El presidente del Consejo General de Dentistas de España, Óscar Castro.
Los investigadores del Hospital Kitano de Osaka (Japón) pretenden revolucionar la odontología con la distribución del
primer fármaco que convertiría
la pérdida de dientes en un mal del pasado. En caso de salir bien los ensayos clínicos en humanos, este medicamento
podría salir a la venta en 2030. Sin embargo, expertos del sector en España ven difícil cuanto menos su éxito.
El presidente del Consejo General de Dentistas de España, Óscar Castro, considera que las posibilidades de este medicamento son más
"ciencia ficción" que realidad. Especialmente en un futuro cercano. "Está bien que se investigue, pero nosotros no creo que veamos la regeneración de dientes vía fármaco", ha puntualizado.
Asimismo, Castro tiene dudas sobre cómo esta sustancia impulsa el crecimiento de los dientes dentro de
la disposición bucal. "¿Quién dice que no van a salir piezas en partes de la boca que uno no quiere?", se pregunta el presidente del Consejo General de Dentistas.
"¿Quién dice que no van a salir piezas en partes de la boca que uno no quiere?", se pregunta Castro
|
Además, el odontólogo pide
"prudencia" respecto a la euforia que puede desatar este medicamento, ya que "todavía tiene que pasar los ensayos clínicos, que determinarán si es seguro o no" para la toma.
Los ensayos clínicos en humanos comienzan en verano
Mientras, en Japón, el Hospital Universitario de Kioto arrancará con
las pruebas en
septiembre de este año y se prolongarán hasta agosto de 2025. Estas se realizarán en varones de entre 30 y 64 años a los que les falte al menos un diente, a los que se les administrará el compuesto por vía intravenosa. En caso de confirmarse la seguridad del fármaco, para la segunda fase, los ensayos se centrarán en pacientes con una deficiencia dental congénita, en concreto, niños de entre dos y siete años a los que les falten al menos cuatro piezas dentales desde el nacimiento.
Las esperanzas puestas en este medicamento vienen tras
el éxito en las pruebas con animales, ya que logró producir con éxito nuevos dientes en hurones en el área frontal de su boca. Las piezas surgidas tras el uso de esta sustancia tenían la misma forma que las anteriores, por lo que se cree que indujo la aparición de una tercera generación de dientes en los mamíferos, cuando lo normal es que tengan dos.
A diferencia de otros animales, como los tiburones, los seres humanos
no tenemos la capacidad de regenerar nuestra dentadura. Tan solo contamos con dos generaciones de
dientes, aunque se cree que en fases prehistóricas de la especie, sí que podíamos llegar a una tercera.
¿Cómo funciona este medicamento?
La clave es genética y, específicamente, estaría en
la proteína USAG-1. Esta sería la encargada de limitar el crecimiento de dientes, por lo que el equipo de investigadores desarrolló una serie de anticuerpos capaces de bloquear sus funciones, los cuales se hayan en el fármaco.
Esta modificación podría ayudar a todos los afectados por males como
la anodoncia, causante de la aparición de un menor número de dientes, siempre que el fármaco sea aprobado. Esta anomalía puede provocar la falta de una a cinco piezas en los casos más leves, pero también su ausencia completa.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.