Luis Fernando López Martínez, coordinador técnico del proyecto 'Hablemos de Suicidio'.
La Fundación Mapfre ha acogido la celebración de la jornada '
Prevención del Suicidio en la infancia, adolescencia y juventud', dentro del ciclo 'Hablemos de suicidio', organizado por el
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COPM).
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Vea aquí la jornada completa -
En la inauguración,
José Antonio Luengo, decano del COPM, ha comenzado haciendo un recorrido por los casi tres años que lleva la entidad colegial desarrollando el programa 'Hablemos de suicidio', con el que la profesión busca "
visibilizar este fenómeno y colaborar con las instituciones, como las Consejerías de Educación, Sanidad y Familia, con algunos ayuntamientos, y en definitiva entidades que tienen competencias relacionadas con los trastornos de la salud mental".
"Con esta jornada queremos plantear una dinámica de análisis muy horizontal, porque creemos que es importante también escuchar a las madres y los padres, y a los chicos y chicas, a diversas instituciones", ha enfatizado Luengo.
Mercedes Navío, gerente asistencial de los Hospitales de la Comunidad de Madrid, y coordinadora de la
Oficina de Salud Mental y Adicciones, ha recordado que el Plan de Prevención del Suicidio autonómico concita la presencia comprometida y activa de todas las Consejerías del Gobierno de la Comunidad de Madrid. "Cuando hablamos de prevención, una de las dianas fundamentales son los jóvenes", ha proseguido, remarcado el papel de la Administración en poner los medios para que las personas que atienden estas situaciones "lo puedan hacer en las mejores de las situaciones para
ser efectivos en la prevención y en la actuación".
"Para hablar de la prevención del suicidio es fundamental aprender a escuchar el dolor, la desesperanza y la desconexión, esas tres grandes D que se esconden detrás del susurro de nuestros silencios", ha comenzado exponiendo
Luis Fernando López Martínez, coordinador técnico del Proyecto Hablemos de Suicidio del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
"Desde el COP Madrid hemos mantenido siempre el firme propósito de educar, de sensibilizar para capacitar a todos", porque "la
prevención del suicidio es un esfuerzo colectivo y cada persona que aprende a escuchar los silencios se convierte en un pilar más de una sociedad que protege, que cuida y que valora la vida en todas sus manifestaciones",
Para
Nora Andreu, psicóloga y superviviente "lo peor de haber intentado sucidarte es que la gente intenta que te comportes como si no lo hubieras hecho, y eso lo que hace es silenciarnos más, aumentando el dolor, el estigma y el tabú que hay alrededor de todo esto".
"Soy psicóloga, soy sobreviviente y soy superviviente. Y además tengo un cuarto rol que es ser parte de la sociedad". Andreu ha explicado que no hay personas suicidas, sino personas que han intentado suicidarse o que se han suicidado". Ha advertido que los testimonios de los supervivientes y sobrevivientes "son muy importantes a la hora de entender y compender la coducta suicida". "Hay que hablar del tema, y hay que escuchar", y ha pedido que
se dejen a un lado los sentimientos de vergüenza y de culpa, también en el entrno familiar.
La jornada organizada por el COP Madrid también ha dado voz a los centros educativos,
Carlos Javier González Serrano, profesor de Filosofía y de Psicología, perteneciente al IES San Grabriel, de Carabanchel, se ha preguntado "si se escucha lo suficiente a los adolescentes en los entornos educativos", y ha incidido en que no solo es necesaria una escucha 'jerarquizada', de un profesor u orientador, también ha pedido que se fomente la escucha 'horizontal', entre iguales, entre alumnos, con espacios en los que puedan hablar entre ellos y escucharse.
Patricia Gil, de 17 años, alumna de bachillerato del San Gabriel, ha identificado como "presiones a las qe se enfrentan los jóvenes desde los 13 a los 19 años en edad escolar, es encajar, encajar en un grupo de gente, en ciertos cánones". También ha ahondado en los estudios, "porque pueden que tus padres te empujen a estudiar algo de lo que tú no estás seguro. Es muy difícil saber qué es lo que te gusta con 16 años". Por su parte,
Adrián Rubio, de 18 años, ex alumno del San Gabriel, ha reivindicado su independencia de pensamiento cuando se llega a la mayoría de edad, y cree que la clave es que a los jóvenes "se les quiera, se les acepte y se les descubra tal y como son". En esta línea,
Lidya Lecea (18 años) ha incidido en "el runrún que siempre supone el futuro" (en cuanto a expectativas laborales) "y que los adultos te meten mucha presión". Y otro foco que ha señalado Lecea ha sido "las redes sociales, que nos meten mucha, mucha, mucha presión, sobre todo en el aspecto físico".
Enseñantes y familias
Raquel Yébenes, de la Unidad de Convivencia y contra el Acoso Escolar de la Comunidad de Madrid, ha moderado una mesa en la que han estado representadas las familias y los agentes educativos. Yébenes ha recordado que "el suicio se crea, evoluciona y se ejecuta en un marco comunitario", por eso cuando se habla de la adolescencia, "una etapa muy vulnerable, todos somos agentes en la prevención del suicidio".
Julia González Henche, directora del CEIPSO Maestro Rodríguez, de Aranjuez, ha coincidido con los jóvenes en que en los centros educativos "nos enfrentamos al reto de saber acompañar y escuchar. Ese es el reto del profesorado, bajar el escalón y ponernos a la altura del estudiante, que está descubriendo el mundo".
Por su parte,
José María Prieto, perteneciente a la Dirección Titular del Colegio San Gabriel, ha reflexionado en torno a la importancia de "la mirada; lo más importante que sucede en un colegio está siempre en las aulas, o en los pasillos, o en las escaleras, o en los patios", y ha incidido en que los profesores deben reflexionar acerca de que "el tiempo no formal en la escuela es más importante que el formal, porque es un espacio para compartir, y ahí es importante que haya un diseño desde la Dirección de la escuela que favorezca la convivencia y la escucha en ese espacio".
Pilar Ponce, presidenta del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, ha señalado que "son las redes; son los padres helicópteros con unos modelos de crianza demasiado exigentes; las notas; mil cosas... Estamos poniendo una presión tremeda. Y en la sociedad hay que serenar muchos debates, y este es uno de ellos".
Finalmente,
Carmen Morillas, presidenta de la Federación de Padres y Madres Ginés de los Ríos, ha expresado en nombre de las familias que "nosotros también tenemos miedo". Ha reflexionado sobre la conveniencia de "escuchar más y hablar menos, porque muchas veces estamos habituados a la charla, pero no os estamos escuchando de forma activa".
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