Josep Vilajoana, vicepresidente segundo del Consejo General de la Psicología de España.
El
Ministerio de Sanidad ha enviado
una carta al coordinador de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos (Anpir),
Bartolomé Marín, en la que responde a una duda sobre si aquellos profesionales que se han acreditado en
Neuropsicología por el
Consejo General de Psicología de España (COP) pueden ejercer como tales. Además, pide un informe al organismo colegial sobre cómo se realiza este trámite y qué requisitos se piden.
Según esta misiva, a la que ha tenido acceso
Redacción Médica, "dicha formación
no tiene efectos profesionales ni habilita para el ejercicio independiente y regulado de la Neuropsicología, cuyo ejercicio se reconduce al ámbito de distintas especialidades en Ciencias de la Salud".
El ministerio apunta a que la
atención a trastornos mentales neuropsicológicos "requiere un nivel superior de formación" y apunta a las especialidades médicas de
Neurología, Psiquiatría, Medicina Física y Rehabilitación
El ministerio considera la acreditación en Neuropsicología, que incluye un posgrado y 4.000 horas prácticas, como "un bagaje para distinguir sus límites"
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y a los psicólogos especialistas en
Psicología Clínica como las que incluyen la Neuropsicología entre sus funciones.
Una clasificación que para
Josep Vilajoana, vicepresidente segundo del Consejo General de la Psicología de España, carece de sentido: "Para nosotros es inconcebible que se puedan ejercer desde especialidades médicas porque es una disciplina de la Psicología".
Vilajoana admite a los neurólogos como excepción pero rechaza al resto: "¿Cómo va a incluirse a la Medicina Física y no a la Psicología?" Aunque coincide con el ministerio en que la acreditación no habilita para trabajar, afirma que hay muchos centros que lo incluyen en las
ofertas de trabajo y suma puntos a los candidatos.
Para que la Neurología tenga más peso y sus profesionales sí estén habilitados para trabajar como tales,
"debe crearse la especialidad de Neuropsicología dentro del campo de la Psicología". Por eso, el representante colegial apunta a ampliar las especialidades más allá de la Psicología Clínica: "Es inconcebible que Medicina tenga más de 30 (actualmente son 54) y que en nuestro campo solo haya una".
Formación complementaria
Dado que no habilita al desempeño profesional, el Ministerio ve la formación en Neuropsicología, y su posterior acreditación, como un complemento. Es más, considera "conveniente y aconsejable" esta formación para que estos profesionales tengan "un bagaje que les permita distinguir sus límites".
De esta manera, el profesional será capaz de "detectar dichos trastornos y conocer los límites de su ejercicio reconduciendo al paciente a otro profesional cuando la atención lo requiera".
El representante del COP no solo permite derivar a otros profesionales ya que exige un nivel de formación "especializada, aunque no sean especialistas" y apunta a que los conocimientos adquiridos "distan mucho del trabajo que puede hacer un psiquiatra o un psicólogo de a pie que no esté formado".
Para conseguir
la acreditación en Neuropsicología, el profesional, además de estar graduado o licenciado en Psicología, debe haber completado 500 horas de formación de postgrado en esta disciplina y demostrar que ha realizado prácticas supervisadas en Neuropsicología por un período de cuatro años o 4.000 horas (1.000 horas al año).
Unos requisitos que implican una alta cualificación y que, para Vilajoana, equivalen al camino formativo de los médicos: "Al final estamos hablando de un proceso de no menos de 10 años o no se puede conseguir la acreditación".
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