La vicepresidenta III del Consejo General de Enfermería (CGE) es miembro del jurado de los Premios Sanitarias 2020

Raquel Rodríguez: "No se fijan en las enfermeras en la toma de decisiones"
Raquel Rodríguez, vicepresidenta III del Consejo General de Enfermería (CGE)


22 feb. 2020 14:00H
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Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta III del Consejo General de Enfermería (CGE) y presidenta del Colegio de Enfermería de Cáceres, sabe lo que es abrise camino. Comenzó siendo ATS (Ayudante Técnico Sanitario) y ha llegado a representar a las enfermeras de su tierra. Además, ocupa el cuarto puesto directivo dentro del CGE y es Doctora en Enfermería. "En mí había un germen que no me permitía quedarme parada. Yo quería llegar mucho más lejos y sabía que los tiempos iban a ser favorecedores para la profesión", relata a Redacción Médica Rodríguez, miembro del jurado de los Premios Sanitarias 2020.

Rodríguez se inclinó por Enfermería influenciada por su hermana, que ya trabajaba como tal. "En aquélla época no había facultades, sino escuelas. Yo estudié en una residencia sanitaria, no existía todavía el Insalud y los estudios dependían de la Facultad de Medicina, por lo que había muchos sesgos en la formación", recuerda la vicepresidenta III del CGE. En esos años, reseña, los hombres y las mujeres estudiaban separados. 

Raquel Rodríguez advierte que el techo de cristal es una realidad para las enfermeras.

"Nada más terminar ATS hice la Dipomatura de Enfermería. A partir de ahí, continué estudiando y haciendo prácticas. No paré hasta que terminé mi tesis doctoral, que es el techo académico más alto que una enfermera puede tener hoy por hoy", se felicita Rodríguez, que puso todo su empeño en investigar las causas del absentismo laboral del personal de Enfermería en el Servicio Extremeño de Salud. Todo ello, desde una perspectiva de género.

"No hay más absentismo porque haya más enfermeras, sino que hay más absentismo porque hay más mujeres enfermeras", resume la presidenta del Colegio extremeño, que insiste: "Está demostrado que las mujeres, en general, tenemos peor salud que los hombres". Una de las causas, reflexiona, es que la "calidad de vida" de las mujeres está "más deteriorada". "Nosotras estamos más expuestas", subraya.

La voz de las enfermeras extremeñas


Rodríguez, profesora asociada en la Universidad de Extremadura en la Facultad de Enfermería, no se lo pensó cuando le surgió la oportunidad de liderar una candidatura a presidir el órgano colegial. "Tenía la necesidad de representar o hacer algo por mi profesión. Amo tanto a la Enfermería como a mi tierra, así que decidí formar un equipo. ¿Por qué no representar a todo el colectivo de Enfermería de la provincia de Cáceres?", pregunta la enfermera.

"La verdad es que fue altamente satisfactorio porque ganamos las elecciones con una inmensa mayoría, fue un cambio y así lo logramos", relata orgullosa Rodríguez que, "a conciencia", formó una primera candidatura con mayoría de mujeres. "Un Colegio de Enfermería eminentemente femenino tenía que tener una Junta en la que hubiera más mujeres que hombres", considera la enfermera, que en su segundo mandato ha apostado por un equipo paritario: "Esa imagen ya la rompimos".

Natalia Fernández-Montenegroz y Raquel Rodríguez intercambian opiniones sobre el feminismo y la Enfermería. 



Rodríguez, que se declara partidaria del establecimiento de cuotas para que las mujeres ocupen cargos directivos, cree que las enfermeras tienen el doble de dificultades para romer el techo de cristal en sanidad: ser mujeres y ser enfermeras. "Todas las mujeres deberían aceptar un puesto de gestión, alienta la directiva del CGE, que añade: "Las enfermeras se lo tienen que creer y tienen que optar a esos puestos. Ya hay nivel suficiente, que no digan que no".

Además, la directiva del CGE resalta la necesidad de "aplicar la perspectiva de género" para romper, de una vez, ese techo de cristal en la sanidad. "No se fijan en las mujeres enfermeras a la hora de tomar decisiones, Por tendencia, los hombres eligen siempre a hombres. Para elegir a una mujer, tienen que pensar en femenino", reflexiona Rodríguez. "A mí no me sirve que digan que tiene que ser por valía o currículo. Como enfermera y presidenta, eso no ha sido así, nosotras hemos estado toda la vida y siempre se han elegido a más hombres que a mujeres. La cuota lo que garantiza es que un mínimo de mujeres, sí o sí, estén", reivindica. 

Las inquietudes de las enfermeras noveles


A esta entrevista, realizada en el plató de Sanitaria 2000, también acude Fernández-Montenegro, estudiante de 2° de Enfermería en la Universidad Autónoma de Madrid. Con ella, Rodríguez debate sobre la importancia de aplicar la perspectva de género en cuanto a organizar reuniones de trabajo, por ejemplo. 

Natalia Fernández-Montenegro y Raquel Rodríguez debaten sobre el papel de las enfermeras.

"Yo siempre digo que se debería aplicar, casi, de forma obligatoria. Tener en cuenta la perspectiva de género es tener en cuenta que existen más mujeres enfermeras que hombres", señala la directiva del CGE. 

Preguntada por la estudiante sobre el empoderamiento de las profesionales como posible solución a la sexualización de las enfermeras, Rodríguez explica que desde el Consejo General, cada vez que se ve este tipo de comportamientos, "se denuncia porque efectivamente no pasa con los hombres enfermeros".

"Los uniformes tienen siempre un componente de género y sexual muy potente. Los de las mujeres en los entornos sanitarios tienen mucho morbo y eso es lo que nos está deteriorando. No hay que permitirlo, desde la carrera se pueden ir haciendo mesas de debate para ponerlo a flote y no permitirlo en ningún ámbito", aconseja. 

Una vida dedicada a la Enfermería


Raquel Rodríguez, que no es madre, reivindica que "aunque no se tengan hijos, la vida social de las mujeres va mucho más allá". Además, el "rol de cuidados" que se les atribuye no solo concierne a los hijos, sino también a las personas mayores. "Habría que analizar y tener en cuenta el rol que ocupa la mujer en el ámbito social", reivindica la enfermera, que aunque destaca el amplio marco legislativo para favorecer la conciliación, considera que no se cumple. "Es complicado porque los sistemas sanitarios son muy rígidos -reflexiona-. Haría falta un sobreesfuerzo para cubrir las necesidades de las mujeres enfermeras en el ámbito laboral".

Cuando encuentra un hueco en su apretada agenda, a la enfermera le encanta leer. "Me apasiona y además lo necesito como desarrollo personal y profesional. Me llena el alma, maduro, aprendo y lo vivo", confiesa Rodríguez, que valora positivamente los Premios Sanitarias. "Son importantes poque hacen visible la labor de las mujeres sanitarias en todo el territorio nacional. Si eso no se pone en valor, no existe", destaca. 

"Ser enfermera es mucho más que una profesión, es una actitud de vida", resume la directiva del CGE, que no puede ocultar la devoción que siente por la Enfermería. "Ser ATS, pasar a diplomada, a graduada, hacer el máster oficial y lograr leer la tesis. Para mí significó mucho, más que un hito, fue un inicio", relata con una orgullosa sonrisa. 

Un momento de la entrevista, celebrada en el Plató de Sanitaria 2000. 


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