Consenso político-médico contra el veto de Sanidad a un Plan antisuicidios

Aunque forma parte de la ‘agenda’ de buena parte de los grupos con representación en el Congreso, lo cierto es que nunca ha llegado a cristalizar en España un verdadero plan de prevención del suicidio. Lo más cerca que estuvo de hacerse realidad fue en 2017, cuando la Cámara Baja aprobó por unanimidad instar al Gobierno, entonces presidido por Mariano Rajoy, a implantar un programa de índole nacional. Seis años después, esta opción podría reactivarse en 2024, aunque no mediante una proposición con rango de ley sino con un “programa transversal” e independiente que integre tanto a la política como a las asociaciones científicas. Se trata de una vía que también reivindican desde el ámbito médico y científico pero que fue 'vetada' por el Ministerio de Sanidad al considerar suficiente la vigente Estrategia de Salud Mental.

Los grupos de la Cámara Baja esperan a la consolidación de un Ejecutivo central para retomar el pulso para la instauración de este plan nacional que minimice el impacto de los suicidios en el país. Entre las formaciones que abanderan esta reivindicación se encuentran Sumar, socio preferente del PSOE; y también el PP, que ya incluyó esta iniciativa en su programa político para las pasadas elecciones generales. El programa, recoge el documento, debería “integrar los diferentes agentes” que puedan contribuir a paliar el problema, desde la sanidad hasta la educación y el sistema judicial, “tal y como ocurre en otros países del entorno” de España. 

Consultadas al respecto, fuentes del PP en el Congreso de los Diputados destacan que una vez se conforme un nuevo Gobierno y con el horizonte puesto en 2024, llevarán a la Cámara un programa que vaya de la mano del plan de salud mental que surgió en 2022 a instancias de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de la Cámara y que, a su parecer, se quedó “a medio gas” con una inversión de 100 millones a las comunidades autónomas y el surgimiento de una línea telefónica de prevención del suicidio, la 024.

En la reunión que recientemente mantuvo con los consejeros de Sanidad del PP, el líder nacional de la formación, Alberto Núñez Feijóo, corroboró la necesidad de ahondar en los planes de salud mental con medidas específias contra el suicidio. Las fuentes consultadas por Redacción Médica deslizan que la estrategia abordaría el problema desde un punto de vista “transversal”, de forma que implique tanto a diferentes especialidades médicas como a sociedades científicas y al mundo político, y conllevaría un incremento de la dotación presupuestaria y un refuerzo de plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de Psicología, Psiquiatría y Enfermería.

En cualquier caso, desde el PP indican que medidas de prevención del suicidio como estas no precisan de la aprobación de una Proposición de Ley, “como tampoco tienen este rango los impulsos contra la cronicidad, por ejemplo”. “Queremos incluirlo dentro de un marco de entendimiento con los expertos”, sentencian.

Sanidad fía el plan a la Estrategia de Salud Mental

El de impulsar desde las Cortes Generales un plan nacional contra el suicidio constituye un viejo anhelo del sector de la Psicología y la Psiquiatría de España. Desde la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm) dan de plazo al Gobierno hasta 2026 para avanzar por esta vía, pues es cuando finaliza la línea de acción que surgió de la Estrategia de Salud Mental. Otros consideran que el país “ya va tarde”. “No podemos esperar para ponernos a pensar en hacer cosas. Hay que empezar a actuar ya”, sentenciaba, en declaraciones a Redacción Médica, la psiquiatra Julia Cambra.

A nivel institucional, los plazos para esbozar un plan contra el suicidio se han dilatado en el tiempo. Fuentes del Ministerio de Sanidad confirmaron el pasado año que no se contemplaba la opción de aplicar estrategias específicas para atajar el incremento de suicidios en España, pues confían en que la línea de actuación que recoge la Estrategia de Salud Mental tiene la entidad suficiente para abordar este asunto.

“No parece necesario que los objetivos y recomendaciones de la línea 3 (Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicidas) se incluyan en un documento nuevo separado de la Estrategia de Salud Mental”, sentenciaron estas mismas fuentes.