Guillermo Díaz, responsable sanitario de Ciudadanos en el Congreso.
Ciudadanos removerá sus cimientos para alumbrar a un partido “más contundente en la defensa de las libertades individuales”. Son palabras de
Guillermo Díaz, responsable de sanidad de la formación naranja en el Congreso de los Diputados, a quien se le ha encargado la labor de pilotar este proceso de
‘refundación’ de la mano de
Inés Arrimadas. Una transformación que se llevará a cabo sin “apriorismos”: “Nos lo vamos a cuestionar todo”, asegura el diputado melillense.
¿Por qué refundar el partido ahora? ¿Cuál ha sido el detonante?
El resultado de las elecciones andaluzas hizo que Inés Arrimadas diera el encargo de acelerarlo todo, pero llevamos cuatro meses trabajando en la refundación de Ciudadanos. Nuevas ideas, nuevos formatos de comunicación… Le estamos dando una vuelta general al partido, y vamos a cuestionárnoslo todo excepto nuestro principio fundamental, que es la libertad individual. Todo lo demás se puede discutir.
¿Se pude hablar de un nuevo partido? ¿Será Inés Arrimadas quien lo abandere?
Nuevo partido no, porque es una refundación, no una fundación en sí. Y en cuanto a las personas que lo abanderen, estas serán elegidas y refrendadas por la militancia. Aquí puede pasar de todo, aunque el proceso lo esté pilotando la propia Arrimadas. Puede que surja una dirección más coral, o que siga la actual, o que esta se vaya. Puede ser que unos marchen y otros se queden, o que nos vayamos todos. No hay ‘apriorismos’. Lo importante es que el partido necesita ideas nuevas, como nos ha demostrado la experiencia reciente, porque la gente no vota por el pasado sino por el futuro. Nuestra gestión en Andalucía era aprobada con nota alta en todas las encuestas, pero a los que votan son a otros.
¿Han errado a la hora de transmitir sus mensajes en clave sanitaria?
Bueno, en materia sanitaria y en la relativa a los servicios públicos en general, hay que tener un mensaje claro e inequívoco. Ahora lo importante es hacer frente a los dogmas y a la extrema ideologización de la gestión pública que realizan otros partidos.
¿Qué tipo de dogmas?
Por ejemplo, sabemos que hay un proyecto de ley que pone en tela de juicio los conciertos de la privada, y eso es algo a lo que un partido liberal tiene que hacer frente porque es inadmisible. Está demostrado que los conciertos hacen muchas veces que las inversiones de dinero público sean más eficaces. Hay que dar flexibilidad, no imponer, y frente a ese dogmatismo en materia sanitaria estará Ciudadanos con un modelo mixto, como el actual, pero una administración mejor coordinada.
¿Qué líneas rojas no se pueden cruzar en la refundación del partido?
La libertad individual. Nunca un colectivo puede tener más fuerza que la libertad individual.
Dijo recientemente que, de cara a este proceso de refundación, iban a tener que adoptar “decisiones difíciles”. ¿A qué se refería?
Después del verano vamos a tener que tocar temas complicados y a decir cosas que no todo el mundo se atreve a decir. El ejemplo más claro es el de las pensiones, con esa estrategia de ligarlas al IPC que apoyan todos los partidos para obtener el voto de los pensionistas. Pero saben que están mintiendo, porque no se pueden subir las pensiones casi un 10 por ciento como marca el IPC. Ese incremento sería por ahora, y repito, por ahora, de 14.000 millones de euros. ¿Sabe qué se puede hacer en la Atención Primaria con 14.000 millones? Además, las pensiones han crecido en los últimos 10 años un 30 por ciento frente al 5 por ciento del salario de quienes las generan. Alguien debe señalar este tipo de actuaciones, de mentiras, porque pueden salir muy caras mañana. Para ganar elecciones se está hipotecando el futuro de forma irremediable.
¿En qué medida varía conforme a lo que hacía Ciudadanos hasta ahora?
Bueno, tomando como ejemplo de nuevo el tema de las pensiones, ninguno de nosotros ha dicho nunca que deban estar ligadas al IPC, sobre todo en épocas inflacionistas. Pero lo que no se hacía era denunciar al que lo hace. Decir: ‘Oiga, aquí se está mintiendo, no hay economista que pueda apoyar esto’. Acaba de decir Europa que si se suben las pensiones con la inflación puede dejar de comprar deuda española, y las consecuencias pueden ser muy graves. Que tengan cuidado los viejos partidos, y también los nuevos, cuando prometen estas cosas.
En lo que respecta al apartado sanitario, ¿cómo proyecto el nuevo partido? ¿Cuáles han de ser sus estandartes?
Las líneas programáticas no las decidiré yo, sino que deben establecerse a través de una serie de normas y parámetros. Pero ya en la convención que celebramos el verano pasado sacamos algunas conclusiones, y ratificamos que queríamos ser un partido que apueste por la modernidad, por la cultura, por combinar el conocimiento científico y la evaluación de las políticas públicas. Queremos ser un partido que defienda cuestiones como la salud mental y el refuerzo de la cobertura sanitaria de las familias a través de una tarjeta sanitaria única que en España siempre se ha quedado a medio camino para no molestar a los nacionalistas.
"Vamos a tocar temas delicados y a decir cosas que nadie se atreve a decir"
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¿Cuáles son, bajo su punto de vista, las mayores carencias del SNS? ¿Qué modelo defenderá Ciudadanos?
Precisamente, creo que se ha confundido la descentralización con el desmantelamiento de la sanidad. Este problema ha sido una constante durante toda la pandemia, pero ya en el pasado había serios problemas de coordinación entre administraciones: por ejemplo, cuando alguien tiene que ir a tratarse una enfermedad rara a otra comunidad autónoma tiene que hacer frente a un montón de trabas burocráticas y de deficiencias logísticas. Las administraciones han olvidado que esto es un Sistema Nacional de Salud que pertenece a una nación, no a 17.
Recientemente, Begoña Villacís reconoció que Ciudadanos había cometido errores a la hora de pactar los Gobierno autonómicos. ¿Comparte este diagnóstico?
Está claro que los méritos de un Gobierno se los lleva el que los encabeza. Y a pesar de que se han hecho muchas cosas buenas en comunidades como Madrid o Andalucía, con acciones muy aplaudidas por la mayoría, fueron los cabezas de Gobierno los que se llevaron todo el mérito. Estoy de acuerdo con Begoña cuando dice que, quizá, deberíamos haber negociado encabezar Gobiernos, porque nos hemos hinchado de gestionar bien, pero los votos se los llevan los otros.
En clave nacional ha habido diferencias notables entre PP y Ciudadanos en torno a medidas de índole sanitario como las relativas a la eutanasia, el cannabis medicinal y el aborto. ¿Es esta discrepancia suficiente para frenar otro acercamiento con los populares?
No, estamos perfectamente habilitados para pactar con el PP, lo único es que en estas materias no estaremos juntos. Ni en estas, ni en las que afectan a libertades civiles como la gestión subrogada, el cannabis medicinal o incluso recreativo o el matrimonio del mismo sexo, que nosotros sí consideramos que se debe llamar matrimonio. El PP está de acuerdo con la izquierda en abolir la prostitución, regular la pornografía o perseguir la gestación subrogada, hay pinzas liberticidas que atraviesan el arco parlamentario y en estos últimos casos hemos defendido en solitario la libertad de las personas. La libertad individual frente a la política de la imposición.
"Nuestra gestión en los Gobiernos ha sido muy buena, pero los votos se los terminan llevando otros"
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¿Se ponen líneas rojas a la hora de pactar?
No pactaremos con nacionalistas ni con populistas que se encuentran en extremos ideológicos.
En el corto plazo, dos de los debates de mayor calado en política sanitaria se centrarán en el nuevo Estatuto Marco y en la Ley Trans. ¿Respaldará Ciudadanos en las Cortes estas iniciativas?
El real decreto del Estatuto Marco que aprobó el Gobierno tiene cuestiones muy mejorables, pero también cosas buenas. En la tramitación confiamos poder resolver estos flecos que quedaron sueltos para llegar a un acuerdo. Respecto a la Ley Trans, tenemos que verlo en profundidad con la ley delante, porque hay muchísimo que enmendar. Es una cuestión que debe tratarse con sumo cuidado.
¿Apoyaría también su partido adelantar abrir la posibilidad de adelantar la jubilación de los profesionales de la salud sin merma económica?
Nosotros creemos que lo que debe hacer la administración es incentivar el no perder el gran capital que supone el conocimiento que atesoran nuestros sanitarios, que, si bien tienen más edad, pueden todavía ayudar mucho. Hemos presentado varias propuestas que van siempre por la vía del incentivo, no de la imposición, porque el incentivo funciona bien y genera riqueza.
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