Una salud bucodental pobre eleva las posibilidades de padecer un infarto

En el año 2022, se produjeron en España 463.133 defunciones. El grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantuvo como primera causa de muerte, con el 26,0 por ciento del total y una tasa de 252,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)

Con motivo del Día mundial del corazón, que se celebra hoy, el Consejo General de Dentistas quiere recordar la vinculación que existe entre la salud bucodental y la cardiovascular. “Una mala salud oral multiplica por dos el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, y por tres, un derrame cerebral”, declara Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.

Esto se debe a que la inflamación prolongada de las encías (periodontitis) permite que las bacterias entren en el torrente sanguíneo y se adhieran a las placas grasas, lo que contribuye a la obstrucción vascular y desencadena una respuesta inflamatoria que causa que los vasos sanguíneos se hinchen, reduciendo el flujo de sangre y aumentando el riesgo de coágulos y trombos.

Indicadores dentales para una patología cardiovascular

“Está comprobado científicamente que la pérdida dentaria, indicador del deterioro bucodental como resultado de la caries y la enfermedad periodontal, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares”, explica el Castro”.

Otros factores de riesgo de las enfermedades del corazón, además de la periodontitis, son la hipertensión, colesterol alto, diabetes, sedentarismo, una dieta inadecuada, el tabaco y el alcohol.

Desde el Consejo General de Dentistas se recomienda que, aparte de seguir una dieta sana, se debe llevar una correcta higiene bucodental para eliminar la placa, cepillando los dientes durante dos minutos, al menos, dos veces al día, con pasta dentífrica fluorada y utilizar seda o cepillo interdental. También es importante acudir periódicamente al dentista -quién detectará cualquier patología oral e indicará el tratamiento adecuado-, así como evitar otros factores de riesgo como el alcohol y el tabaco.