Balcells se compromete a impulsar y aprobar la Ley de Adicciones en 2023

El conseller de Salud de la Generalitat de Cataluña, Manel Balcells, se ha comprometido este miércoles en el Parlament a impulsar la ley de adicciones para que comience su trámite en el primer semestre de 2023 y que se apruebe "antes de que acabe el año".

En respuesta al PSC en la sesión de control al Govern en el pleno del Parlament, el conseller ha explicado que con la salida de Junts del Govern "se ha retrasado un poco" la presentación de esta norma, que el anterior conseller tenía previsto tramitar antes de acabar el 2022 y tenerla aprobada el primer semestre de 2023.

Balcells ha invitado a los socialistas a participar de la tramitación parlamentaria para "hacer un buen instrumento para abordar nuevas adicciones", tras lo que ha mostrado su preocupación por el incremento de las adicciones al juego con dinero y a las pantallas y videojuegos, lo que asegura que afecta especialmente a los jóvenes. La nueva normativa debe servir "para mejorar la salud mental del conjunto de la población y, sobre todo, de nuestros jóvenes y adolescentes".

Entre otros datos, Balcells ha remarcado que el alcohol es la droga más extendida y que han aumentado "mucho" las adicciones de comportamiento, como la del juego con dinero, concretamente un 74 por ciento.

Contenido de la ley de adicciones

La diputada de Socialistes i Units per Avançar Assumpta Escarp ha mostrado su preocupación por el consumo de alcohol y drogas, ya que entre sus consumidores "hay un 14 por ciento más de suicidios que entre la media". Además, ha añadido que "es una de las principales fuentes de desigualdad de salud" y ha agregado que "la pandemia ha facilitado un incremento del consumo y ha constatado un fracaso de las políticas públicas".

Por todo ello, ha preguntado al conseller si realmente se hará una nueva Ley, con qué recursos se dispondrán y qué ejes de actuación se están marcando. Escarp también ha cuestionado el contenido de la normativa, haciendo mención a la fecha en que los adolescentes empiezan a consumir -el alcohol y el tabaco a los 13 años, y el cannabis a los 14 años-, así como la relación entre los centros de Atención Primaria y los Centros de Atención y Seguimiento, que atienden casos de drogodependencias.