas de investigador sanitario en su personal estatutario y desarrollen su carrera profesional en términos similares al resto de personal de investigación.
Otro de los ejes del proyecto de ley está orientado a
reducir las cargas administrativas del sector de I+D+I. Por ejemplo, en materia de subvenciones públicas, la norma introduce medidas para facilitar tanto el procedimiento de concesión de ayudas como el de justificación por parte de los beneficiarios.
La norma también está orientada a
reforzar la transferencia de conocimiento, una de las carencias del sistema de I+D+I español, a través de nuevos mecanismos. Uno de ellos es el reconocimiento del sexenio de transferencia para incentivar el traslado directo del conocimiento y la innovación generados en el sector público a las empresas y a la sociedad.
Otros mecanismos incluidos en el texto son el desarrollo de la
compra pública de innovación y el permiso a las administraciones públicas de invertir y coinvertir en sociedades mercantiles, como hacen los países más avanzados, donde el sector público es un agente emprendedor que invierte y estimula la
inversión privada en I+D+I.
Igualdad de género
La norma aprobada en el Congreso también busca resolver las principales desigualdades de género que persisten en el ámbito de la I+D+I. Para ello, dará por primera vez
seguridad jurídica a la igualdad de género en el Sistema de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, asegurando un abordaje dual, donde la perspectiva de género sea eje transversal de los instrumentos de planificación de los agentes públicos en ciencia, tecnología e innovación a la vez que se implementan acciones específicas.
Así, los agentes públicos deberán disponer y evaluar anualmente un plan de igualdad de género y de contar también con protocolos frente al acoso sexual y por razón de género u orientación sexual.
También se prevé la creación de un
distintivo de igualdad de género en I+D+I para los centros que acrediten alcanzar criterios de excelencia en este ámbito, además de la obligatoriedad de implementar medidas para eliminar los sesgos de género e integrar la dimensión de género en los proyectos de I+D+I.
En este sentido, se garantizará también la igualdad en los
procesos de selección y evaluación para quienes concilian y se fomenta el impulso de medidas de acción positiva. Además, se reconoce el papel fundamental de la divulgación científica y la educación para impulsar el cambio sociocultural y
fomentar la corresponsabilidad.
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