Pablo del Río asiste la salud mental de los deportistas de élite Álvaro Martín y Fran Garrigós

Álvaro Martín, ganador de la medalla de bronce en los 20 kilómetros marcha, y Pablo del Río, su psicólogo deportivo.
Álvaro Martín, ganador de la medalla de bronce en los 20 kilómetros marcha, y Pablo del Río, su psicólogo deportivo.


1 ago. 2024 13:00H
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Este jueves España ha conseguido su segunda medalla olímpica de la mano de Álvaro Martín, bronce en los 20 kilómetros marcha. En su momento frente a las cámaras de Televisión Española agradeció a Pablo del Río, psicólogo deportivo, su acompañamiento a lo largo de los Juegos Olímpicos y durante muchos años antes.

Hay que destacar que no ha sido el único deportista en trabajar con Del Río. Fran Garrigós, ganador de la otra medalla de bronce en judo del Comité Olímpico Español, también se incorporó el tratamiento del psicólogo a su preparación integral.

Del Río ejerció como psicólogo en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid desde 1990 hasta 2021. Ahora, ayuda a deportistas como Garrigós o Martín a llegar a lo más alto. El psicólogo deportivo ha asegurado a Redacción Médica que ambos logros son producto de “un trabajo de muchos años” y ha dejado claro que el deporte no es un paseo y los retos que hay que afrontar son inmensos.

¿Cómo ha sido su trabajo al lado del deportista olímpico Álvaro Martín?

No solo se ha trabajado con Álvaro, ya que también se ha apoyado a Francisco Garrigós. Las dos medallas de la Delegación Española en los Juegos Olímpicos de París 2024 las han ganado dos deportistas que en su momento apostaron por incorporar el tratamiento psicológico a su preparación integral. Garrigós hace doce años y Martín hace ocho. No se trata de un trabajo de un día, ha llevado mucho tiempo. Son muchas temporadas en las que se han tenido que resolver las situaciones adversas de cada uno.

Pablo del Río con Fran Garrigós, ganador de la medalla de bronce en judo.


Usted lleva muchos años formando parte del Centro de Alto Rendimiento (CAR), ¿cómo adapta su enfoque a las necesidades individuales de cada deportista?

Siempre intento entender y comprender que un deportista también es una persona. Y cada uno tiene su perfil y sus peculiaridades. A partir de esa base, se comienza a trabajar o a integrar las diferentes actividades que necesitamos para ser mejores. Martín y Garrigós han conseguidos bronces en los Juegos Olímpicos, una tarea verdaderamente complicada.

Estos logros tienen mucho sacrifico detrás. Concretamente, muchísimas horas de entrenamiento. Además, son producto del gran trabajo de sus entrenadores y de ellos mismos. Yo solo les apoyo en lo que puedo.

¿Qué cree que significa en el deporte tener un acompañamiento psicológico adecuado de un profesional?

El acompañamiento psicológico consiste en dar las herramientas adecuadas para que los deportistas sean autosuficientes en múltiples situaciones adversas. Tienen que saber interpretar y percibir dificultades en su día a día. Al final, son personas que conviven con el esfuerzo, con el sacrificio y con el dolor en su día a día. El deporte no es un paseo.

¿Cómo maneja las expectativas y la presión de los atletas durante competiciones importantes?

Para los deportistas que se han incorporado al acompañamiento psicológico, participar en los Juegos Olímpicos tampoco es una presión. Ellos llevan compitiendo muchísimos años. Fran Garrigós es campeón del mundo y Álvaro Martín también.

Han venido a París con una experiencia y con un recorrido enorme. Esto significa que ya tienen herramientas para afrontar la competición con equilibrio y de una forma más natural. Las personas que formamos parte del deporte sabemos que todo lo que se consigue viene de un trabajo que se ha hecho durante años.

¿Cuál es su visión sobre el futuro de la psicología deportiva en el entrenamiento de atletas de élite?

Realmente, me gustaría tener una respuesta contundente, pero no la tengo. Existen muchas lagunas y aspectos que hay que mejorar. Entre ellos, la formación del psicólogo en el deporte. Si queremos adentrarnos en este mundo, hay que entender cada deporte. Hay que trabajarlo mucho. Hoy, por ejemplo, me he levantado a las 4 y media de la mañana, hemos tenido que ir en autobús y hemos tenido que hablar con el deportista, para ver cuál era su situación, y con su entrenador. El psicólogo tiene que conocer muy bien el deporte.
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