Maite Garaigordobil Landazábal, catedrática de Psicología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
A la pregunta de si la inclusión del
psicólogo educativo es una necesidad ya cubierta en los centros educativos españoles, la respuesta de
Maite Garaigordobil Landazábal, catedrática de Psicología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), es que no. La doctora asegura que hay un déficit “muy importante” de atención psicológica para el alumnado y también de apoyo y asesoramiento para profesores y familias. Por ello, recalca que
es “absolutamente necesario” crear un posgrado en Psicología Educativa que tenga directrices propias, que habilite para el ejercicio de la profesión y que esté dentro del espacio europeo de educación superior.
Garaigordobil ha intervenido en la
Jornada de Salud Mental en Contextos Educativos "Por una mejor salud mental en los centros escolares" organizada por el
Consejo General de Psicólogos en la Universidad Complutense de Madrid, donde la psicóloga ha analizado todas las funciones que debe tener un psicólogo educativo para el correcto desempeño de su profesión. Con ello, ha remarcado que es importante que en España se de valor a estos profesionales, los datos de la UNESCO hablan de que
solamente hay un psicólogo cada 250 estudiantes aproximadamente.
“Es importante
delimitar con claridad las funciones del psicólogo educativo, diferenciando sus funciones de otros roles complementarios. Necesitamos incluir más psicólogos educativos altamente especializados por etapas, que estén bien formados en habilidades para
fomentar el bienestar emocional y la salud mental de todos los agentes de la comunidad educativa”, reconoce sobre la creación del posgrado.
Sumándose a lo dicho por el Consejo General de la Psicología en el documento de acreditación nacional que plantearon para el experto en Psicología Educativa que publicaron en el 2020 y actualizaron en el 2022, Garaigordobil manifiesta la importancia de formar en evaluar, prevenir, optimizar el desarrollo de capacidades e
intervenir terapéuticamente cuando hay problemas.
En las últimas décadas, la psicóloga apunta que el rol del psicólogo educativo
“se ha ido diluyendo, se ha desdibujado”. Para ella deberían tener un papel
“mucho más protagonista”, especialmente en bienestar emocional y en prevención de problemas mentales “que tanto impacto tienen en el rendimiento académico”.
Según datos de la UNESCO, solamente hay un psicólogo por cada 250 estudiantes
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Los centros educativos juegan un papel importante en la promoción de la salud mental
La experta ha analizado cómo los
centros educativos como escuelas o universidades tienen
gran importancia en la promoción de la salud mental. Los psicólogos educativos que implementan tanto programas preventivos como programas para optimizar el desarrollo, favorecen el rendimiento académico.
“Muchos estudios recientes demuestran que hay un porcentaje considerable de estudiantes con problemas de salud mental.
Un 50 por ciento de los trastornos mentales crónicos se desarrollan antes de los 14 años, así que los centros educativos pueden tener un papel importante para detectar signos precoces de estos problemas y poner en marcha mecanismos de intervención temprana”, ha comentado.
Como uno de los problemas más habituales que se pueden dar dentro de los centros, ha destacado el
cyberbullying. El último informe mundial llevado a cabo por la ONG internacional “Bullying Sin Fronteras”, ha hecho una recogida de datos con los menores españoles de enero de 2021 a febrero de 2022 y concluyen que
7 de cada 10 estudiantes sufren alguna conducta de acoso o ciberacoso.
“Es un problema en crecimiento y, además,
España encabeza la lista de casos europeos. Todos los años tenemos un dramático conteo que, no superando esa situación, consumen el suicidio. No olvidemos que
el bullying y el cyberbullying son las primeras causas en suicidio infantojuvenil”, especifica. Además, el suicidio es la primera causa de muerte no natural en personas de 10 a 24 años, según la OMS. Otro de los problemas analizados ha sido la depresión en la infancia y adolescencia.
Un 4 por ciento de los niños y niñas de entre 8 y 12 años tiene depresión, y un 6,5 por ciento en adolescentes.
Garaigordobil ha concluído con la importancia de que
la escuela sea un lugar donde aprender y fomentar el bienestar emocional y la salud mental de alumnado, profesores y familias. “Es importante que los gobiernos inviertan más para poder incluir en los centros educativos psicólogos en plantilla que desarrollen estas actividad. Es necesario que se invierta más en salud infantojuvenil, porque el coste económico de prevenir esto es mucho menor que el coste de tratar esto en la juventud o en la vida adulta”, ha asegurado.
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