Los participantes en el último Aula Inidress.
No hay diferentes deficiencias de nutrientes entre los
niños celíacos y los que no lo son. Esa es una de las principales conclusiones que se extrae del estudio del Grupo de Investigación en Nutrición y Ciencias de la Alimentación de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo CEU, que ha participado junto a la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid en una nueva edición del
Aula Inidress.
En la actualidad hay muy pocos estudios que analicen la
situación nutricional de pacientes celíacos una vez que ya han instaurado la
dieta sin gluten y han reducido sus principales signos clínicos. Esta información es especialmente relevante al hablar de la población infantil, la más sensible a una dieta incorrecta.
Como explica
Juan Ignacio Serrano, responsable del Servicio de Investigación y Formación de la Asociación de Celiacos de Madrid, este nuevo estudio es importante por ser el más complejo realizado hasta la fecha en España, ya que tiene en cuenta no solo los parámetros antropométricos y los hábitos alimenticios, sino también
marcadores sanguíneos y de densidad mineral ósea, que no suelen encontrarse en otros estudios de este tipo.
Tanto unos como otros consumen más grasa de la debida y menos proteínas, y sorprende la caída de la Vitamina D
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Sin diferencias significativas
La autora principal del estudio,
Catalina Ballestero, ha explicado que la
prevalencia de sobrepeso y obesidad es similar en los 70 niños celíacos y los 67 no celíacos que han participado, así como la densidad ósea y la práctica de actividad física. Ambos grupos consumen más grasa de la que deberían y menos proteínas de lo recomendado, un problema que es común al conjunto de la población infantil.
Donde sí se encuentran diferencias es en la presencia de algunos compuestos que, a consecuencia de la mala absorción de micronutrientes ocasionada por la
atrofia de la mucosa intestinal propia de la enfermedad, así como por la composición de la dieta sin gluten, tienden a estar menos presentes en el organismo de los celíacos.
Como explica Ballestero, los niños y adolescentes con enfermedad celíaca tienen un mayor riesgo de tener una
ingesta insuficiente de calcio,
ácido fólico,
hierro,
magnesio y
vitamina E. El estudio, en cualquier caso, no ha encontrado diferencias significativas entre la presencia de estos nutrientes en los niños celíacos y los que no lo son.
Más pescado y menos sedentarismo
El mayor problema que revela la investigación es la
deficiencia de vitamina D, que está empezando a ser importante en el conjunto de la población. "Antes sólo les faltaba vitamina D a las personas mayores, ahora vemos que se hace más juvenil. Los niños incorporan la vitamina a través de la radiación solar. Las personas mayores no tienen esa misma capacidad de activar la vitamina D. Basta con tener 20 o 25 minutos al día de exposición solar, pero muchos niños no llegan a esto, por el sedentarismo que tienen", explica
Gregorio Varela, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la universidad participante.
La otra gran fuente de vitamina D, el
pescado azul, cada vez se consume menos, una "caída del 10 por ciento en un año y pico. En ningún otro grupo de alimentos ha habido tamaña reducción. Tomar pescado o no es una decisión de salud y comer una o dos raciones a la semana es fundamental", declara Varela.
El grupo de investigación de la Universidad San Pablo CEU ha señalado su intención de seguir estudiando la dieta de las personas celíacas, aunque su siguiente investigación se centrará en la población adulta, con la que introducirá el análisis de la
microbiota intestinal. "Queremos relacionar su composición con el estatus en vitamina D, implicada en la modulación del estado inmunitario general y puede ser que haya una relación, y module la respuesta inmunitaria de las personas celíacas cuando están expuestas al factor desencadenante que es la ingesta de gluten", sentencia
Natalia Ubeda, investigadora de la universidad madrileña.
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