Mireya Romero, TCAE.
Cuando
Mireya Romero cierra los ojos todavía puede escuchar los
ladridos del perro que le mordió en el labio. Una experiencia traumática que dio a su vida un giro de 180 grados, donde tenía que ir cada poco tiempo al hospital a que la interviniesen y donde la ansiedad estaba presente cada vez que atravesaba la puerta de la consulta. Pero, a su vez, también descubrió lo que para ella es una de las profesiones más bonitas del mundo, la de Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería
(TCAE), y en la que acabaría ejerciendo pasados unos años.
Desde bien pequeña Romero quería dedicarse a la
Enfermería, pero era la
“típica estudiante desastre” en el instituto y sus profesores le decían que si no estudiaba no conseguiría ser enfermera. Entonces, siendo consciente de que los libros no eran lo suyo,
desechó la idea de entrar a la universidad y se metió en una FP de diseño de moda.
Pero su camino cambiaría radicalmente tras ser mordida en el labio por un perro. Tenía que asistir asiduamente al hospital por
problemas con la cicatrización de su herida e iba con
ansiedad y llorando. Allí, la única figura que consiguió tranquilizarla fue la TCAE que acompañaba al médico, y se encandiló de su profesionalidad. Fue ese el momento en el que decidió formarse en este grado medio sanitario para, posteriormente,
dar el salto a Enfermería.
La profesión del TCAE vista desde fuera
Tras ingresar en la FP se dio cuenta de que la visión que tenía sobre estas profesionales estaba
“bastante distorsionada de la realidad”. “A día de hoy lo que me encuentro en redes sociales es lo mismo que pensaba yo.
La gente cree que solo nos dedicamos a hacer camas, aseos y ya está. Yo tenía esa percepción también, pero quería hacer esta FP para luego entrar en la universidad.”, ha recordado.
Pero esa idea preconcebida que tenía sobre las
competencias de las TCAE cambió radicalmente durante su primer año de formación.
“Cuando empecé a estudiar me impliqué muchísimo y me encantó. Tenía unas notas excelentes, nunca antes había conseguido unas puntuaciones así porque nada me había gustado tanto”, ha afirmado.
Primera experiencia como TCAE
Aún así,
la prueba de fuego llegó con la pandemia. Cuando se decretó el Estado de Alarma, Romero estaba todavía cursando el primer año, es decir
, estaba enfocada en la parte teórica. Pero ella quería ayudar y justo en esos momentos lanzaron los contratos de apoyo de estudiantes para los hospitales. Así que, de esta forma,
consiguió su primera experiencia en el mundo laboral sanitario. “Aquí me di cuenta de la importancia que tienen las TCAE dentro del sector”, ha subrayado.
Tras
terminar sus estudios tuvo la oportunidad de trabajar, por primera vez, dentro de una
sala donde se realizaban endoscopias, y descubrió algo que le soprendió muy positivamente: una sanitaria podía tener un
contrato de lunes a viernes. "Quizás es una tontería, pero yo siempre había pensado que los profesionales del sector de la salud estaban destinados a trabajar con jornadas horribles donde hacer fines de semana y festivos estaba a la orden del día. Pero con este contrato, al ser citas programadas, no ocurría.
Fue super impactante", ha incidido"
Funciones de una TCAE
Aún así, las condiciones laborales solo fueron la punta del iceberg de todo lo que le ofrecía la profesión. En esa sala de endoscopias se dio cuenta de que tenía más competencias además de preparar al paciente para la intervención. "Proporcionaba lo que necesitaban tanto al enfermero instrumentista como al médico digestivo. Le
daba la pinza de la biopsia al facultativo si lo necesitaba, ayudaba a coger esa misma biopsia
ofreciendo el bote de formol, o me encargaba de la
clasificación de los botes de anatomía con las etiquetas correspondientes, entre otras funciones, ha explicado.
De hecho, trabajar allí hizo que se sintiera últil al "100 por ciento" en esta profesión y fue el detonante de que decidiese
desechar la idea de convertirse en enfermera. “No quiero estar cuatro años de mi vida en la universidad. Además, yo quería estudiar Enfermería porque
creía que las funciones del TCAE no me llenarían, pero estaba completamente equivocada”, se ha sincerado.
Salario de las TCAE
Obviamente también hay aspectos negativos, tal y como ha reconocido Romero. El principal es el salario que perciben, ya que
ella cobra 21.000 euros por el plus de quirófano. "Además, a nosotras
no nos pagan más cuando doblamos. En todo caso nos dan un día libre, y es el que ellos quieran", ha enfatizado.
Aunque su profesión le encanta, esta sanitaria está actualmente acabando
una FP de Marketing y Publicidad para, más adelante, entrar a la universidad a este mismo Grado. Asimismo, ella lleva
seis años subiendo contenido sobre divulgación sanitaria a las redes sociales y "le encanta" y, en unos años,
espera poder compaginar las dos profesiones. "Quiero juntar estos dos mundos que al final son mi pasión", ha concluido.
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