Eduardo Morán y Yolanda Díaz.
El sector de los ópticos y optometristas ha dado su visto bueno a la primera gran
propuesta sanitaria que ha planteado la plataforma de
Sumar. Aunque todavía no tiene un programa definido,
Yolanda Díaz ya ha anunciado en su proceso de escucha su intención de
reforzar la cartera de servicios comunes para garantizar la
salud visual en la sanidad pública. Una medida que ahora los profesionales han aterrizado con una batería de propuestas para poder materializarla.
El decano del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas,
Eduardo Morán, ha valorado como
“muy positivo” este primer paso planteado por
el área sanitaria de Sumar y se ha mostrado “optimista” en que las medidas puedan llegar a ver la luz la próxima legislatura. “
Es importante que los responsables políticos comiencen a tener en cuenta la importancia de la salud visual. La visión es el sentido más valorado por los ciudadanos y a pesar de ello nuestro sistema nacional de salud presta una atención bastante precaria”, ha expresado.
Para garantizar los servicios de salud óptica, el organismo colegial defiende la necesidad de
contratar a 250 ópticos-optometristas en Atención Primaria. Una medida con la que creen que minimizarían las cerca de un
millón de derivaciones que se producen cada año en el Sistema Nacional de Salud (SNS) por problemas de agudeza visual que se podrían solventar de una manera “
eficaz y eficiente”, incorporando este perfil en los centros de salud.
“Lógicamente redundaría en una
reducción de las listas de espera en oftalmología, la segunda especialidad con mayor lista de espera. Esto sería beneficioso para el ciudadano y para los propios especialistas que podrían concentrar sus esfuerzos en resolver otros problemas más complejos”, ha apostillado Morán.
Según los cálculos del
Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, las nuevas contrataciones se traducirían en un gasto público cercano a los 20 millones de euros, aunque permitirían acabar con la partida de 70 millones que actualmente sufraga las derivaciones externas. El resultado sería un
beneficio para las arcas públicas de 50 millones, que convertiría la medida en coste-eficiente.
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El sector respalda este tipo de políticas propuestas por el
la parcela sanitaria de Sumar podrían reforzar la salud visual de la población española, ya que actualmente el
30 por ciento de los ciudadanos no revisa periódicamente su vista. Mientras que también sería efectiva para mejorar la atención que requieren algunos colectivos como la infancia o la tercera edad. Según las estimaciones de la organización,
el número de niños miopes ha aumentado un 17 por ciento en los últimos cinco años, aunque se espera que la tendencia siga en aumento.
La gratuidad de gafas y lentillas
Otra de las propuestas que ha dejado caer Yolanda Díaz pasa por ofrecer la
gratuidad de los productos de las ópticas. La vicepresidenta del Gobierno ha apostado por emular el modelo de Barcelona, aunque no ha aclarado si esta medida abarcaría al conjunto de la población o solo a los perfiles de rentas más bajas. “
Con una renta de 1.000 euros, nadie se puede pagar el cuidado de la vista, los ojos, las gafas, las lentillas y todo lo que sea menester”, lamentó la líder de Sumar en su último acto en la capital catalana.
Desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas también se han alineado con Díaz en esta medida, ya que consideran como una
“gran idea” proporcionar el acceso a compensación a los
grupos más vulnerables o las personas que se encuentran en exclusión social. “Una vez que detectamos un problema de visión, no podemos permitir que haya ciudadanos que no puedan acceder a las soluciones ópticas que precisen”, ha apostillado su portavoz.
En este caso, las cuentas son algo más complejas ya que dependería del grupo social que se beneficiara de la medida. El sector de las ópticas facturó en el 2022 un total de
1.836 millones de euros, tras recuperar las pérdidas protagonizadas durante la pandemia. Si quitamos de la ecuación las gafas de sol o los productos de mantenimiento, solo entre lentes oftalmológicas, lentes de contacto y gafas graduadas, el monto asciende hasta los
1.531,1 millones de euros.
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